Infiniti Q60, un deportivo muy elegante

La marca japonesaInfiniti sigue adelante con su política de lanzamiento de nuevos modelos. Tras el de la berlina Q50 y más recientemente con el compacto Q30 y el todocamino compacto QX30, ahora le llega el turno al segmento coupé, representado por el Q60. Un vehículo de aspecto y prestaciones deportivas pero sin renunciar a ese estilo elegante y refinado de los modelos de la multinacional japonesa. Ya está a la venta desde 43.990 euros.

Desde el lanzamiento del Q50, el primer modelo de la nueva Infiniti, las ventas de la marca no hacen más que crecer en todos los mercados internacionales. Si hasta entonces, y desde su creación en 1989, era una marca centrada casi en exclusiva en el mercado norteamericano, con estos nuevos modelos ha puesto en marcha una expansión global, para aumentar sus ventas en todos los mercados, pero sobre todo en el europeo y el asiático.

El mercado español es un buen ejemplo de lo que ocurre con Infiniti a nivel comercial en estos momentos. En el año 2013 se vendieron 286 unidades con el anagrama de la marca japonesa, en 2015 casi se habían duplicado las ventas hasta 496 vehículos pero en 2016 se han vendido 1.236 unidades. Es decir, que en solo 3 años ha multiplicado por cuatro sus ventas en España. En 2016, el español ha sido el mercado que más ha crecido en Europa para Infiniti.

Con estas cifras, y teniendo en cuenta que un modelo muy importante de su gama, como es el QX30, solo comenzó las ventas en octubre pasado, las previsiones de la marca son optimistas para el año 2017. En un mercado español que crecerá un 11% según ANFAC, la previsión de Infiniti es alcanzar un 42% de subida y superar los 1.750 vehículos matriculados.

La llegada del nuevo modelo, el Q60, viene a dar continuidad a la trayectoria de la marca japonesa en este tipo de vehículos de dos puertas y estilo deportivo. Esta comenzó en el año 2002 con el lanzamiento del G35, que tuvo su segundo capítulo con el G37 lanzado en 2008. Ahora llega este tercer vehículo coupé de Infiniti, el nuevo G60.

Deportividad, sí... pero elegancia

En este Q60 se combinan dos conceptos claros, como son la deportividad de sus líneas en un coche, por encima de todo, elegante. Es un vehículo coupé al que yo definiría como un cuatro plazas, aunque lógicamente las plazas traseras tienen un acceso un poco complicado y una cota de altura también algo limitada por la forma del techo. Pero una persona de hasta 1,70 metros puede entrar razonablemente bien, como pudimos comprobar en la presentación oficial del vehículo en Madrid. Y para mejorar el acceso, el asiento delantero se desliza hacia adelante eléctricamente mediante un botón para facilitar ese acceso.

El espacio es bastante bueno porque aunque tiene una forma coupé muy característica, pero se trata de un coche de casi 4,7 metros de longitud, y eso da para mucho cuando se emplea bien. Lo mismo ocurre con su maletero, que pese a tratarse de un deportivo cubica 342 litros. Lo más importante, para un cliente de este tipo de coche, es que una bolsa de palos de golf cabe sin ningún problema en el maletero.

En su interior encontramos un habitáculo amplio en el que cada detalle se ha cuidado al máximo. Piel de la mejor calidad, un túnel entre los asientos amplio y bien estructurado que proporciona una muy buena sensación a sus ocupantes. Un cuadro de instrumentos funcional y con mucha información. El coche cuenta con dos pantallas diferentes, situadas una debajo de la otra. La primera, en la parte más cercana a la vista del conductor es para el navegador, mientras que en la inferior encontramos los aspectos de conectividad, el manejo de las aplicaciones, del teléfono y demás.

Llegamos a su aspecto mecánico. No hay más que motores de gasolina, sin duda una buena opción para un vehículo coupé del segmento Premium en el que se buscan prestaciones y no el ruido y el olor de un diesel. Tampoco es un coche pensado para hacer muchos kilómetros cada día, aunque resulta muy confortable como para poder hacerlo.

