Mañana sangrienta en Jerusalén. Dos palestinos irrumpieron este martes con hachas y cuchillos en una sinagoga del barrio ortodoxo de Har Hof y mataron a cuatro fieles antes de ser abatidos por la policía. Una quinta víctima, un agente, murió horas después. El premier israelí ha advertido que responderá "con puño de hierro" al ataque y ha acusado al presidente palestino, Mahmud Abas, y al movimiento islamista Hamás, de provocar la agresión. La violencia sigue aumentando en Jerusalén desde que en julio un adolescente palestino fue quemado vivo por varios asaltantes judíos, en un ataque en represalia por la muerte de tres adolescentes israelíes que habían sido secuestrados y asesinados en Cisjordania. Este clima de tensión -azuzado por los recientes disturbios en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén- ha hecho que se reavive el debate entre expertos y organismos de seguridad sobre si se está produciendo una nueva Intifada palestina.