Las claves del nuevo Museo Arqueológico Nacional

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La Dama de Elche encapsulada
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La Dama de Elche encapsulada

Lo que más sorprende del icono del MAN (su Gioconda) es que ha sido introducida en una gran vitrina, aislada y sin una sola referencia, ni cartela. Al parecer, todos sabemos quién es ella. La información se encuentra en una pared a espaldas del espectador. Además, se significa su presencia con esa trasera de estuco pintada de almagre (rojizo), el color de la cerámica ibérica. Su protagonismo se subraya y ahora se puede ver desde tres salas de distancia. La iluminación también ayuda a su presencia emblemática. [Foto: Enrique Villarino]
Iconos para los turistas extranjeros
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Iconos para los turistas extranjeros

El director del MAN, Andrés Carretero, reconocía a este periódico que la dama ha recibido un tratamiento de protagonista innegable. De hecho, la estrategia de captación de público extranjero que plantea se basará en piezas icónicas como ésta. "La historia de España no le interesa a los turistas extranjeros, así que debemos venderle la Dama de Elche, Pozo Moro, Guarrazar, los toros de Costitxs... Hay que venderles iconos y contenido sensible". Es importante subrayar esa prioridad de la visión "sensible" en la exposición que destaca el director, porque ese el tono del recorrido. [Foto: Enrique Villarino]
Canibalismo, divulgación y ¿sensacionalismo?
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Canibalismo, divulgación y ¿sensacionalismo?

El tono científico ha desaparecido por completo en la revisión histórica de los pueblos que habitaron esta península que ahora llamamos "España". Por ejemplo, es muy llamativa la ilustración que se incluye en la zona prehistórica, en la que se representa un banquete caníbal muy gore. El módulo dedicado a los orígenes de la hominización es el más impactante en el tratamiento de las imágenes que recrean usos y costumbres. Lo peor de esta parte es la solución laberíntica por la que se ha optado. El sentido del recorrido es indescifrable. [Foto: Enrique Villarino]
El escenario del pasado
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El escenario del pasado

Lo más llamativo de las salas dedicadas a la Prehistoria es el esfuerzo por contextualizar las piezas. Ya no vale con dejarlas en una esquina y rendir devoción a los objetos sobre el vacío. Las recreaciones son extraordinariamente escenográficas y atractivas. Destaca y la instalación "Morar y morir en casa", en la que aparece una casa argárica, pueblo que enterraba a sus muertos debajo de su casa, o esta presentación de estelas en Extremadura. Las últimas tendencias historiográficas las sitúan en un entorno similar a éste. [Foto: Enrique Villarino]
El espectáculo está garantizado
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El espectáculo está garantizado

No cabe duda que la intención del nuevo discurso museográfico es adecuarse a las nuevas exigencias visuales más espectaculares y atractivas. La planta volada de la Mezquita de Córdoba es uno de esos ejemplos clave. Hasta el momento permanecía en almacenes por falta de espacio, ahora vuela sobre el delicado Bote de Zamora de marfil de elefante, trabajado por los artesanos Omeya. En algunas salas los conceptos ganan a los objetos, en esta definitivamente no ha sido así. [Foto: E. Villarino]
Al alcance de la curiosidad
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Al alcance de la curiosidad

Al director del MAN le gusta llamarnos "usuarios". Ni visitantes, ni espectadores. Usuarios porque son personas que llegan al museo a utilizar el museo, a relacionarse con él, a emocionarse con el montaje. En ese sentido, juega un papel muy importante la intención de las luces y la técnica audiovisual. La experiencia está al nivel del conocimiento. Hay 56 audiovisuales en todo el recorrido, y la mayoría son animaciones sin imagen real. Con la desaparición del visitante, desaparece también la narración plana. Hay elementos como estas maquetas, que ayudan a imaginar las investigaciones científicas. [Foto: E. Villarino]
Un viaje de lo mínimo a lo monumental
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Un viaje de lo mínimo a lo monumental

Las piezas monumentales como el artesonado de 'La Cúpula de Torrijos', una techumbre octogonal bajo la que los Reyes Católicos firmaron sus capitulaciones, o los montajes de los inmensos mosaicos, yeserías y arcos, contrastan con la pulcritud con la que se recomponen los objetos más humildes como las fíbulas o el ajuar funerario egipcio. Curiosamente, el módulo dedicado a esta cultura arranca con una formidable ilustración que recrea el trazado del río Nilo, pero que, lamentablemente, es cortado en su perspectiva por un expositor gigante que impide la visión total. [Foto: E. Villarino]
Egipto, la mirada efectista
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Egipto, la mirada efectista

Según ascendemos en las plantas y avanzamos en el tiempo, el proceso social en el tratamiento de la narración pierde importancia frente al tratamiento artístico de los montajes. El espacio de Egipcio es un buen ejemplo de ello. Se ha optado por la penumbra, la intimidad y el misterio. Como si estuviésemos en una tumba de un faraón. Estamos en el apartado más efectista de todos, no hay duda. Pero con un grave inconveniente: los sarcófagos ya no se pueden ver íntegramente. Así como en el montaje anterior el diseño permitía rodearlos, en éste la visión únicamente es frontal. [Foto: E. Villarino]
Machos y machistas en Grecia
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Machos y machistas en Grecia

En el final hay que llamar la atención sobre el discurso que se hace de la Antigüedad clásica griega mostrando una cultura que menospreciaba a la mujer en favor del hombre. La maravillosa colección de cerámica ayuda en la interpretación. También destaca la sala dedicada al trabajo de los arqueólogos, que informa de cómo se forman y protegen las colecciones: imprescindible el vídeo sobre la protección del Tesoro Nacional en la Guerra Civil y el cuidado con el que trata la pérdida de las piezas numismáticas en el trayecto a Ginebra.

Las claves de la reforma del Museo Arqueológico Nacional (MAN) están orientadas a ofrecer nuevas "sensaciones placenteras" para el usuario. Hay un aparato escenográfico mucho mayor, desde las luces a las puestas en escena de las piezas históricas. La intención divulgativa -reforzada por el gran número de audiovisuales- ha podido sobre la académica

La exposición de la colección permanente del museo está dividida en tres áreas temáticas y 40 salas: primera, "Arqueología y patrimonio" (tres salas de presentación multimedia de las materias); segunda, "España, lugar de encuentros", las 26 salas vertebradoras de la exhibición, con módulos dedicados al universo paleolítico, prehistoria, nuevo milenio, pueblos prerromanos, iberia, hispania romana, Edad Media, mundo medieval y Edad Moderna; tercera, "De gabinete a museo", las últimas nueve salas, en las que se narra la historia del museo y el proceso de formación de sus colecciones (una autorreferencia imprescindible y novedosa). En esta última parte se incluye Oriente Próximo antiguo, Egipto, Nubia, Grecia y la moneda. 

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