La central eléctrica de Battersea es uno de los iconos abandonados de Londres. La central, cuyo edificio llegó a ser una de las mayores estructuras jamás construidas en ladrillo, cesó su actividad en 1983 después de cincuenta años suministrando energía a la ciudad.
Después de innumerables planes para reformarla, hace años que se puso en marcha un plan urbanístico para remozar la central y sus alrededores y convertirla en una zona de lujo a orillas del Támesis. La central será la piedra angular de ese proyecto, con un puñado de apartamentos de lujo situados en la zona superior y un espacio dedicado a oficinas y tiendas.
La expectación por las instalaciones llegó a tal punto que el 75% de los apartamentos en la central se vendieron en tan solo cuatro horas. Las obras deberían estar finalizadas alrededor de 2025.