Tras el gran éxito comercial logrado por el Q7, como primer representante de la familia Q en Audi, en el año 2008 se lanzó la primera generación del Q5, un modelo con una estética similar a su hermano mayor pero 35 cm más pequeño y también más accesible de precio.
Ahora llega la segunda generación de este modelo, que mantiene unas dimensiones muy parecidas, pero que emplea una nueva plataforma. Con ello se consigue una mayor eficiencia, un comportamiento más dinámico, más pensado en la carretera, y con los sistemas de ayuda a la conducción más avanzados.