Álbum de una noche histórica: de un muro llamado Oblak al manotazo del Cholo Simeone

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Oblak detiene el penalti.
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Oblak detiene el penalti.

Neuer detiene un penalti a Torres.
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Neuer detiene un penalti a Torres.

Oblak gana un balón aéreo.
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Oblak gana un balón aéreo.

Guardiola discute con Juanfran.
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Guardiola discute con Juanfran.

Torres abraza a Oblak ante la decepción de Muller.
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Torres abraza a Oblak ante la decepción de Muller.

Lewandoski marca el segundo del Bayern.
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Lewandoski marca el segundo del Bayern.

Simeone celebra la victoria.
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Simeone celebra la victoria.

Müller y Lahm, las caras de la decepción alemana.
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Müller y Lahm, las caras de la decepción alemana.

Vidal reclama tras el penalti a Torres.
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Vidal reclama tras el penalti a Torres.

Torres lamenta su fallo en el penalti.
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Torres lamenta su fallo en el penalti.

Griezmann marcó el gol que dio el pase a Milán.
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Griezmann marcó el gol que dio el pase a Milán.

Xabi Alonso celebra su tanto del partido.
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Xabi Alonso celebra su tanto del partido.

De esta falta llegó el primer tanto bávaro.
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De esta falta llegó el primer tanto bávaro.

Xabi Alonso marcó aprovechándose de un rebote en Giménez.
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Xabi Alonso marcó aprovechándose de un rebote en Giménez.

Simeone y Ribery
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Simeone y Ribery

Triunfo dedicado a una afición de primera categoría.
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Triunfo dedicado a una afición de primera categoría.

Apareció casi de la nada y ha conseguido lo que nadie imaginaba. Se fue Courtois, uno de los grandes artífices de la gloriosa historia moderna del Atlético de Madrid y se presentó en el Vicente Calderón otro gigante. Desconocido para el gran público. En dos años ha conseguido que la alargada sombra del guardameta belga no le haga ni un solo rasguño. En el Allianz Arena, Jan Oblak apareció en momentos puntuales y claves para sacar a flote a un equipo que sufrió en muchos momentos ante el asedio del equipo de Pep Guardiola. El esloveno detuvo un penalti a Müller cuando mandaba en el marcador el gol de Xabi Alonso y posteriormente brilló cuando más lo necesitó su equipo. Oblak va camino de ganar el Trofeo Zamora y además como el mejor portero de la historia. Suma ya  en este ejercicio 34 partidos sin encajar un gol, 23 de Liga, 3 de Copa del Rey y 8 de Champions. Oblak fue determinante en Múnich para que el Atlético dispute la tercera final de la máxima competición continental. Su figura representa a la perfección el nuevo hito alcanzado por el equipo del Cholo Simeone.

El Allianz Arena se tiño de rojiblanco y Oblak fue fundamental para pintar una sonrisa a un equipo de leyenda. “Tuve suerte al parar el penalti”, dijo el guardameta tras el partido, destacando que “sabíamos que iba a ser muy difícil, pero el equipo estuvo muy bien. Reaccionamos en la segunda parte y conseguimos marcar un gol que fue definitivo”. Una noche cargada de tensión que hasta alteró como nunca al Cholo Simeone, que en unas décimas de segundo perdió los nervios y soltó un manotazo a Pedro Pablo Matesanz -delegado del equipo- en un brazo cuando éste estaba pendiente de un cambio. Unas impactantes imágenes que finalmente se quedaron en una simple anécdota tras consumarse el pase del equipo rojiblanco a la gran final de la Champions League. Luis Aragonés puede estar orgulloso. Su venganza está a un paso de consumarse.

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