Rondaban los años 70, concretamente 1975, cuando Jemer Rojo llegó al gobierno de Camboya. Después libró una cruenta guerra civil contra las tropas gubernamentales hasta su desintegración, a finales de la década pasada.
Según cuentan los veteranos de aquella época, la población padeció tal hambruna que se lanzó a comer todo tipo de cosas para completar el revolucionario cazo de agua y arroz con el que los líderes maoístas alimentaban a la nueva sociedad socialista agraria que vislumbraban.
Hoy en día las tarántulas son el mejor tentempié, el más reputado y apreciado manjar de entre todo el abanico de insectos e invertebrados que en general les gusta picar a los camboyanos.