Bentley Flying Spur, la mejor berlina del mundo

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Una parada en la ruta.
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Una parada en la ruta.

En nuestra ruta por el País Vaco y Navarra a los mandos del Flying Spur tuvimos la oportunidad de parar en algunas zonas realmente bonitas, donde el modelo británico no desentonaba.
Puesto de conducción.
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Puesto de conducción.

El puesto de conducción se configura a gusto del propietario, con piel, con fibra de carbono, cualquier cosa que quiera el cliente se puede hacer. 
Cuadro muy completo.
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Cuadro muy completo.

Es un cuadro elegante y muy completo en el que el conductor tiene una pantalla digital con información muy completa. 

Dos metros de anchura.
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Dos metros de anchura.

Sea cual sea la velociodad a la que circulemos por la carretera, el aplomo que ofrece este modelo supera las expectativas. Son dos metros de anchura, espejos aparte. 
Dos plazas y minibar.
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Dos plazas y minibar.

Asientos negros, o rojos, o un espectacular bicolor, dos o tres plazas, con o sin mini-bar, todo es a gusto del afortunado consumidor. 
Cambios y otros mandos.
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Cambios y otros mandos.

Esta es la palanca del cambio y en la parte baja encontramos los mandos de gestión de la dureza de la suspensiòn y de la altura de la carrocería. 
Una ruta por el País Vasco.
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Una ruta por el País Vasco.

Imagen espectacular la de este buque insignia de la marca británica, con el que visitamos algunos monumentos románicos. 
Frenos cerámicos.
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Frenos cerámicos.

Este Bentley supera los 300 km/h y son 2,5 toneladas de peso en vacío. Por ello los frenos de nuestra unidad de pruebas eran cerámicos
Una flota de un millón.
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Una flota de un millón.

El precio de estos Flying Spur V8S es de unos 250.000 euros en su configuración habitual para España. Cuatro unidades, y con muchos extras, hacen que nuestra caravana superara el millón de euros. 

Se podría decir como en la publicidad de una marca de cerveza: probablemente la mejor berlina del mundo. No es algo excesivamente claro, porque realmente también un Rolls Royce o un Aston Martin están muy cercanos al modelo de Bentley, el primero más por lujo y el segundo más por deportividad. Pero sin duda está en el trío de cabeza.

Lo que tiene de bueno este Flying Spur es que combina deportividad y lujo casi a partes iguales. Y es que la marca británica especializada en la producción de coches de súper lujo también tiene una larga tradición deportiva con victorias inolvidables en Le Mans. Y esa dualidad le da un halo especial.
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