'Herself', viaje al centro de la intimidad femenina

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'Sin título 02', Ana Becerra (2015)
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'Sin título 02', Ana Becerra (2015)

'Habitat II', Irene Cruz (2013)
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'Habitat II', Irene Cruz (2013)

'Tarde Derramada', Leila Amat Ortega (2015)
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'Tarde Derramada', Leila Amat Ortega (2015)

'Sin título', Elena de Palacio (2015)
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'Sin título', Elena de Palacio (2015)

'Sin título 01', Ana Becerra (2015)
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'Sin título 01', Ana Becerra (2015)

'Raíces', Leila Amat Ortega (2015)
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'Raíces', Leila Amat Ortega (2015)

'Mär V', Irene Cruz (2015)
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'Mär V', Irene Cruz (2015)

'Volar', Leila Amat Ortega (2012)
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'Volar', Leila Amat Ortega (2012)

'Sin título 04', Ana Becerra (2015)
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'Sin título 04', Ana Becerra (2015)

'Sin título', Elena de Palacio (2013)
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'Sin título', Elena de Palacio (2013)

'Urlaub 08', Irene Cruz (2013)
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'Urlaub 08', Irene Cruz (2013)

'The Crowd', Elena de Palacio (2014)
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'The Crowd', Elena de Palacio (2014)

Cada momento histórico produce sus tendencias en el arte. Ver surgir y madurar a varias fotógrafas que comparten una exploración de fondo sobre el hecho de ser mujer, permite vislumbrar una cierta parte del espíritu de nuestro tiempo, tan complejo y multitudinario. 

No parece casual que las cinco fotógrafas agrupadas bajo la tendencia 'Herself' -en español 'Ella misma'- y cuya muestra puede verse estos días en la Virtual Gallery,compartan un claro vínculo estético que mantienen con ciertos movimientos artísticos de finales del XIX, como los prerrafaelitas tan interesados por el personaje de 'Ofelia', con los que comparten ciertas gamas cromáticas y un tratamiento de la luz que podríamos denominar neopictorialista, y, sobre todo, un enfoque narrativo resuelto con teatralidad. Este dramatismo retro las conecta a la vez con la vanguardista práctica de la performance: de hecho, sus obras congelan escenas en las que, en la mayoría de los casos, son ellas mismas las protagonistas de cierta historia que no termina de narrarse. 

Ninguna de ellas trabaja estos temas como fin en sí mismos, si no como medios para dar acceso a universos personales en los que exploran su identidad sexual, muchas veces mediante su propia desnudez con enfoques fronterizos entre lo misterioso, lo siniestro y lo irónico, con una libertad y una carencia de complejos identitarios que las sitúan más allá de los razonamientos del discurso postfeminista. Son obras de artistas que, pese a su juventud, ya pisan fuerte en el nuevo mercado del arte. Además de llenar cualquier estancia de elegante sentido, son apuestas llenas de presente para los coleccionistas de arte actual. 

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