Marta Domínguez, de idolatrada a despreciada: "No podría mirarte a la cara"

La decisión del Partido Popular hizo pensar que la sanción no iba a tardar en llegar: exactamente 24 horas. Ese es el tiempo que transcurrió desde que apareció en el BOE la lista oficial del PP al Congreso sin el nombre de Marta Domínguez y la sanción del TAS que suspende a la exatleta tres años por dopaje. No sólo eso; el Tribunal de Arbitraje Deportivo la ha despojado del oro que se colgó en los Mundiales de Berlín 2009 y de la plata que ganó en los Europeos celebrados en Barcelona hace cinco años. Aunque Marta Domínguez vaya a recurrir y el PP de Palencia defienda que sus éxitos se deben a su esfuerzo, éstos quedan ensombrecidos. La que era considerada la mejor atleta española se ha convertido en un ídolo de barro.

En su día llegaste a ser mi ídolo y a día de hoy no podría ni mirarte a la cara, qué vergüenza.

— Ana Peleteiro (@apeleteirob) noviembre 19, 2015

Las reacciones no se han hecho esperar. Ana Peleteiro aseguró que en su niñez la palentina era su ídolo, pero ahora “no podría ni mirarla a la cara. Todas las mentirosas acaban cayendo. ¡Marta Domínguez sancionada tres años por dopaje!”. La atleta española se manifestó en su cuenta de Twitter, donde acompañó el mensaje con tres hastags: #atucasa, #vergonzoso y #doping. “En su día llegaste a ser mi ídolo y a día de hoy no podría ni mirarte a la cara, qué vergüenza”, añadió la joven saltadora, campeona de España de triple salto en 2014.

¡Por fin se ha hecho justicia! Marta Dominguez (la que fuera, cuando yo era joven, mi ídolo en el atletismo) sancionada por dopaje. #doping

— Diana Martín Giménez (@dianamartin81) noviembre 19, 2015

Diana Martín, medalla de bronce en el Europeo de Zúrich de 2014 en 3.000 obstáculos, se congratuló de la sanción y declaró: “¡Por fin se ha hecho justicia. Marta Domínguez, -la que fuera, cuando yo era joven, mi ídolo en el atletismo-, ha sido sancionada por dopaje”. Además, el corredor de 800 metros Luis Alberto Marco se posicionó en los mismos términos: “Me alegro que se haga justicia después de tanto tiempo. Lo cierto es que fue uno de los mayores palos que me he llevado en este deporte. Era para mí un ejemplo a seguir hasta que se supo todo. Obviamente no dejé que mi admiración me cegase, de un plumazo dejó de representarme”. Pablo Torrijos, actual récord de España en triple salto, comentó en las redes sociales: “Y cómo siempre me gusta decir, el tiempo pone a cada uno en su lugar. La emoción que sentimos muchos españoles al ver tu oro, ahora es nada”.

Cuando propios y ajenos al atletismo pensaban en la figura de Marta Domínguez la asociaban a su cinta rosa convertida en amuleto. Aquel regalo de su abuela la acompañó cuando se proclamó campeona del mundo en Berlín en 3.000 metros obstáculos, un logro que valió para que Palencia -su ciudad natal- le rindiese primero un homenaje y le erigiera después una estatua en su honor. Corría el año 2009 y a Marta Domínguez le sobraban motivos para celebrar: también fue elegida mejor atleta europea por la Asociación Europea de Atletismo. Las mieles del éxito llegaban un año después de la amargura sufrida en los JJOO de Pekín a causa de la caída que protagonizó en la misma prueba. Todavía tenía que convertirse en subcampeona de Europa antes de terminar participando en carreras populares como una atleta más.

A lo largo de 16 años, Marta Domínguez coleccionó medallas y su mayor logro llegó un año después de que en la final de los Juegos de Pekín tropezara con el penúltimo obstáculo y se fuera al suelo en plena final olímpica. Un lesión que afectó a su preparación para la cita olímpica la hizo decantarse por la disciplina de 3.000 metros obstáculos, nueva para ella hasta ese momento. Después de resolver la fase previa con buenas sensaciones, hincó la rodilla en el peor momento posible: a 200 metros de la meta cuando iba en el grupo de cabeza. No acabó aquella carrera, pero se resarció un año después cuando batió a la rusa Yuliya Zarudneva y a la keniata Milcah Chemos Cheywa para convertirse en campeona del mundo y batir el récird de España (9'07''32). En 2010 se convirtió en subcampeona de la misma modalidad en los Europeos de Barcelona.

Para llegar hasta ese punto, Marta Domínguez fue quemando etapas colgándose medallas mientras batía marcas y protagonizaba hitos para el atletismo español. Destacan sus buenas actuaciones en los Mundiales: suya fue la plata en la prueba de 5.000 metros en las citas que tuvieron lugar en Edmonton (2001) y París (2003), logros que contribuyeron a que fuera nombrada mejor atleta de España en esos años. En 2002 se bañó en oro porque tanto en los Europeos de Múnich (al aire libre) como en los de Viena (en pista cubierta) se proclamó campeona de 5.000 y 3.000 metros, respectivamente. Además, en 2007 se convirtió en la primera atleta europea que había conseguido proclamarse campeona en citas celebradas al aire libre, en pista cubierta y campo a través.

En su palmarés todavía quedan medallas, las mismas de las que tan lejos estuvo en los Juegos Olímpicos de Londres -fue duodécima en 3.000 metros obstáculos-, pero lo cierto es que su imagen, carrera y reputación como atleta se ha venido abajo. El pasaporte biológico presentó anomalías (niveles elevados de hemoglobina) entre agosto de 2009 (coincidiendo con los Mundiales de Berlín) y enero de 2013. Las irregularidades detectadas apuntaban a un posible dopaje sanguíneo ya fuera EPO o transfusiones. La diferencia se comprobó tres años después por contraste con los niveles que presentaba la palentina cuando regresó a la competición tras dar a luz. Tres expertos de la AMA concluyeron, por separado, que en su pasaporte biológico había algo extraño en 2009.

De primera dama del atletismo español, la mejor de todos los tiempos, y vicepresidenta de la Federación Española, pasó a ser vilipendiada y puesta en la picota por supuestas prácticas de dopaje. Marta Domínguez gozaba de una fama inmaculada como deportista que enorgullecía al atletismo español… hasta que la sombra del dopaje oscureció sus éxitos y salpicó a su figura. La estatua que erigieron en su honor es más de barro que nunca.