Las puertas del infierno: los lugares de la Tierra que dan acceso al inframundo

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La ciudad fantasma de Fendgu
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La ciudad fantasma de Fendgu

Con ese nombre, ¿cómo no va a ser una entrada a los infiernos? Se trata de un complejo de templos, oratorios y monasterios en la orilla norte del río Yangtze, separado de la ciudad de Fengdu después de la construcción de la presa de las Tres Gargantas. Esta ciudad recibió el calificativo de “fantasma” durante la dinastía Han, cuando dos oficiales imperiales llamados Yin Changseng y Wang Fangping llegaron al valle con el objetivo de alcanzar la inmortalidad a través del taoísmo. La combinación de sus nombres, “Yinwan”, significa “la puerta del infierno”. Según la leyenda, el visitante debe atravesar el Puente de la Desesperación, el Pasaje de la Tortura de los Fantasmas y el Palacio de los Tianzi (de 3.000 años de antigüedad) para pasar a mejor vida. (CC/Jpbowen)
La Gruta de la Doncella de Cristal
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La Gruta de la Doncella de Cristal

También conocida como Actun Tunichil Muknal. Esta gruta de Belice fue redescubierta en 1989, y además de una sucesión de espectaculares estancias repletas de estalactitas y estalagmitas, en uno de sus tramos pueden encontrarse los restos de la mujer que da nombre a la gruta. Se trata, probablemente, de una adolescente sacrificada hace más de mil años en un ritual cuyos huesos se han calcificado, lo que les proporciona un aspecto brillante. Si uno quiere darse una vuelta por Xibalba, el inframundo maya, bien puede acercarse a esta gruta. (iStock)
La tumba de Pakal II
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La tumba de Pakal II

O, si Belice pilla lejos, uno puede descender a esta gruta en el Templo de las Inscripciones de la ciudad mexicana de Palenque. Este mismo verano, los responsables del Proyecto Arqueológico Palenque anunciaron el descubrimiento de un sistema de grutas subterráneas que conformaban un complejo proyecto hidráulico. Como explicó el arqueólogo Arnoldo González Cruz, director del proyecto, “la cercanía de este sistema a la cámara funeraria de Pakal II (a 1,70 metros debajo del umbral de la pared norte) permite suponer que reproducía de manera simbólica el camino que conduciría al rey a las aguas del inframundo”. (CC/Anthony Stanley)
Monasterio de El Escorial
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Monasterio de El Escorial

¿Cómo? Vale que haya servido como sepultura para los reyes de España y que su forma imite la parrilla en la que fue quemado San Lorenzo, pero ¿de verdad es una puerta al infierno? Según una leyenda medieval, Lucifer vivía en una cueva situada a pies del Abantos, en la Sierra de Guadarrama, una de las siete puertas para acceder al inframundo. Felipe II, muy supersticioso, conocía la historia pero no dudó en construir en dicho lugar su gran obra. Al fin y al cabo, le gustaba poder oír misa desde su habitación… y quizá salir corriendo al otro mundo si las cosas se torcían. (CC/Ecemaml)
El Purgatorio de San Patricio
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El Purgatorio de San Patricio

Una popular leyenda indica que fue Jesucristo quien señaló a San Patricio la entrada al purgatorio. Muchos han interpretado que la cueva o agujero del que hablaba el Mesías se encuentra en la isla de Logh Derg, un peculiar (y bellísimo) enclave en el condado de Donegal. Aunque la cueva fue cerrada en 1632 –y no se ha vuelto a abrir desde entonces–, se ha convertido en un lugar de peregrinación. Uno de los más duros de toda Europa, ya que se exige a los peregrinos que alcancen la gruta infernal completamente descalzos. (CC/Andreas F. Borchert)
Lago Curcio
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Lago Curcio