Las dos opciones incorporan turbocompresor e inyección directa. Y son mecánicas eficientes, con un consumo homologado desde 6,8 litros. El punto de partida es un cuatro cilindros de dos litros que gracias al turbocompresor alcanza una potencia máxima de 211 CV. Es un motor que sube muy bien de vueltas, que tiene por ello ese comportamiento deportivo de verdad que se puede buscar en un coupé como éste. Asociado con este motor encontramos un cambio automático, de convertidor de par, pero con un funcionamiento muy bueno. Tiene 7 marchas.

En el modo automático el funcionamiento es muy ágil, cambia rápido de vueltas cuando se pisa con fuerza el acelerador y se ve obligado a reducir marchas. Aunque también hay que aclarar que el motor también ayuda bastante en esa agilidad y el empleo del turbocompresor le hace también bastante rápido de reacciones. Solo un dato para que puedan entender cómo funciona este motor: 350 Nm de par motor disponible desde solo 1.250 rpm. Vamos, que tiene el empuje a pocas vueltas de un buen motor turbodiésel, muy elástico, pero que en la parte alta empuja como un buen propulsor de gasolina.

Eso sí, según el acabado de la versión 2.0, el vehículo tiene levas en el volante o no. La versión de “acceso”, por llamarla de alguna manera, o Premium no tiene levas y solo se puede manejar en modo “seudo manual” mediante la palanca. Por el contrario, la versión más completa, la Sport, que tiene ese toque más deportivo en todo el vehículo si las lleva de serie. Y se agradece mucho su presencia. Nuestra unidad de pruebas era de la variante Premium y no las tenía.

Por encima encontramos una versión tope de gama, equipada con un motor de seis cilindros en V de 3 litros de cilindrada. En este caso, y gracias a la presencia de un doble turbocompresor, la potencia sube hasta los 405 caballos, lo que hace que sus prestaciones sean ya muy deportivas.

Esta variante no la hemos podido conducir todavía, pero las primeras cifras ofrecidas por la marca resultan muy interesantes: por ejemplo que mientras que todos los 2.0 son tracción trasera, en el caso del 3.0 incorpora de serie la tracción a las cuatro ruedas. Esto hace que tenga más agilidad, más deportividad en zonas viradas. En cuanto a sus prestaciones, velocidad autolimitada en 250 km/h, como la mayoría de los vehículos Premium, pero su aceleración de 0 a 100 km/h la cubre en solo 5,0 segundos. Es decir, que pese a su estilo elegante, es un buen deportivo.

Sistema de suspensión digital

Hay dos detalles importantes que no quería olvidar, por un lado la nueva dirección adaptativa, evolucionada a partir de la que se estrenó en el Q50 y que ofrece cuatro opciones diferentes de ajuste, o hasta seis para la versión 3.0, en la que se puede seleccionar desde el modo más ahorrador al más deportivo. La otra novedad es el sistema de suspensión digital, que permite adaptar de manera automática diferentes parámetros de la suspensión para conseguir el máximo confort y la mejor calidad de rodadura en función del estado del asfalto y de la orografía.

En cuanto a su equipamiento tecnológico, destacar el completo abanico de sistemas de seguridad que incluye. Elementos como el monitor de visión periférica, el control de crucero inteligente, la frenada de emergencia con detector de peatones, el control activo de cambio de carril o el control activo del ángulo muerto.

El nuevo modelo ya está a la venta y en los concesionarios hay unidades para poder entregar pero en el caso de la variante con el motor de 3.0 litros habrá que esperar un par de semanas para poder recibir el vehículo. Y en cuanto a sus precios, la marca ha puesto en marcha una campaña de lanzamiento para la versión de acceso en la que con la campaña de financiación incluida se ofrece por 43.990 euros. En cuanto a los precios recomendados para la gama completa son los siguientes:

Infiniti Q60 2.0 Premium, 48.400 euros

Infiniti Q60 2.0 Sport, 50.800 euros

Infiniti Q60 3.0 Sport, 66.700 euros.