Lo imprescindible del Paseo del Arte de Madrid, en tu móvil

M. M.

P.C.

'El descendimiento de la cruz' (Antes de 1435), de Rogier Van Der Weyden
La escena representa el momento en el que bajan a Cristo muerto de la cruz, mientras la Virgen asiste a él, desmayada. En la tabla se muestran multitud de cuidadas texturas -terciopelo, raso satén...- que representan en estatus social de cada uno de los personajes, cuenta la guía.

'El jardín de las delicias' (1500-1510), de El Bosco
El Bosco fue un adelantado a su tiempo y así lo demuestra con esta extraña obra, una de las más enigmáticas de la historia del arte. Es un tríptico repleto de personajes minuciosamente concebidos y ejecutados, que dan forma a un mensaje religioso y moralista sobre los placeres y los pecados.

'El emperador Carlos V a caballo en Mühlberg' (1548), de Tiziano
Tiziano recibió este encargo del retrato del hombre más poderoso del mundo conocido en su época. Tiziano, que había retratado ya a la monarquía y a la corte, conmemora aquí la victoria de Mühlberg que puso fin a la batalla entre las tropas del emperador Carlos frente a la Liga de Esmalcalda, compuesta por príncipes europeos seguidores de la Reforma luterana.

'La Anunciación' (1597-1600), de El Greco
Esta pintura, que formó parte del retablo del Colegio de la Encarnación de Madrid, muestra la desproporción del cuerpo humano tan característica del pintor cretense. Usaba, además, amarillos y verdes ácidos, colores poco habituales de encontrar en la naturaleza.

'Las Meninas' (1656), de Diego de Velázquez
Ésta es, probablemente, la obra más conocida de la pintura española. En esta escena, en la que retrata a la familia del monarca Felipe IV, Velázquez se retrata a sí mismo, colocándose al nivel de palacio y reivindicando la nobleza del arte de la pintura.

'Las tres gracias' (1630-1635), de Pedro Pablo Rubens
Rubens retrata a las hijas del dios romano Júpiter, como encarnación de la belleza femenina. La pincelada del pintor barroco reproduce con maestría la textura de las pieles.

'El 3 de mayo en Madrid' (1814), de Francisco de Goya y Lucientes
El Museo conserva más de 1600 obras del pintor aragonés, pero probablemente sea esta su composición más conocida; Goya aquí pinta el fusilamiento, en 1808, de ciudadanos españoles a manos de soldados franceses. Una obra revolucionaria que reivindica las figuras anónimas del levantamiento.

'Niños en la playa' (1909), de Joaquín Sorolla y Bastida
La luz es quizás uno de los rasgos más representativos de la obra de Sorolla y en este cuadro, en el que retrata a un grupo de niños tumbados en una playa de Valencia en un día de agosto. Con los colores morados y añiles consigue transmitir el juego de luz en el agua y en la superficie húmeda de la playa.

'Díptico de la Anunciación' (1433-1435), de Jan Van Eyck
Van Eyck destacó en pleno siglo XV por su capacidad de reproduccir la naturaleza de forma realista y detallada. En este díptico, su manejo de las sobras hace que los objetos retratados adquieran tal tridimensionalidad que parezcan estatuas.

'Retrato de Giovanna Degli Albizzi Tornabuoni' (1489-90), Domenico Ghirlandaio
Este retrato de perfil es uno de los más conocidos del periodo del Renacimiento. Después de su prematura muerte, antes de cumplir tan siquiera 20 años, Lorenzo Tornabuoni, su marido, pidió a Ghirlandaio que pintase a su difunta esposa para tener un recuerdo de ella.

'Joven caballero en un paisaje' (1510), Vittore Carpaccio
Este cuadro de Carpaccio está repleto de simbolismo. Cada una de las plantas y animales que rodean al personaje central de la pintura simbolizan una cualidad del joven caballero. Al parecer, el caballero podría pertenecer a la Orden del Armiño ya que en primer término está representado dicho animal y que el lema de la orden aparece escrito en el lienzo.

'Santa Catalina de Alejandría' (1598), de Caravaggio
En esta escena protagonizada por la princesa de Alejandría aparecen las herramientas que más tarde serían protagonistas de su martirio: la espada con la que la decapitaron y la rueda con los cuchillos. Al parecer, la modelo que posó para esta pintura fue una conocida prostituta, con lo que se produjo cierta polémica respecto la concepción de la obra.

'Les vessenots' (1890), Vincent Van Gogh
Este cuadro representa un campo de trigo de Auvers, un pueblecito cercano a París, poco tiempo antes de suicidarse. Aquí se puede ver la pincelada irregular y ondulante del pintor, que utiliza colores vivos como verdes y amarillos. El primer propietario del cuadro fue el mismísimo psiquiatra del artista.

'Bailarina basculando' (1877-1879), de Edgar Degas
El impresionista Degas representa una escena moderna y alegre relacionada con el mundo de arte, con un marcado punto de vista y una fragmentación propia de la Modernidad. Se centra en una figura femenina en una posición imprevista mientras que las mujeres del fondo parecen estar tras las bambalinas del escenario, en actitud relajada, sin darse cuenta de que las están mirando.

'Habitación de hotel' (1931), Edward Hopper
Hopper es el pintor de la soledad. De los espacios que dejan un vacío en el alma, de la gente que espera algo que no llega. Un pintor que representó perfectamente esos no-lugares que son las habitaciones de hotel, las gasolineras, el transporte público, sobre todo cuando está vacío.

