15 cosas que no haces en casa y que podrían evitarte muchas alergias

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Limpia la nevera: comprobar con regularidad que no se ha formado humedad dentro de la nevera previene el riesgo de desarrollar moho. Además, conviene comprobar que los alimentos perecederos no se han puesto malos para no ‘contagiar’ al resto de productos que hay en el frigorífico. (Foto: Corbis)
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Elige nylon en lugar de vinilos para las cortinas de la ducha: si evitas las salpicaduras de la ducha con una cortina y no con una mampara de cristal, es positivo que recuerdes la necesidad de que estos elementos sean de nylon y no de vinilo. Al igual que los ambientadores eléctricos, el vinilo contiene compuestos orgánicos volátiles potencialmente irritantes para los pulmones. (Foto: Corbis)
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Olvida lo tradicional para limpiar el polvo: desecha los trapos que normalmente usas para limpiar el polvo y opta por los de microfibra o material antiestáticos. (Foto: Corbis)
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Limpia el moho del baño: el moho se alimenta de la humedad y de partículas fibrosas que pueden proceder de toallas o albornoces. Además de limpiar con lejía zonas especialmente complicadas al menos una vez por semana (como las esquinas de la ducha o los alrededores del inodoro), es bueno mantener la puerta del baño abierta mientras nos duchamos para que se concentre la menor humedad posible en la estancia. (Foto: Corbis)
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Quítate los zapatos: ya sea barro, suciedad o polen, tu calzado arrastra cientos de partículas que pueden provocarnos alergias. Evitarlo es tan sencillo como frotar con fuerza las suelas contra el felpudo de la entrada y, después, quitarse los zapatos. ¿Qué mejor que unas cómodas pantuflas al llegar a casa? (Foto: Corbis)
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Utiliza funda para tu colchón: cubrir los colchones con fundas antiácaros es una opción excepcional para evitar infecciones. Las mejores fundas son las que están hechas de microfibra, que también tendrás que lavar una vez a la semana en agua al menos a 95 grados. (Foto: Corbis)
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Dale ‘una ducha’ a sus mejores amigos: los más pequeños de la casa llevan sus peluches allá por donde van, desde la cuna hasta el cuarto de baño. Los pasean por el suelo y se les caen en plena calle, por lo que no debes olvidar meterlos en la lavadora a alta temperatura para eliminar los posibles gérmenes que hayan cogido por lo menos una vez al mes. Lee antes la etiqueta de los muñecos para que el mejor amigo de los niños no se destruya en el tambor. Si no son aptos para lavadora, llévalos a la tintorería. (Foto: Corbis)
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Elige cortinas que sean lavables: a la hora de decorar tu casa debes tener en cuenta la limpieza de los objetos además de su belleza. Lo ideal sería que te decantaras por unas cortinas que sean lavables a alta temperatura y que sean fáciles de descolgar para que no te dé pereza higienizarlas con frecuencia. (Foto: Corbis)
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Ojo a los grifos: una simple gota que caiga cada cierto tiempo del grifo puede ser la responsable de que en la tubería se reproduzcan esporas de moho. Mantén limpios los filtros y cámbialos con una frecuencia razonable si quieres evitar beber hongos. (Foto: Corbis)
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Delimita una zona prohibida para tu mascota: aunque el cariño a nuestros animales nos anime a compartir con ellos todos y cada uno de los espacios de la casa, resulta positivo dejarles claro que hay sitios vetados para ellos. Lo más importante es que no les dejes subir a la cama. Un estudio ha demostrado que las personas que prohíben pasar a sus mascotas a los dormitorios desarrollan menos enfermedades que las que se lo permiten. (Foto: Corbis)
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Sofá de piel: este material es menos propenso a transformarse en un espacio ideal para los alérgenos. Sin embargo, aunque elijas sofás de piel es importante que sigas aireando los espacios y que pases el aspirador al menos una vez por semana. No te olvides de pasarles un paño húmedo de vez en cuando por toda la superficie. (Foto: Corbis)
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Prescinde de ambientadores eléctricos: las partículas que esparcen estos objetos en el aire pueden agravar problemas respiratorios y causar dolores de cabeza a las personas propensas a ellos. (Foto: Corbis)
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Elige nylon en lugar de vinilos para las cortinas de la ducha: si evitas las salpicaduras de la ducha con una cortina y no con una mampara de cristal, es positivo que recuerdes la necesidad de que estos elementos sean de nylon y no de vinilo. Al igual que los ambientadores eléctricos, el vinilo contiene compuestos orgánicos volátiles potencialmente irritantes para los pulmones. (Foto: Corbis)
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Haz ‘limpia’ de vez en cuando: la rutina nos envuelve en una esfera de pereza de la que es difícil salir cuando se llega a casa. Pero es importante no procrastinar y ordenar la casa para que las bacterias no encuentren en nuestro hogar la más idílica de las moradas. Carga las pilas y tira las viejas revistas que llevas meses acumulando, guarda en el armario la ropa que planchaste hace un mes y coloca las conservas que aún no has ubicado en la despensa. (Foto: Corbis)
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Conserva los alimentos bien cerrados: los ‘tupper’ herméticos –tanto de plástico como de vidrio– mantienen alejados a los insectos y otros animales que podrían acercarse a tus alimentos atraídos por el olor de los mismos. (Foto: Corbis)

Quien piense que por no salir a la calle está protegido frente a las alergias, se equivoca. También entre las paredes de nuestro hogar es posible encontrar partículas agresivas que repercuten negativamente en la salud. Ácaros, gérmenes o bacterias son unos ‘enemigos’ que se pueden combatir fácilmente siguiendo unas sencillas pautas de higiene. A continuación hacemos un repaso a algunas de ellas.

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