La belleza oculta de Teruel: qué ver en la ciudad clave del arte mudéjar

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Catedral de Santa María de Mediavilla (Foto: CC-AdelosRM)
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Catedral de Santa María de Mediavilla (Foto: CC-AdelosRM)

Es una de las construcciones más características del mudéjar en España, y una de las escasas catedrales españolas, junto con la de Tarazona, construidas en este estilo. Actualmente, la catedral está considerada como Bien de Interés Cultural. 
Iglesia de San Pedro: (FOTO: CC/Diego Delso)
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Iglesia de San Pedro: (FOTO: CC/Diego Delso)

Su campanario, la torre de San Pedro, es el ejemplo más antiguo del mudéjar turolense y data del siglo XIII. El interior del templo fue decorado entre 1896 y 1902 en estilo modernista neomudéjar por Pablo Monguió Segura y el artista plástico Salvador Gisbert, que erigieron, además, un nuevo claustro. En una de sus capillas laterales yacieron los Amantes de Teruel.
Acueducto Los Arcos (FOTO: CC/Zarateman)
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Acueducto Los Arcos (FOTO: CC/Zarateman)

Su construcción obedeció a la necesidad de mejorar el suministro de agua a la ciudad de Teruel, que hasta ese momento dependía de los grandes aljibes construidos en el último cuarto del siglo XIV en la actual Plaza Carlos Castel y de varios pozos y aljibes más pequeños distribuidos por otros puntos del casco urbano. Las obras de la Traída se iniciaron en 1537, captándose el agua de la Peña del Macho, fuente situada a mitad de camino entre Teruel y Valdecebro; pero pronto debieron abandonarse debido a su elevado coste económico.
Plaza del Torico (FOTO: CC/José Luis Mieza)
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Plaza del Torico (FOTO: CC/José Luis Mieza)

Su primitiva construcción data de 1375, aunque fue sustituida dos veces para que en 1858 se erigiera la actual. Se trata de uno de los puntos más ilustres de la ciudad, con una de las construcción más famosas, denominada 'Casa El Torico' (la edificación blanca del fondo), construida en 1912 y que originariamente se dedicaba a la venta de tejidos.
Torre de San Martín (FOTO: CC/AdelosRM)
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Torre de San Martín (FOTO: CC/AdelosRM)

Fue edificada entre 1315 y 1316 y reformada en 1550 por Pierres Vedel, que eliminó viviendas adosadas para dejar una plaza abierta ante la torre y construyó un refuerzo de sillería en su base para reparar y prevenir la degradación de su parte baja, muy erosionada por las humedades. En 1926, Ricardo García Guereta acometió una importante restauración; en la posguerra española Manuel Lorente Junquera volvió a intervenir en la torre restituyendo piezas cerámicas con un tono más tenue que el de las originales. Entre 2002 y 2007 se produjo una restauración completa, tanto en el interior como en el exterior, por la que fue recuperada la antigua entrada de debajo de la torre.
Iglesia de El Salvador (FOTO: CC/José Luis Filpo Cabana)
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Iglesia de El Salvador (FOTO: CC/José Luis Filpo Cabana)

Se levanta sobre la calle del Salvador, que discurre bajo ella utilizando el arco apuntado sobre la que se levanta, y que permite que estos lados queden libres de edificios anexos, a diferencia del resto de la base, que se encajona entre viviendas. Se construyó junto a la iglesia de El Salvador. La similitud con la torre de la iglesia de San Martín es evidente.
Escalinata de Óvalo (FOTO: CC/Alfredo Sánchez Gascón)
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Escalinata de Óvalo (FOTO: CC/Alfredo Sánchez Gascón)

Se trata de una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad. Levantada en 1920 por José Torán de la Rad, el objetivo era unir la estación de ferrocarriles con el casco antiguo. Sería a comienzos del siglo XXI cuando tomaría su actual forma: el británico David Chipperfield se encargó del proyecto de remodelación, peatonalizando la zona de manera definitiva.
Convento de las Carmelitas (FOTO: CC/Turol Jones)
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Convento de las Carmelitas (FOTO: CC/Turol Jones)

Con más de cuatro siglos de vida, este excepcional edificio fue el antiguo Convento de las Carmelitas. Sin embargo, aprovechando la remodelación de la Escalinata, también se llevó a cabo la recuperación de este edificio anexo, convirtiéndolo en la actual sede de la Delegación Territorial de Gobierno de Aragón.
Mausoleo de los Amantes (FOTO: CC/Zarateman)
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Mausoleo de los Amantes (FOTO: CC/Zarateman)

La historia (o leyenda) de los amantes de Teruel cuenta la historia de amor entre dos jóvenes turolenses, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla (también identificado como Diego de Marcilla), conocido a partir de las recreaciones del teatro barroco como Diego. Desde 1996 se celebra en Teruel. Ahora, también cuenta con un mausoleo propio
Viaducto de Fernando Hué (FOTO: CC/Ángel Vicente)
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Viaducto de Fernando Hué (FOTO: CC/Ángel Vicente)

El viaducto Viejo o de Fernando Hué fue proyectado por el ingeniero Fernando Hué de la Barrera y construido en 1929 para facilitar la expansión urbanística de Teruel hacia el Sur, donde actualmente se sitúa el Ensanche, y su comunicación con tierras valencianas a través de la carretera Burgos-Sagunto. Una de las obras de ingeniería civil de comienzos del siglo XX más importantes de España.
Dinópolis: (FOTO: CC/PePeEfe)
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Dinópolis: (FOTO: CC/PePeEfe)

Territorio Dinópolis es un parque cultural, científico y de ocio, dedicado a la paleontología en general y a los dinosaurios en particular. Fue abierto en 2001 con el objetivo de impulsar el sector del turismo y del ocio aprovechando la riqueza paleontológica de la provincia de Teruel.
Una ciudad para vivirla
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Una ciudad para vivirla

Además, Teruel destaca por lugares como los aljives medievales, el Museo Diocesano o el Claustro de San Pedro y por fiestas tran tradicionales como Las Bodas de Isabel Segura.

Teruel es, sin ningún género de dudas, la ciudad más importante del patrimonio artístico mudéjar. Buena parte de sus construcciones han sido reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, aunque no hay que olvidar algunas de sus creaciones más innovadoras y recientes.

El mudéjar es un estilo artístico que se desarrolla en los reinos cristianos de la Península Ibérica, pero que incorpora influencias, elementos o materiales de estilo hispano-musulmán, pues es la consecuencia de la convivencia existente de la España medieval.

Por tanto, se trata de un fenómeno exclusivamente hispánico que tiene lugar entre los siglos XII y XVI, como mezcla de las corrientes artísticas cristianas (románicas, góticas y renacentistas) y musulmanas de la época y que sirve de eslabón entre las culturas cristianas y el Islam.

 

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