Ibáñez, mucho más que Mortadelo y Filemón

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El Círculo de Bellas Artes dedica una exposición a la carrera de Francisco Ibáñez.
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El Círculo de Bellas Artes dedica una exposición a la carrera de Francisco Ibáñez.

La muestra 'Francisco Ibáñez, el mago del humor' recorre la obra de uno de los mejores historietistas españoles de todos los tiempos. Hasta el 18 de enero el Círculo de Bellas Artes acoge esta exposición que rinde homenaje al dibujante y guionista que abandonó su trabajo en el Banco Español de Crédito en los años 50 para dibujar y crear algunos de los personajes más miticos de la historia del tebeo español como Mortadelo y Filemón, Rompetechos o Pepe Gotera y Otilio.
'La risa' y la editorial Marco, el primer trabajo de Ibáñez.
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'La risa' y la editorial Marco, el primer trabajo de Ibáñez.

Ibáñez comienza a trabajar para la editorial Marco en el año 1955. Sus primeras aportaciones son una o dos páginas para cada número, pero a medida que se va afianzando dentro de la editorial va ocupando cada vez más espacio hasta que llega a ser protagonista de casi la mitad de las páginas del Almanaque para 1957. En el año 1958 la revista cambia su cabecera, teniendo Ibáñez la oportunidad de realizar unos cuantos chistes para la portada de la revista.
La evolución de Mortadelo y Filemón.
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La evolución de Mortadelo y Filemón.

Empezaron más similares a un Sherlock Holmes y un Watson cañí pero en su primer década de vida se fueron convirtiendo en los más caóticos detectives de la literatura española que hoy tenemos todos en la memoria. Ibáñez los creó en 1958 por encargo para Bruguera y la primera serie saldría en el número 1.394 de la revista 'Pulgarcito'. Hasta hoy el dibujante ha publicado más de 12.000 páginas sobre esta pareja, pero fue en sus tres primeros años de vida cuando Filemón perdió el sombrero de fieltro, la pipa y la chaqueta y Mortadelo dejó por el camino el paraguas y el bombín del que sacaba todos sus disfraces.
'Felisa y Colás', una de las series más desconocidas de Ibáñez.
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'Felisa y Colás', una de las series más desconocidas de Ibáñez.

Duró dos entregas y su espacio era media página. En 1958 Ibáñez creo una de sus series más desconocidas, la de 'Felisa y Colás'. Se trataba de una parodia de una pareja de pueblerinos apoyada en el contraste entre la novia y sus aspiraciones al estilo de vida de la gran ciudad y las maneras bruscas del novio, en quien se integran todas las cualidades negativas atribuidas al hombre de campo. Aunque la serie de Ibáñez no prosperó, constituye un precedente de la mucho más popular y longeva 'Agamenón', en la que Estivill retrató con maestría todos los tópicos del ámbito rural.
'El sulfato atómico', la primera serie larga de Mortadelo y Filemón.
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'El sulfato atómico', la primera serie larga de Mortadelo y Filemón.

Esta fue la primera serie larga publicada de 'Mortadelo y Filemón' y una de las series más afamadas de Ibáñez. La creó en 1969 y en ella se aprecia a la perfección la influencia del estilo del cómic franco-belga que triunfaba en Europa en la década de los 60, con personajes como Asterix o Lucky Luke, con un dibujo muy detallado y de calidad. Este cambio de estilo fue originado por la familia Bruguera, que traía pilas de revistas de sus viajes a Francia y se las mostraban a los colaboradores de la editorial como el camino a seguir para mejorar sus publicaciones.
Rompetechos, el predilecto de Ibáñez.
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Rompetechos, el predilecto de Ibáñez.

Ibáñez parió a Rompetechos en 1964 para su segunda etapa en 'Tío Vivo'. El historietista ha reconocido en varias ocasiones que este hombre bajito cuya mala visión le lleva a acabar metido en numerosas situaciones cómicas su personaje favorito del más de centenar que ha creado en toda su carrera. Pero, además, este personaje es la máxima expresión de la capacidad de Ibáñez para el gag acumulativo.
'Merchandising' para todos los gustos.
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'Merchandising' para todos los gustos.

