En 1977, con 30 años, el fotógrafo Stephen Shames recibió el encargo de la revista Look de realizar un reportaje en el Bronx. Allí comenzó a fotografiar a las bandas callejeras de adolescentes que sobrevivían en uno de los barrios más pobres de EEUU.
Las imágenes de Shames plasmaron un barrio en el que los niños se iniciaban desde edades muy tempranas en el mundo de la violencia, el sexo y las drogas. Su cámara encontró niños de 13 años inyectándose heroína ayudados por un amigo, jóvenes preparados para cometer un robo o simplemente divirtiéndose en fiestas.
Chavales que más que en familias crecen dentro de sus propias bandas, donde incluso muchos son padres a edades muy tempranas.
El fotógrafo conectó con los chavales, lo que le permitió ganarse su confianza y que le permitieran entrar en sus vidas en las calles y en sus hogares.
Ahora el libro Bronx Boys (University of Texas Press, October, 2014) recoge el trabajo de Shames en 123 fotografías en blanco y negro realizadas entre 1977 y 2000. Muchos de los protagonistas de sus instantáneas se encuentran en la cárcel o muertos, como consecuencia de la dura vida en el Bronx.
El libro también recoge los testimonios en primera persona de dos de los adolescentes de las bandas callejeras, que escaparon de la delincuencia y se convirtieron en padres de familia y exitosos hombres de negocios, algo que agradecen a la aparición de Stephen Shames en sus vidas.