Estados Unidos, años sesenta. La cámara de William Claxton y la pericia del musicólogo Joachin Berendt. Y un objetivo: seguir el rastro del jazz. Ambos querían documentar un fenómeno en plena ebullición, con vida y alma propia, que conquistó al público norteamericano de cualquier raza, estatus o clase social.
Charlie Parker, Duke Ellington, Muddy Waters, Stan Getz, Billie Holuday, Ella Fitzgerald, Miles Davis o John Coltrane se dan la mano con músicos callejeros, principantes y anónimos. El jazz brota, suena y conquista de costa a costa en túneles de metro, antros y salas de conciertos, callejones y prácticamente en cualquier rincón.
Todos y todo pasó delante del objetivo de Claxton para crear uno de los mejores compendios de la historia sobre consolidación del jazz: el célebre 'Jazzlife', un libro codiciado por los coleccionistas que acaba de reeditar Taschen.