La exposición dedicada a Ibáñez en el Círculo de Bellas Artes acoge un centenar de tebeos, 23 dibujos originales de sus series y una abundante cantidad de productos de 'merchandising' de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta que van desde muñecos, tazas y pines hasta puzzles, cajas de cerillas o cromos que traían los bollos de la época.
'Con la música a otra parte'.
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'Con la música a otra parte'.

Durante la década de los 60 Ibáñez realizó las dobles páginas centrales de los números extraordinarios de la revista 'DDT', con temáticas muy diversas. Esta figura pertenece a la doble página central llamada 'Con la música a otra parte', perteneciente número extra de la revista 'DDT' dedicada a la música.
Tete Cohete.
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Tete Cohete.

El hiperactivo muchacho especializado en construir vehículos a reacción a partir de cualquier cachivache, se estrenó en las páginas de 'Pulgarcito' en 1981. En sus primeras historietas aparece acompañado de Mortadelo y Filemón -con los que además protagonizará un álbum de la pareja titulado precisamente 'Tete Cohete'- para después protagonizar gags en solitario, de la mano de autores anónimos. Ediciones B reeditó la cabecera que contenía sus aventuras en 1991 con el título 'Super Guai!'
Capeando la censura.
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Capeando la censura.

Este dibujo publicado en la revista 'Tío Vivo' en 1962 es un buen ejemplo para explicar cómo los tebeos no escaparon a la censura impuesta en la dictadura. Francisco Ibáñez, igual que sus compañeros de profesión, adapta con prontitud para con su obra determinados elementos de autocensura. En el caso de '13, Rúe del Percebe', el personaje del científico loco fue sustituido por el de un sastre al ser aquel considerado un “creador vida” e ir por tanto en contra del dogma de Dios como único hacedor.
La también censurada familia Trapisonda.
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La también censurada familia Trapisonda.

Ibáñez creó en 1958 a esta familia formada por un matrimonio, su hijo, su sobrino, una criada y un perro hasta que la censura dijo que este modelo de familia no se amoldaba a los cánones de la Iglesia y que la autoridad familiar del patriarca no salía muy bien parada. De este modo, 'La familia Trapisonda, un grupito que es la monda' pasó a estar formada por unos hermanos que viven con sus sobrinos.
Kokolo.
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Kokolo.

Kokolo apareció por primera vez en la revista 'La Risa' en 1952, pasando a partir de 1956 a Hipo, Monito y Fifí. Es una serie con dos personajes: un cazador blanco y su empleado, un joven negro vestido con taparrabos.Su relación está llena de malentendidos y persecuciones.

Sus personajes son íconos de nuestra cultura y de la infancia y juventud de muchos. Mortadelo y Filemón, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, los vecinos de 13, rúe del Percebe o el botones Sacarino son los más conocidos del centenar que ha parido en Ibáñez en toda su carrera. Ahora el Círculo de Bellas Artes le rinde homenaje en la exposición Francisco Ibáñez. El mago del humor (hasta el 18 de enero), que recoge la fructífera obra del que es uno de los historietistas españoles más famosos a través de más 100 tebeos publicado entre los años cincuenta hasta la actualidad, 23 series de dibujos originales cedidas por el actor y cantante Carlos Areces y Ediciones B, 'merchandising' y paneles explicativos sobre la evolución de sus dibujos.

"Ibáñez ha sabido como nadie llegar al inconsciente colectivo humorístico de este país. Sabe cómo provocar la carcajada de la manera más directa y más sencilla posible. No por casualidad es un gran amante del slapstick, el cine mudo americano de humor, el de las persecuciones, los tropiezos, el tartazo, aunque esto no sea políticamente correcto", ha asegurado Antonio Guiral, comisario de la muestra.

La exposición recorre a sus personajes más míticos, arquetipos de la sociedad española que hoy aún perduran en muchos casos, pero también de otros más desconocidos como aquellos que creó por encargo publicitario como PepsiMan, Kinito o Don Pedrito, que está como nunca (este último lo creó nada menos que para incluir la publicidad del brandy Fundador en los tebeos infantiles).

Hoy Mortadelo y Filemón y Rompetechos siguen vivos fieles al humor "surrealista, disparatado y directo" de uno de los grandes padres del tebeo. Los comisarios, Antonio Guiral y Elena Vergara, calculan que desde que comenzó su carrera Ibáñez ha publicado unas 50.000 páginas, de las que 12.000 son de su icónica pareja de detectives chapuceros.

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