Así se fabrica y prueba el telescopio más grande y potente del mundo

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Pruebas de temperatura
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Pruebas de temperatura

Los espejos del telescopio James Webb en una cámara criogénica en el centro Marshall de vuelos espaciales de la NASA.
Espejos de berilio
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Espejos de berilio

Los espejos del telescopio están fabricados con berilio y recubiertos de oro. El oro optimiza la cantidad de luz infrarroja que reflejan. En esta imagen los espejos se prueban antes de recubrirlos de oro.
18 espejos hexagonales
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18 espejos hexagonales

El espejo central del telescopio está compuesto de 18 segmentos hexagonales más pequeños.
Escudo solar
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Escudo solar

Una de las membranas del escudo protector solar del telescopio se despliega para pruebas.
Pruebas del escudo
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Pruebas del escudo

Uno de los ingenieros de la NASA durante las pruebas del escudo solar
Un refrigerador en el espacio
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Un "refrigerador" en el espacio

El escudo solar evitará que la temperatura del telescopio suba de los -220º C
Inspecciones milimétricas
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Inspecciones milimétricas

Técnicos y científicos de la NASA inspeccionan tras las pruebas criogéncias uno de los espejos recubierto de oro
Estructura central
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Estructura central

La estructura central del telescopio desciende al fondo de una cámara de vacío para simular las condiciones del espacio
Hielo seco
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Hielo seco

Para la limpieza de los espejos tras sus pruebas se utiliza hielo seco o nieve carbónica, es decir, dióxido de carbono en estado sólido.
Almacen de espejos
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"Almacen" de espejos

Cada uno de los espejos del telescopio James Webb se guarda y protege en cápsulas metálicas individuales
Transporte militar
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Transporte militar

Para el transporte de los módulos entre los diferentes laboratorios de la NASA en EEUU se utiliza el potente avión de transporte militar C-5 Galaxy
Tamaño real
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Tamaño real

Una réplica a tamaño real del telescopio desplegada en el festival South by Southwest, en Austin, EEUU.

Octubre de 2018 será un mes histórico. Será el momento en el que se lance al espacio el telescopio más grande y potente jamás fabricado, el James Webb, sucesor del Hubble. El telescopio está hoy en día en plena fase de construcción y pruebas en la NASA. Ahora, cuando el proyecto entra en su recta final tras casi 20 años de planificación y desarrollo, es cuando mejor se puede admirar lo impresionante de este aparato.

El James Webb ha sido bautizado así en honor a James E. Webb, segundo administrador de la NASA hasta 1968 y una de las figuras fundamentales en el programa Apollo. Una de las piezas clave del telescopio es un enorme espejo de 6,5 metros de diámetro compuesto por 18 segmentos hexagonales más pequeños. Los espejos están fabricados con berilio y recubiertos en oro para aumentar la cantidad de luz infrarroja que son capaces de reflejar. 

La otra parte clave del telescopio es su escudo solar, más o menos del tamaño de una pista de tenis. Este escudo, compuesto de varias membranas, impide que la luz solar llegue directamente a los instrumentos de la zona central, que tienen que mantenerse a una temperatura de -220º C para funcionar correctamente. Para entender su eficacia, y como explica la NASA, es como si el James Webb estuviera recubierto de crema solar con factor de protección 1.000.000.

Si no se produce ningún retraso en su fabricación y ensamblaje final, el James Webb se lanzará rumbo al espacio en octubre de 2018. Dada su potencia, su principal objetivo será observar las galaxias y formaciones espaciales más distantes del Universo. Aquellas que la tecnología actual no puede captar. Supondrá el comienzo de una nueva era en la investigación espacial. 

 

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