A finales de 1973 Henry Ford II tomó la decisión de hacer un coche subcompacto, de fabricarlo en España y de llamarlo Fiesta, un modelo que se ha hecho legendario, del que se han fabricado más de 18 millones de unidades. Para hacer este coche se montó una fábrica nueva en las proximidades de Valencia, en Almussafes. Esta fábrica se ha convertido en el referente de las plantas europeas de Ford.
El Fiesta, el Ford más español, comenzó con un motor de 40 caballos obtenidos de un cuatro cilindros de gasolina, pero con el paso de los años su estilo y su potencia han ido evolucionando hasta llegar a los 197 caballos del Fioesta ST, la versión más deportiva jamás fabricada en serie de este modelo. Ahora se cumplen 40 años de vida de un coche como el Fiesta, que ya forma parte de la leyenda del automóvil.