La exposición del Titanic vuelve a zarpar con un botín de más de 200 objetos a bordo

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No todo pasó en el Titanic como lo pintó James Cameron en su famosa película. 'Titanic. The exhibition' llega a Madrid, más de 100 años después de su hundimiento, en foma de exposición para contar las historias de su tripulantes y desmontar mitos y leyendas. 

Dos cartas escritas en el buque por el primer oficial William Murdoch; un anillo de Gerda Lindell, que no sobrevivió al naufragio; las botas de una pequeña de cuatro años, llamada Louise Kink; el camisón de Carolina Byström, pasajera de segunda clase; una de las tres 'sitting cards' que hay en el mundo de Malkolm Joakim Jonhson o la lista de los pasajeros de primera clase son algunos de los más de 200 objetos originales que se pueden descubrir en esta muestra, que estará en el Centro Cultural de la Villa hasta el mes de marzo.

También había presencia española en el Titanic... y en la exposición. De los 2.207 pasajeros, sólo una decena eran españoles. Entre ellos, Víctor Peñasco, de quien se puede ver un esmoquín, y su mujer Josefa Pérez de Soto, dos de las personas más ricas de España que, según el comisario, el historiador Claes-Göran Wetterholm, hicieron una de las paradas de su luna de miel en el Titanic.

Además, la exposición incluye maquetas y réplicas de algunas estancias del barco o una recreación fotográfica de las célebres escaleras en las que Rose y Jack, es decir Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, se encuentran en el filme. De hecho, también se puede ver la joya original que inspiró la película de Cameron: un pequeño collar con una diminuta esmeralda que Henry Morley le regaló a Kate Phillips en plena travesía. Él, dueño de un tienda, y ella, una joven de 19 años, se escaparon de Inglaterra en el transatlántico con nombre falso. Morley murió y Phillips sobrevivió y dio a luz nueve meses después a su hija Ellen. ¿Les suena?

 

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