25 años sin Lee Van Cleef, el más malo del Salvaje Oeste

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El halcón y la presa (1966)
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El halcón y la presa (1966)

Solo ante el peligro (1952)
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Solo ante el peligro (1952)

El cuarto hombre (1952)
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El cuarto hombre (1952)

El hombre que mató a Liberty Valance (1962)
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El hombre que mató a Liberty Valance (1962)

La muerte tenía un precio (1965)
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La muerte tenía un precio (1965)

El bueno, el feo y el malo (1966)
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El bueno, el feo y el malo (1966)

Gran duelo al amanecer (1972)
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Gran duelo al amanecer (1972)

El desafío de los siete magníficos (1972)
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El desafío de los siete magníficos (1972)

1997: Rescate en Nueva York (1981)
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1997: Rescate en Nueva York (1981)

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El 16 de diciembre de 1989 fallecía el más malo del lejano oeste: Lee Van Cleef. La mirada más perversa y penetrante del spaghetti western nos decía adiós tras una carrera marcada por sus papeles de villano.

Pocos actores pueden acumular tantos clásicos de la historia del cine en su filmografía. En su caso siempre interpretando al forajido que hacía la vida imposible al protagonista. Cómo no acordarse de su participación junto a Clint Eastwood en La muerte tenía un precio (1965) y en El bueno, el feo y el malo (1967), donde daba vida, cómo no, al malo del título. Ambos filmes dirigidos por Sergio Leone, a quien Van Cleef debe su regreso al mundo del cine cuando se ganaba la vida como pintor en Nueva York.

En su primera película, Sólo ante el peligro (1952), de Fred Zinnemann, ya dio vida al malo de la función, aunque tuvo que esperar al auge del spaghetti para que su mayor virtud saliera a la luz: su mirada.

Los primerísimos planos de los rostros de los protagonistas que puso de moda Leone desvelaron unos ojos hipnóticos, cada uno de un color, que le hacían perfecto para ser el villano predilecto del western.

Las películas, incluso como protagonista, comenzaron a sucederse, entre ellas El halcón y la presa (1966), El Cóndor (1970) o la serie sobre Sabata, que le uniría al realizador Gianfranco Parolini (también conocido como Frank Kramer) con quien rodaría en varias ocasiones.

Uno de sus últimos papeles sería el del alcalde de la prisión en 1997: Rescate en Nueva York, el filme de culto de John Carpenter, que en el fondo era un homenaje al spaghetti western que encontró en la mirada bicolor de Lee Van Cleef su mejor aliado.

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