Todos los modelos de la marca británica combinan dos conceptos completamente distintos como son el máximo lujo, confort y elegancia con la mayor deportividad. Del primer aspecto, el de la elegancia, nuestros lectores solo tienen que ver estas fotos en las que cada detalle demuestra una terminación artesanal en la planta de Crewe.
En cuanto a deportividad, la clave es su motor V8 con doble turbo y 528 caballos, la suspensión de dureza regulable en cuatro posiciones, el cambio automático de ocho marchas con levas en el volante. Su comportamiento es por todo ello como el de un buen deportivo, pero con un coche de 5,3 metros y con 2.417 kilos de peso en vacío. Es lo máximo en lujo y en deportividad.