La 'Línea Verde' es el nombre que recibe la demarcación que divide Nicosia en dos partes, una controlada por la autodenominada República Turca del Norte y la otra reconocida como la República de Chipre. Entre ambas partes existe un 'check point' controlado por Naciones Unidas, un paso que hace posible el acercamiento entre las dos caras del país. La línea tiene, aproximadamente, 180 kilómetros de longitud y está contruida a base de muros grises, de alambradas y de puestos militares. Actualmente la Línea Verde no cuenta con actividad militar, el abandono y la naturaleza han podido con el hormigón y configuran un paisaje olvidado. Un fotógrafo de Reuters viajó hasta este territorio detenido en el tiempo para narrar gráficamente la división entre las dos caras de Chipre.
Imágenes: Neil Hall, Reuters