El pop es mucho más que Warhol

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'Doll Festival', 1966. Ushio Shinohara
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'Doll Festival', 1966. Ushio Shinohara

Atomic Kiss, 1968. Joan Rabascall
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Atomic Kiss, 1968. Joan Rabascall

'Cubes', 1968. Teresa Burga
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'Cubes', 1968. Teresa Burga

'American Interior #1', 1968.Erró Photograph
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'American Interior #1', 1968.Erró Photograph

'Fallout', c.1964. Kiki Kogelnik
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'Fallout', c.1964. Kiki Kogelnik

'Cosmética' (de la serie 'La Mujer'), 1971. Isabel Oliver
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'Cosmética' (de la serie 'La Mujer'), 1971. Isabel Oliver

'Bombs in Love', 1962. Kiki Kogelnik
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'Bombs in Love', 1962. Kiki Kogelnik

'Valentine', 1966. Evelyne Axell
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'Valentine', 1966. Evelyne Axell

Valentine
Without Rebellion, 1970. Jerzy Ryszard
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Without Rebellion, 1970. Jerzy Ryszard

Una nueva exposición en la Tate Modern de Londres supera prejuicios y fronteras para demostrar que el arte pop que encumbró a Andy Warhol o a Roy Lichtenstein fue además un movimiento de resistencia global.

The World Goes Pop, que estará abierta al público hasta el 24 de enero, reúne unas 160 obras de los años 60 y 70 de artistas de todo el mundo, incluidos de España y Latinoamérica, que aprovecharon la imaginería forjada en el Reino Unido y Estados Unidos para reflejar sus realidades.

La muestra, cuyos participantes son, en algunos casos, poco conocidos, pretende explorar "cómo las diferentes culturas han contribuido, repensado y respondido al movimiento", según la galería. Aunque en general se considera un fenómeno angloamericano -una reflexión sobre la cultura comercial moderna-, la exposición busca "las historias alternativas del pop", que a menudo son más críticas y subversivas que las originales.

Frente a las mujeres rubias y despampanantes del universo pop estadounidense, artistas femeninas de otros países reinterpretaron la feminidad con disecciones viscerales del cuerpo, como el aparato digestivo recogido en Glu, glu, glu (1966), de la brasileña Anna Maria Maiolino, o los miembros aislados de Jana Zelibska o la argentina Delia Cancela.

Si el pop anglosajón se asocia a menudo con iconos culturales famosos, como Marilyn Monroe o Elvis, o al individuo como consumidor, el movimiento pop global se centra con frecuencia en las masas como símbolo de la cultura contemporánea.

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