Los ocho productos que no deberías calentar en el microondas

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Huevos con cáscara
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Huevos con cáscara

Si quieres hacer huevos duros en el microondas, lo más probable es que el experimento termine mal y luego tengas que limpiar el estropicio. Como la cáscara del huevo es porosa, permite el intercambio de gases entre el interior y el exterior. Y, puesto que el microondas calienta más rápidamente que el agua hirviendo, la velocidad de generación de vapor será superior a la del aparato. Por lo tanto, aumentará la presión interna y terminará reventando. Resultado: la cáscara rota, el huevo desmenuzado y el microondas sucio.  

Guindillas
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Guindillas

Usar el microondas para calentar guindillas es como arrojar gas pimienta en un ambiente cerrado. La capsaicina del pimiento (el compuesto que determina lo picantes que son) se vaporiza cuando se expone a altas temperaturas dentro del electrodoméstico. No es que vayan a explotar, pero los humos emitidos deben evitarse, pues podrían irritar tus ojos o tu garganta.  

Leche
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Leche

Es tradición, lo hacemos todas las mañanas en el desayuno. Sin embargo, deberías saber que cuando calentamos la leche en el microondas perdemos más de la mitad de los nutrientes y eliminamos por completo la vitamina B12. Además, hay que ser todavía más cuidadoso si se trata de leche materna. Según la Food and Drug Administration (FDA), el microondas puede calentarla de manera desigual y así crear puntos calientes que pueden quemar el sensible paladar del bebé.  

Agua
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Agua

Solemos calentar agua para, por ejemplo, hacer un té. Es lo más fácil y rápido. Sin embargo, tal vez deberías pensártelo dos veces. En la tetera el agua alcanza los 100 grados progresivamente, mientras se va evaporando. En cambio, en el microondas puede alcanzar los 300 o 400 con rapidez. En el momento en el que intentes ponerle la bolsita del té, cuando haga contacto con el aire frío, el vapor saltará como un géiser sobre tu cara y manos.  

Carne
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Carne

Descongelarla en el microondas es una buena opción si no tienes tiempo suficiente. Eso sí, es recomendable que no la dejes más de seis minutos, el tiempo máximo en el que la carne conservará su vitamina B12. Además, estos electrodomésticos no suelen descongelar de manera uniforme. Si eres previsor, lo mejor es meterlo en la nevera la noche anterior.  

Arroz
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Arroz

Las altas temperaturas pueden hacer que el arroz pierda nutrientes y propiedades. La mejor opción es, por tanto, cocinarlo en una olla con agua, ya que alcanza la temperatura deseada de manera gradual.  

Kale y otras hojas verdes
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Kale y otras hojas verdes

Puede parecer una tontería, pero calentar una lechuga en el microonda entraña más riesgo del que te puedes imaginar. Según un artículo de 'NPR', la kale (o berza) puede dañar el aparato y chamuscar tu comida. Una "kalamidad", lo llaman.

Uvas
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Uvas

Ya de por sí es una mala idea. ¿A quién le gustaría comer fruta caliente? Además, las uvas podrían prenderse y arruinar tu microondas. Tienes que ver el vídeo para entenderlo.

No valen todos los recipientes
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No valen todos los recipientes

A estas alturas queda claro que no hay que meter nada de metal ni plástico dentro del electrodoméstico, ni utensilios ni recipientes. Eso sí, la mayoría de los tuppers están adaptados para su uso. Sin embargo, quizá se te haya pasado por alto que tampoco hay que calentar los típicos envases de papel, propios de la comida china, por el riesgo de incendio. Tampoco los recipientes de yogures, que no soportan las altas temperaturas, ni los de espuma de poliestireno.

El ingeniero estadounidense Perry Spencer estaba investigando posibles formas de mejorar el funcionamiento del radar en la empresa Raytheon. Trabajaba rodeado de magnetrones, unos dispositivos que transforman la energía eléctrica en microondas electromagnéticas. Un bien día, se dio cuenta de que la barrita de chocolate que llevaba en el bolsillo se derretía mientras se encontraba delante de un magnetrón. Y así, por obra y gracia de la casualidad, se inventó el microondas.

Protagonista indispendable en la cocina, ahora no podemos vivir sin él: para calentar el café frío o la pizza del día anterior, descongelar el pescado, hacer unas palomitas o incluso para cocinar si eres avispado. Sin embargo, con el tiempo y el uso nos hemos dado cuenta de que hay algunos alimentos que nunca se deben meter en el microondas. Desde la liberación de toxinas hasta la más fútil pérdida de tiempo, hay muchas razones por las que estos alimentos no deben ser calentados. Simplemente, nuestro electrodoméstico favorito no puede con todo. Pulsa en las flechas de la derecha para averiguar cuáles son.

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