Unos días después de la gran marcha por la libertad de expresión de París, tras los atentados en la revista Charlie Hebdo, el 20 de enero, un rapero y un sociólogo francés declararon ante el Tribunal de Gran Instancia de París, acusados de “insulto público” e “incitación a la discriminación, el odio o la violencia contra un grupo”. Los acusados eran el cantante Saïdou del grupo Zone d’expression populaire (Z.E.P) y el doctor en economía social Saïd Bouamama.
El veredicto, que se conoció ayer, desestimó la acusación.
El trabajo de Saïd y Saïdou de 2010 fue tan polémico como explícito. Se titulaba “Nique la France, devoir d’insolence” (Que le follen a Francia, el derecho a la insolencia) y en él aparecían 95 retratos de franceses de distintos orígenes y culturas, con el dedo corazón bien estirado. “Que le follen a Francia” es “rechazar la invisibilidad y la discreción. Es la afirmación de nuestro derecho a ser lo que somos y mostrarlo visiblemente”, argumentaba su autor.