Elvis Presley murió tal día como hoy hace 39 años.
Decía Jim Morrison, el gran chamán del rock, que la muerte hace ángeles de todos nosotros. Sin embargo, hay a quien la muerte humaniza y le aparecen hombros allá donde había alas. Es el caso de las estrellas de la música, considerados poco más que semidioses por sus fans, que mueren ahogados por su vómito, o de sobredosis, en la más profunda soledad. Máxime cuando escasas horas antes todo eran risas, aplausos y amigos.
El pasado 21 de abril, Prince falleció en un ascensor; su cuerpo fue descubierto seis horas más tarde. Nadie imaginó que el gran príncipe de los escenarios pudiera agonizar tan solo. A fin de cuenta, todos nacemos y morimos solos; los ídolos también.
Estas son algunas historias.