9 comidas que deberías evitar si no quieres sentir el estómago hinchado

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Brócoli II
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Brócoli II

Las verduras crucíferas son culpables de la aparición de gases y, aunque sus propiedades son positivas, pueden ocasionar la tan pesada hinchazón. El causante es el oligosacárido rafinosa –un azúcar difícil de digerir–, que es emitido cuando las bacterias descomponen el alimento. Ello no quiere decir que debas desterrar estos alimentos de la dieta, puesto que las comidas más difíciles de digerir suelen ser las más nutritivas.
Repollo II
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Repollo II

Un primo hermano del brócoli. Al igual que ocurre con este u otros alimentos semejantes como la col, cuanto más cocinado se encuentre, menos daño causará en nuestro estómago. Eso se debe a que de esta forma se reduce la cantidad de fibra del alimento y el tamaño de la ración al evaporarse gran cantidad del agua que contienen.
Legumbres II
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Legumbres II

Otro alimento difícil de digerir, a pesar de sus efectos beneficiosos. En este caso, las complicaciones son originadas por las altas cantidades de proteína que contienen, así como por otros azúcares y por la fibra soluble. Por lo general, alimentos como las lentejas, los guisantes o las judías generan más hinchazón cuando no estamos acostumbrados a comerlos, por lo que se recomienda introducirlas poco a poco en nuestra dieta.
Maíz II
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Maíz II

Los alimentos que contienen almidón, y que por lo tanto son muy altos en carbohidratos, también producen gas durante su paso por el intestino grueso. Entre ellos se encuentran el maíz, alimentos cocinados con trigo, las patatas o la pasta. El fructano, que también se encuentra en el ajo, el centeno, el trigo o el maíz, pueen producir movimiento estomacal, dolor e hinchazón.
Lácteos II
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Lácteos II

Como explicábamos, un amplio porcentaje de la población es intolerante a la lactosa, y la hinchazón es uno de los efectos secundarios más habituales. Este problema surge cuando nuestro estómago carece de las enzimas necesarias para descomponer la lactosa, lo que genera el gas y, en ocasiones, diarrea. Así que si crees que los lácteos pueden ser la razón por la que te sientes pesado todo el día, consúltalo con tu médico.
Patatas fritas II
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Patatas fritas II

Los alimentos altos en grasas saturadas y las frituras ralentizan nuestra digestión, lo que provoca que los alimentos fermenten en el estómago y la producción de gases aumente. En este grupo pueden clasificarse las patatas fritas, los embutidos, las carnes altamente grasientas o la margarina.
Manzanas II
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Manzanas II

Otro de esos alimentos beneficiosos para nuestro organismo por las altas cantidades que contiene de pectina, potasio, hierro, vitaminas C y E o minerales como el boro. Sin embargo, sus propiedades son también lo que provoca que hinche nuestro estómago: en concreto, la fibra, la fructosa y el sorbitol, que también se emplea como edulcorante.
Comidas saladas II
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Comidas saladas II

Los alimentos altos en sodio favorecen la hinchazón, así como la retención de líquidos, la hipotensión o las enfermedades renales. En dicho grupo se encuentran frutos secos como las almendras, las galletas saladas o las pipas, así como embutidos, algunos quesos, y comidas enlatadas como el atún o las sardinas. En definitiva, muchos de los alimentos preparados que compramos en el supermercado.
Bebidas con pajita II
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Bebidas con pajita II

La hinchazón no se produce únicamente por los alimentos que consumimos, sino también por la manera en que estos se ingieren. Ello quiere decir que si comemos de forma muy rápida o masticamos con la boca abierta, estaremos introduciendo gas en nuestro estómago. También si bebemos a través de una pajita.

En ocasiones, cuando terminamos de comer, sentimos el estómago hinchado y nos vemos obligados a aflojar el cinturón o, en el peor de los casos, a cambiarnos de ropa. Es una molesta sensación que nos hace pensar que hemos comido de más o que estamos ganando peso demasiado rápido, pero quizá simplemente se deba a que estemos comiendo el alimento equivocado. La tumefacción estomacal suele deberse al gas atrapado en los intestinos durante la digestión, producto de la descomposición de carbohidratos, proteínas y azúcares que llevan a cabo las enzimas. En otras ocasiones, puede deberse a comer demasiado rápido o a masticar alimentos como el chicle que provocan que los gases penetren en nuestro sistema digestivo.

Sufrir una intolerancia alimentaria, síndrome del colon irritable o haber consumido antibióticos también puede provocar la hinchazón del estómago, casos en los cuales debería consultarse con un médico el proceso a seguir. En el resto de ocasiones, probablemente esta inflamación se deba al consumo de alimentos altos en fibra, generadores de gas o difíciles de digerir, como los que presentamos en esta lista.

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