Peugeot 208 GT Line, para llamar la atención

C. Cancela

Pequeño pero matón
No llega los cuatro metros de longitud, exactamente 3,97, pero resulta un coche muy pintón y llamativo. Nunca dar espectaculo resultó tan económico.

Interior bien conseguido
El interior está muy bien conseguido, como pueden ver en esta foto en la que se combinan detalles más modernos con otros clásicos en un entorno armonioso.

Con volante pequeño
Puesto de conducción diferente, con un cuadro de instrumentos más grande de lo normal, pero sobre todo con un volante más pequeño,algo que estrenó su hermano el 308.

Muy buena estabilidad
Esta variante dispone de unas suspensiones bastante firmes, lo que unido a la mayor dureza de su dirección y a un potente equipo de frenos le hacen muy estable.

Cuentavueltas normal
Estéticamente es similar al del 308, pero hay un cambio importante con el cuentavueltas: en este caso va en sentido de las agujas del reloj, mientras que en el 308 va al revés, de derecha a izquierda.

Cámara frontal
Incorpora diversos sensores para asegurar el máximo de seguridad entre los que destaca la cámara frontal empleada para el freno de emergencia.

Pintura gris mate
La pintura mate es una opción que por un precio ajustado permite hacer que nuestro coche sea casi único. Eso si, con el paso del tiempo acaba cansando...

Asientos muy envolventes
Los asientos de esta versión GT Line son muy buenos, bastante duros de baqueta y sobre todo con un respaldo que sujeta el cuerpo en las condiciones más difíciles de circulación.

Maletero algo justo
Aunque si ofrece un buen acceso al maletero, en realidad resulta un poco pequeño. Esos 285 litros de capacidad homologada resultan algo justos cuando empezamos a meter cosas.

Máximo dinamismo
Sus dimensiones contenidas, su peso también muy ligero y unas suspensiones firmes hacen que su conductor tenga la sensación de llevar un coche más deportivo de lo que es realmente el 208.

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22/07/2016 05:00

Uno de los modelos emblemáticos de la marca Peugeot fue el 205, lanzado a mediados de los años ochenta y que se mantuvo en producción hasta el año 1998 cuando fue sustituido por el 206. Pero todavía se mantuvo en producción varios años más. El 208 es un perfecto sucesor de aquel mito, mantiene sus proporciones, pero con una tecnología mucho más avanzada que la de aquel vehículo francés que también se fabricó en Madrid.

Esta versión 208 GT Line es un compendio de virtudes, como su estética llamativa, sobre todo con la carrocería pintada en color gris mate, realmente espectacular, de nuestra prueba. También se ofrece en una versión de cinco puertas, menos vistosa pero mucho más práctica para acceder y salir del vehículo.

Y lo mejor es su aspecto mecánico, porque esta familia de motores Puretech ofrece lo mejor de las motorizaciones de gasolina, por su agilidad para subir de vueltas, pero al mismo tiempo aporta algunas de las virtudes de los de gasóleo, como su consumo ajustado o su buena elasticidad a bajas revoluciones. Sin duda, este 208 GT Line es un pequeño gran coche.

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