Cooperación española en Vietnam: un país de experiencias piloto sin continuidad

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Niñas víctimas de las mafias de la prostitución en un centro de acogida financiado por la cooperación española en la capital de Vietnam, Hanoi
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Una niña prostituida dibujó a su madre y a su hermana alegres; ella, en azul, se dibuja culpable y excluida, como el ‘patito feo’.
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En Hanoi, las aceras no son para caminar, sino para estacionar las motos, los restaurantes callejeros y la venta de fruta.
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En Hanoi no se camina, se va en moto.
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Jaulas para hacer crecer alevines de tilapia y pez gato en la provincia de Tuyen Quang.
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La construcción de presas desplazó a las minorías de sus tierras. España financió jaulas de acuicultura para su sustento.
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Instalación de acuicultura financiada por la ayuda española en un embalse de la provincia septentrional de Tuyen Quang.
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Campo de arroz y casas en una aldea beneficiada por un proyecto de saneamiento sufragado por España en la provincia de Yen Bai.
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Dao Thi Thuan cocina en su casa de la provincia de Yen Bai, su familia instaló en 2013 una letrina gracias al apoyo de la ayuda española.
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Esta casa de aldea de la provincia de Yen Bai tiene por primera vez un baño (al fondo, detrás de la cocina) gracias a un proyecto español.
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En 2006, los reyes inauguraron oficialmente la sede de la AECID en Hanoi, que en 2015 será un reliquia del pasado porque cerrará.
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Sede de la AECID en Hanoi. En su interior ya no se gestionan nuevos proyectos y echará el cierre en 2015.

España jugó a caballo ganador al apostar por un país en el que todos los grandes donantes estaban presentes. Pero lo ha hecho sin una estrategia bien planificada. Se marcha dejando atrás proyectos sin rematar en sectores como la protección de víctimas por la trata de mujeres o el desarrollo socioeconómico en el medio rural.

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