Si usted ha visitado el Foro Romano, probablemente habrá pasado al lado de esta piedra, y quizá haya escuchado su historia. Se trata de un pozo actualmente tapado que en tiempos se pensó que era infinito, una especie de desagüe mitológico. La leyenda asociada al mismo, transmitida por Tito Livio, es la siguiente: según el oráculo, la única manera de taponar el abismo era entregando lo más valioso que poseía la ciudad de Roma. Por ello, el Centurión Marco Curcio se arrojó al mismo armado y montado a caballo, puesto que lo más importante que se puede poseer es la fuerza de la juventud. (CC/Cassius Ahenobarbus)
La Puerta de Plutón
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La Puerta de Plutón

Hace tan solo tres años que se descubrió en la ciudad turca de Hierápolis una de las puertas del infierno del mundo antiguo. Era uno de los tres templos de los que hablaba Estrabón, ubicados cerca de cuevas o lagos y con extrañas propiedades físicas. ¿Cuáles? En este caso, sus piscinas de carbonato de calcio, de un blanco deslumbrante y propiedades termales. De ahí que fuese un destino famoso hace ya milenios; los efluvios salientes de la cueva provocaban alucinaciones en los peregrinos.
Cabo Ténaro
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Cabo Ténaro

Empecemos por nuestra cultura clásica. Hay varios lugares a los que los griegos atribuían la posibilidad de ser un acceso al inframundo. Uno de los más misteriosos, por su particular orografía, es el cabo Ténaro (o Matapán), el punto más meridional de la península griega y el dedo central del Peloponeso, en Laconia. En su extremo se encuentra un faro de base cuadrangular, rodeado por aguas calmas. Bajo este, al nivel del mar, se hallan unas cuevas cuya localización es señalada por las ruinas de un templo espartano situado sobre ellas, como recuerda un reportaje de 'Atlas Obscura'. 
Volcán Hekla
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Volcán Hekla

El Monte del Destino de nuestro mundo. Se trata de un estratovolcán situado al suroeste de Islandia. Es comprensible que los habitantes de la zona pensaron que este burbujeante magma daba la bienvenida a los condenados eternos. Durante la Edad Media, esa época de oscurantismo y leyendas demoníacas, se consideró que era “la prisión de Judas”. En el año 2010 se sospechó que había entrado en erupción, pero las autoridades lo desmintieron. Aun así, es el volcán más activo de Islandia y uno de los más activos de todo el planeta junto al Etna y el Vesubio.

Diferentes culturas de partes muy distantes del planeta comparten unas cuantas particularidades que probablemente no sean mera coincidencia: relatos semejantes acerca de la creación, la veneración a los animales, la adoración a alguna forma de deidad… Entre ellas destaca la consideración del espacio bajo nuestros pies como un inframundo que alberga las almas de los muertos; también, una fuente de sufrimiento inagotable. Una constante que se repite en todo el planeta, desde la Grecia clásica hasta la mitología china, pasando por las culturas precolombinas

Una de las descripciones más detalladas del inframundo en la cultura griega se encuentra en la 'Eneida', la epopeya de Virgilio que lleva a su protagonista al Hades, aunque también se habla de él en la 'Ilíada' y la 'Odisea'. “Acababan de adentrarse en los infiernos cuando se encontraron con horribles figuras, personificaciones de los males que afligían a la Humanidad, como las arpías, las gorgonas y la hidra de Lerna”, se puede leer en la obra. “Presa del temor, Eneas hizo ademán de desenvainar la espada, pero la sibila le recordó que se trataba de meras sombras carentes de cuerpo”.

Hoy en día, “puerta del infierno” puede traducirse como algo parecido a “atracción turística cargada de misterio que en un remoto pasado fue considerada una entrada al inframundo”. Eso no quiere decir que, por unas razones u otras, no hubiese buenas razones para relacionar estos lugares con la vida después de la muerte. Así que si quiere darse un garbeo por la otra orilla, puede adentrarse en estas opciones que proponemos (o acudir a los aseos de una gasolinera de carretera).

Alma, Corazón, Vida