Señales de que no debes comer estos alimentos

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Leche
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Leche

La leche dura mucho más tiempo en la nevera de lo que la mayoría de la gente cree, ya que la leche en el supermercado suele ser pasteurizada. Pero si la mantienes demasiado tiempo, hay dos señales obvias que tienes que conocer. La primera es el olor: si huele a agria, significa que el ácido láctico en la leche ha comenzado a producir bacterias. La segunda, y la más fácil de determinar, es la consistencia. Después de que esta bebida comience a oler mal, cambiará de su estado líquido natural a uno más parecido al del yogur.

Carne
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Carne

Hay pocas cosas más dramáticas que la carne caducada, fundamentalmente porque es uno de las productos más caros del supermercado. Para no tirar en vano un sabroso trozo, comprueba las principales señales: su fuerte olor, una textura viscosa y, a veces, la decoloración. De darse estos síntomas, bacterias como el E.Coli, la salmonela o la listeria pueden ponerte en riesgo de contraer una enfermedad alimentaria. Para curarte en salud, procura cocinar la carne a un mínimo de 165 grados y, si has comprado la más barata, evita comerla cruda.

Alimentos enlatados
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Alimentos enlatados

Tienen la vida potencial más larga de todos los productos del supermercado. Por eso los sótanos de aquellos que se preparan para el Apocalipsis siempre están atestados de latas y conservas. Sin embargo, y a pesar de que tienes que cortar el metal para acceder a la comida, también se pueden poner malos. Si las bacterias (y otros patógenos) encuentran su camino hacia el recipiente, aumentarán la presión dentro de la lata mientras se multiplican. Lo obvio es que la lata comience a abultarse hacia fuera. Otras cosas a tener en cuenta son las abolladuras, que pueden comprometer el recubrimiento interno, y los alimentos ácidos, como los productos con tomate, que eventualmente corroerán el recipiente. 
Huevos
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Huevos

Aunque no sea posible determinar si un huevo está para comer o no con solo mirarlo, es más fácil de lo que parece. Si está en malas condiciones, flota en agua fría. Si está para comer, se sumerge. Aunque parezca baladí, lo sugiere el Departamento de Agricultura de EEUU. A medida que este alimento envejece, se comienza a formar un saco de aire en el interior de la cáscara que, a la larga, hará que el huevo flote.  

Queso
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Queso

El queso es especialmente complejo, ya que hay de muchos tipos, olores y sabores. Para que nos entendamos, lo dividiremos en dos categorías. Los quesos más duros (como el cheddar y el parmesano) pueden durar hasta seis meses en la nevera. Incluso si comienza a ver un moho verde azulado, puedes cortar la parte afectada y seguir comiendo con seguridad. En cambio, los quesos blandos (como el mozzarella, el feta o el Camembert) se ponen malos más rápido debido a su humedad y, si comienza a salir moho, deberías tirarlos a la basura.

Arroz
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Arroz

El arroz es uno de esos alimentos que siempre se tienen a mano, por si acaso. La reputación le precede: tiene una vida útil casi indefinida siempre y cuando se almacene correctamente. Este es el caso del arroz blanco, jazmín, basmati o arborio, y no tanto del arroz integral, que tiene mayor contenido en aceite. Si cuando haces arroz, sueles hacer de más, deberás guardarlo en la nevera no más de seis días. Si se deja en la cocina a temperatura ambiente, pueden crecer bacterias en su interior, la llamada Bacillus cereus, que no solo puede estar presente en el arroz crudo, sino que puede sobrevivir al proceso de cocción y así causar una intoxicación alimentaria. Si el arroz te parece más crujiente o seco que de normal, no te la juegues.  

Pescados y mariscos
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Pescados y mariscos

Antes se sospechaba del pescado servido en cualquier zona alejada del agua. En cambio, ahora es relativamente seguro comer productos del mar incluso un lunes por la noche. Sin embargo, todavía pueden ponerse malos y afortunadamente se pueden detectar. Lo primero que notarás será un intenso olor a pescado más fuerte de lo normal. También la pérdida de firmeza, la descamación (o desconchación) y una apariencia (a primera vista) generalmente enferma. Los pescados que se estropean tendrán una carne viscosa con un revestimiento grueso y resbaladizo. Ten en cuenta que el pescado fresco se debe comer en no más de 36 horas.

Frutas y verduras
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Frutas y verduras

Las frutas y verduras pueden permanecer en buen estado mucho tiempo si se almacenan correctamente. Por lo general, los características (evidentes) a tener en cuenta en la fruta son: la suavidad, la decoloración y el moho. Por ejemplo, la lechuga se vuelve más oscura y delgada conforme pasa el tiempo. Las fresas, más suaves y oscuras. Las frutas con piel como las manzanas, naranjas y limones se volverán suaves al principio, y luego les crecerá moho.

Pasta
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Pasta

Es difícil determinar cuando la pasta seca se pone en malas condiciones, ya que no suele mostrar ningún signo exterior de deterioro. Con el tiempo, perderá su sabor. Pero en este caso, la fecha de caducidad será tu mejor aliado. Ten en cuenta que tan solo durará unos días si se trata de pasta fresca.

Mermeladas y jaleas
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Mermeladas y jaleas

Las mermeladas y las jaleas son elementos básicos en nuestras neveras y, sin embargo, nunca sabemos muy bien qué hacer con ellas. Si no se usan regularmente, es fácil olvidar cuánto tiempo lleva ese frasco en la baldosa.

La señal más obvia es que el molde esté comenzando a crecer. Comprueba su interior a ver si tiene moho. No vale con quitar solo las parte con mal aspecto. Además, si el frasco no se selló bien, las mermeladas pueden fermentar, haciendo desaparecer así el sabor.

Comer o no comer. Determinar si las sobras son o no comestibles ha sido la causa de discusiones de pareja y entre compañeros de piso desde los orígenes de la refrigeración. Por ejemplo: ¿el pan mohoso debe ir directamente a la basura o solo la parte de color verde? ¿Qué hago con esa carne que lleva un día entero en la cocina? Lo más probable es que al no estar seguro de si se puede o no comer, tires a la basura una parte considerable de tus alimentos. Puede que los científicos ya hayan desarrollado métodos para detectar el deterioro -como los sensores que se apagan cuando la leche cambia de consistencia o un polímero que detecta el crecimiento de bacterias en la carne-, pero hasta que no estén disponibles a gran escala, merece la pena tener en cuenta estos consejos. Hazlo por el bien de tu cartera (por no hablar de los cantidad de comida en buen estado que se desperdicia).

Alma, Corazón, Vida