Que el reino animal está bien preparado para defenderse, procrear y sobrevivir todos lo sabemos. Pero a veces se nos olvida que la flora que nos rodea ha vivido también miles de millones de años de evolución y que ha generado sus propios mecanismos de defensa, a veces mucho más sutiles pero igual de efectivos.
Desde generar olores fétidos para atraer a los insectos que llevarán su polen a otros ejemplares y así asegurarán su fecundación hasta elegir perfectamente el momento de crecer o florecer según las condiciones del entorno. Las habilidades desarrolladas por árboles, arbustos y plantas son también dignas de admirar.