La Guardia Civil de tráfico denuncia más y auxilia menos a los conductores

La Guardia Civil de tráfico impone cada día más multas a los conductores y sin embargo auxilia cada vez menos a los usuarios de las carreteras, según denuncia la Agrupación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Si entre los años 2004 y 2009 ambos tipos de actuaciones por parte de los agentes eran muy similares en número, con pequeñas fluctuaciones cada año, en el año 2015 los agentes impusieron cerca de 135.000 denuncias, mientras que los auxilios en carretera solo superaron ligeramente los 15.000.

Hace años que desde muchos sectores se denuncia el espíritu recaudador de las diferentes administraciones —la estatal, la autonómica y la local— en torno al conductor, que se ha convertido en una fuente de ingresos casi inagotable para los diferentes entes. Y también para la Dirección General de Tráfico (DGT), un organismo dependiente del Ministerio del Interior que cada año cubre la mitad de su presupuesto con las sanciones impuestas a los conductores. Y eso pese a que cada año se repite que el importe de las sanciones se dedica íntegramente a mejorar la seguridad vial.

Ahora, la AUGC denuncia a través de su página web la evolución que ha sufrido el número de sanciones impuestas por los agentes desplegados en las carreteras frente a los auxilios en carretera realizados por dichos agentes. Los datos han sido extraídos de los boletines estadísticos de la Dirección General de la Guardia Civil publicados entre los años 2004 y 2015.

Una cantidad mínima de multas

Según la AUGC, el punto de inflexión se produce a partir de 2010, año en el que se implanta el sistema RAI (Régimen de Actuaciones Individuales), que obliga a los guardias civiles de tráfico a imponer un mínimo de sanciones, de tal manera que si los agentes no llegan a ese mínimo establecido les son detraídos de su nómina entre 150 y 200 euros. La AUGC considera esta medida una vía simplemente recaudatoria por la que se presiona a los agentes a multar más ante la amenaza que esto supone para su economía familiar.

Si se analiza el gráfico elaborado por la propia AUGC en base a los datos estadísticos oficiales, se puede apreciar que entre 2004 y 2009 denuncias y auxilios van en paralelo. En 2010 hubo un desplome de multas, fruto del descontento de los agentes por la falta de derechos sociolaborales con la entrada en vigor del RAI.

A partir del año 2011, mientras que el número de sanciones crecía cada vez más, el de auxilios a los conductores se reducía drásticamente. De esta manera, a partir de 2014 se produjo la mayor distancia entre ambos datos: mientras que las multas alcanzaron una cota cercana a las 135.000 multas, las ayudas en carretera cayeron a poco más de 15.000. Y eso pese a que los conductores cada vez cometen menos infracciones de manera consciente y circulan más despacio para evitar ese espíritu sancionador creciente de la administración. Y también hay que tener en cuenta que cada vez se producen más averías porque los coches que circulan son más viejos y están peor mantenidos.

Esas cifras de casi 135.000 sanciones frente a solo poco más de 15.000 auxilios en carretera en el año 2015 contrastan con los datos oficiales del año 2010, cuando fueron 120.000 auxilios en carretera mientras que las sanciones apenas llegaron a 95.000.

Por ello, la AUGC lamenta el evidente afán recaudatorio con el que actúa desde hace años la DGT, que incide también en la caída del número de ayudas a los conductores. Los responsables de la AUGC van incluso más allá y plantean si detrás de estas medidas "no estará también la búsqueda del desprestigio de los propios agentes, los mismos que han logrado que la Guardia Civil sea la institución más valorada por los españoles”.