'Arlequín con espejo' (1923), Pablo Picasso
Picasso se aleja del cubismo en esta obra, en la que utiliza colores fríos como el gris, el blanco y el azul, y en la que representa el lado menos alegre del mundo del circo y del espectáculo.

'La botella de anís' (1914), de Juan Gris
'La botella de anís' se considera una de las primeras obras de Juan Gris realizadas imitando la técnica del collage. El cuadro combina elementos pintados que representan la realidad con otros elementos añadidos físicamente a la composición que son la realidad.

'Un mundo' (1929), Ángeles Santos
"Ángeles Santos tenía tan sólo 19 años cuando pintó esta obra", explica la aplicación Paseo del arte imprescindible. Y la admiración que causó entre intelectuales como García Lorca o Juan Ramón Jiménez le abrió las puertas del mundo del arte surrealista de la época de entreguerras.

'Guernica' (1937), de Pablo Picasso
Quizás la obra más famosa de Picasso, la obra representa el terror del bombardeo de Gernika en 1937 durante la Guerra Civil española. El blanco, los grises y el negro ayudan a aportar un sobrio dramatismo a una escena cargada de simbolismo. Picasso presentó su obra en la exposición universal de París de ese mismo año.

'Rostro del gran masturbador' (1929), Salvador Dalí
Unas vacaciones con Gala -que aún era esposa de Paul Éluard- le inspiraron a Dalí este cuadro, en el que aparecen representadas las obsesiones sexuales del pintor y la dicotomía erotismo y muerte.

'Hombre con pipa' (1925), de Joan Miró
Miró fue uno de los surrealistas más determinantes en el panorama artístico español. Inspirado por los textos de Breton, Miró prescinde de ciertos cimientos formales, como la profundidad o la perspectiva.

'Bicho deshojado' (1960-1973), de Lygia Clark
La artista brasileña creó esta estructura simple de placas de metal que se articulan por medio de bisagras. El espectador puede cambiar la posición de la obra con sus propias manos, algo no muy habitual en un museo, entrando así en un diálogo directo con la obra.

'Las trompetas del juicio' (1968), de Michelangelo Pistoletto
Pistoletto es uno de los principales representantes del Arte Povera, una corriente que utiliza materiales cotidianos, pobres y humildes para sus composiciones. Estas tres trompetas de metal eran empleadas por los fascistas italianos durante los años 20 y 30 para movilizar a las masas populares.

'Trio A' (1978), de Yvonne Rainer
En 1966, la cineasta y coreógrafa Yvonne Rainer creó la coreografía 'La mente es un músculo', en la que exploraba nuevos horizontes en la expresión corporal. En 1978 se grabó la performance de esta coreografía 'Trío A', en la que aunque no haya música, sí que se trasluce una fluidez en los movimientos.

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14/11/2016 05:00 - Actualizado: 14/11/2016 20:32

"Merece la pena contemplar con detenimiento esta obra de Van Der Weyden, uno de los pintores más representativos de la escuela flamenca del siglo XV", explica la voz antes de pasar a analizar los volúmenes y texturas de 'El descendimiento' que pintó el artista de Tournai (en la actual Bélgica) antes de 1435. El arte de hace seis siglos a una tecla de distancia.

Y es que este lunes se ha presentado la nueva aplicación Paseo del arte imprescindible, un recorrido por 24 de las obras más representativas de las tres principales pinacotecas madrileñas: el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza. Mapas de los museos, la posibilidad de comprar el abono del paseo del arte (un 20% más barato que la suma de las entradas individuales), explicaciones en formato texto y audio de obras como 'El jardín de las delicias' de El Bosco o 'Un mundo', de Ángeles Santos. Todo disponible a través de una herramienta que puede descargarse de forma gratuita a través de la página www.esmadrid.com/app-paseo-arte-imprescindible o en Google Play y Apple Store.

Miguel Sanz, director de Turismo de Madrid Destino, dependiente del Ayuntamiento de la capital, admite que la propuesta nació de la "petición de los museos para promocionar el abono del Paseo del Arte", ya que desde el Ayuntamiento habían detectado que los turistas de "largo radio" -los que proceden de países lejanos como Japón, China, Estados Unidos, Brasil, Rusia, y el área de Oriente Medio- sólo "visitaban uno o como máximo dos museos".

Y es especialmente a ese tipo de turista al que se quiere dirigir la nueva aplicación, disponible en nueve idiomas -castellano, inglés, francés, alemán, italiano, portugués, ruso, chino mandarín y japonés- para facilitar el acceso al arte de los visitantes de la capital. Porque para Joao Fernandes, subdirector artístico del Reina Sofía, "visitar Madrid es inseparable de visitar estas colecciones".

Evelio Acevedo, director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza - institución que el año que viene cumple su 20 aniversario- cree también que con la herramienta Paseo del Arte imprescindible se conseguirá "destacar la riqueza cultural de madrid con tres museos únicos que en conjunto recibieron a más de 7 millones de visitantes en 2015".

Y aunque se busca unificar "un entorno que nos pone a la altura de la isla de los museos de Berlín", la aplicación todavía no cuenta con información relativa al resto de museos del Paseo, como el Caixaforum o el Museo Naval. Acevedo también espera que la iniciativa "contribuya al desarrollo de nuestra comunidad" y actúe como "una palanca económica que afecta a muchos sectores".

La alcaldesa Manuela Carmena ha explicado que "esto que hoy presentamos ha sido posible gracias a los acuerdos entre varias instituciones, algo que no sólo es posible sino absolutamente necesario" y ha confesado que le gustaría que este 'triángulo del Arte' que hoy comienza "sea más amplio" con el tiempo.