El milagro que surgió del hielo

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La colaboración y el conocimiento del terreno de las tribus nómadas siberianas resulta esencial para la preservación de los fósiles árticos.
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Bernard Buigues examina a Chersky, el rinoceronte lanudo hallado bajo el barro congelado de una mina de oro en Yakutia, en 2007.
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El paleontólogo David Fisher junto a Khroma, una cría de mamut que sólo tenía 30 días cuando murió hace 45.000 años.
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Por ahora, la comunidad científica obtiene lo que los expoliadores no quieren. El objetivo del proyecto Mammuthus 2010-2014 es cambiar esta situación.
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Vista del campamento de criadores de renos próxima al río Yuribei, donde fue encontrado el fósil del bebé mamut mejor conservado.
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El hielo de Siberia parece ser la clave para retroceder 39.000 años en el tiempo. El proyecto del explorador Bernard Buigues, documentado por el fotógrafo Francis Latreille, intenta explorar y recuperar el control de una zona arqueológica en la que descansan los cuerpos sin vida de grandes mamíferos que vivieron en la última glaciación. Los cazadores furtivos de la zona (cerca de las costas del Océano Ártico, próximas al río Yuribei) dominan las excavaciones y controlan el lucrativo negocio de los colmillos de mamuts. La estrella de este viaje al pasado es Yuka y se encuentra asombrosamente bien conservada. Yuka tenía 10 años cuando murió en el hielo de Siberia. La cría de mamut lanudo murió tras ser perseguida por leones y romperse una pata trasera, lo que la inmovilizó lo suficiente para ser asaltada por humanos primitivos que le quitaron la carne y buena parte de su esqueleto.

Cuando hallaron el cuerpo, un grupo de científicos consideraron que fueron los propios cazadores los que enterraron los restos para usarlos posteriormente, lo que explica en parte el excelente estado del espécimen, que conserva gran parte del pelaje pelirrojo que la protegía del frío, la trompa casi entera y la superficie rugosa de las patas. Los científicos han hecho varios intentos por clonar mamuts, utilizando células de restos de 1990, sin éxito. Los mamuts vivieron desde hace aproximadamente 4,8 millones de años hasta finales de la última glaciación. Sin embargo, una pequeña población sobrevivió en la isla de Saint Paul (Alaska) hasta el año 6.000 a.C. Los mamuts enanos de la isla de Wrangel, en Siberia, no se extinguieron hasta el 1650 a.C. Los mamuts vivieron desde hace aproximadamente 4,8 millones de años hasta finales de la última glaciación. Sin embargo, una pequeña población sobrevivió en la isla de Saint Paul (Alaska) hasta el año 6.000 a.C. Los mamuts enanos de la isla de Wrangel, en Siberia, no se extinguieron hasta el 1650 a.C.

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