Las inyecciones letales, como la mayoría de productos químicos procesados, tienen fecha de caducidad, y las existencias almacenadas en los depósitos del estado de Arkansas, en EEUU, están a punto de expirar. Ese es el motivo por el que el Gobernador estatal, Asa Hutchinson, ha ordenado que varias de las condenas a muerte pendientes en su jurisdicción sean ejecutadas en las próximas semanas. Ocho en apenas 10 días.
La medida no tiene precedentes en Estados Unidos, al menos desde la reinstauración de la pena capital en 1976. EEUU es el único país occidental en el que se practica la pena de muerte, pero sin embargo su aplicación venía siendo cada vez más infrecuente. En 2016 solo se produjeron 20 ejecuciones en todo el país, concentradas casi todas en los estados de Georgia y Texas, un descenso constante desde las 98 que tuvieron lugar en 1999. En Arkansas no se ha ejecutado a nadie desde 2005.