Caso Arnaiz: una operación millonaria en tres simples pasos

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La labor de un inspector de Hacienda,que siguió el rastro de una operación de billetes de 500 llevó hasta el testaferro del arquitecto Leopoldo Arnaiz. Este hombre de paja realizó una venta de acciones fraudulenta a otra empresa controlada por otro testaferro. Una transmisión bastante torpe que provocó el hallazgo de sospechosos préstamos en efectivo y facturas falsas. Todo se investiga en el juzgado 35.
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La madeja judicial en torno a Leopoldo Arnaiz tiene cuerda de varios ovillos. Además de la imputación por blanqueo de capitales que se instruye en el juzgado número 35 de Madrid, el arquitecto está también imputado por estafa e incumplimiento de contrato en el juzgado número 8. Dos causas separadas pero totalmente relacionadas, ya que en esa instancia se dirime la querella interpuesta por su exsocia Rosa Llano, con la que se comprometió ante notario a pagar 8,7 millones de euros generados de la venta de un inmueble al Banco Santander por retirar el resto de causas que mantenía contra él.
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El arquitecto y empresario Leopoldo Arnaiz desarrolló un entramado de sociedades pantalla para comprar y luego revender terrenos sobrantes del desarrollo de la Ciudad Financiera del Banco Santander, cuyos suelos en el término municipal de Boadilla del Monte él mismo reclasificó como urbanizables como redactor del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).

Ese procedimiento sirvió a Leopoldo Arnaiz para encubrir su identidad como inversor y por el camino, también, para dejar fuera de las futuras plusvalías a su exsocia, Rosa Llano, con quien compartió intereses durante años en muchas más sociedades pantalla. Las transacciones realizadas con el Banco Santander con estas dos fincas y un edificio alcanzaron los 96 millones de euros.
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Ciudad financiera del Santander.

El pasado siembre vuelve. Diez años después, el Banco Santander afronta una causa que creía enterrada. El juzgado número 35 de Madrid ha dado con un hilo que lleva a una madeja superior en la que la entidad presidida por Emilio Botín aparece como protagonista de tres operaciones inmobiliarias por importe de 96 millones de euros con Leopoldo Arnaiz, el arquitecto contratado por Boadilla del Monte que años antes reclasificó el terreno adquirido por el banco para construir su complejo financiero. 

Lea toda la información sobre el caso Arnaiz.

 

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