Acuerdos de Ford con Amazon o Volvo con Ericsson y Microsoft

Ayer abrió sus puertas al público una nueva edición de CES Las Vegas, la mayor feria de electrónica de consumo, con una fuerte apuesta por el sector de la automoción en base a tres ideas básicas, el coche autónomo, la conexión de los vehículos y el automóvil movido por electricidad. Y es que cada día la interconexión entre automóvil y electrónica es mayor.

Los principales fabricantes de automóviles han mostrado algunos interesantes prototipos, como el que BUDD-e que presentó Volkswagen, un vehículo que representa el concepto de monovolumen del futuro. El Volkswagen BUDD-e está basado en la Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB), supone el siguiente gran paso para los vehículos eléctricos. Su propulsión eléctrica de nueva generación permite una autonomía de conducción de hasta 533 kilómetros. Tiene tracción a las cuatro ruedas y una potencia total de 317 CV. Con las baterías situadas en los bajos, el prototipo permite nuevas e ilimitadas formas de diseño interior.

La marca alemana BMW ha estrenado allí el i8 Spyder concept una versión descapotable del deportivo híbrido enchufable todavía en forma de prototipo que avanza de forma casi definitiva un nuevo modelo de la nueva familia iBMW. Y también un i8 sin retrovisores en el que estos se ven sustituidos por cámaras. Una tecnología más que está llegando a los coches nuevos.

Mercedes ha mostrado allí el nuevo Clase E, el primer vehículo que ofrecerá de serie un sistema de conducción semi-autónomo. De hecho este nuevo modelo, que en las fotos pueden ver todavía con su camuflaje, ha logrado la primera licencia válida del Estado de Nevada para que un coche autónomo pueda circular por sus carreteras.

Pero, sobre todo, lo que se ha podido ver en Las Vegas es la interconexión entre los tradicionales fabricantes de coches y las empresas de internet, de telecomunicaciones o de informática. En este sentido, marcas como Ford, Audi o Volvo, entre otras, han hecho importantes anuncios de colaboración con otras compañías de los sectores tecnológicos.

Se especulaba antes del CES que Ford podría anunciar un acuerdo con Google para fabricar su coche autónomo. Se ha anunciado un acuerdo entre ambas compañías, Ford y Google a través de Amazon, para gestionar las luces, el termostato y otros objetos de la casa desde el mismo coche. Y se adelantó que la marca del óvalo va a triplicar su flota de vehículos autónomos en fase de pruebas hasta llegar a 30 coches.

Otro acuerdo importante es el de Volvo, que trabaja con su socio tecnológico Ericsson en el desarrollo de soluciones inteligentes, en streaming y gran ancho de banda. El objetivo es que tanto los conductores como sus acompañantes aprovechen el tiempo al máximo mientras viajan en un Volvo de conducción autónoma.

De esta forma, y sobre la base del Volvo Concept 26, un prototipo de diseño sobre los vehículos autónomos ya visto anteriormente, se ha mostrado una evolución de éste en el que el coche se convierte en una sala de cine con una gran pantalla en el frontal. Los ocupantes, incluido el conductor, van sentados en las plazas traseras disfrutando del viaje. Volvo y Ericsson creen que la nueva forma de entender el transporte de personas exigirá una cobertura mayor y más constante de banda ancha de alta velocidad fuera de las zonas densamente pobladas. Y en eso es en lo que trabajan.

Por otra parte, Volvo, una compañía muy activa en tecnologías del futuro, ha presentado también mediante su colaboración con Microsoft una pulsera, Microsoft Band 2, que además de todos los usos habituales de este “wearable” para controlar las constantes vitales del usuario cuando hace deporte, running, tenis, escalada, golf o cuando monta en bicicleta gracias a sus once sensores, puede también conectarse al coche y darle órdenes mediante comandos de voz.

Y por si todo esto fuera poco, Nvidia presenta en el CES un superordenador pensado para poder instalarse en los coches y capaz de gestionar toda la información necesaria para los coches autónomos. Cuenta con una capacidad de proceso similar a la de 150 ordenadores de Apple McBook y según las primeras informaciones se instalará inicialmente en modelos de la marca sueca de coches.

La firma Quanergy presenta un sistema de radares de bajo costo que permitirán reducir en un 98% el precio de los costosos sistemas empleados de radar y de control de la situación exterior del vehículo en los prototipos actuales de coches autónomos. O lo que es lo mismo, bajar de 70.000 dólares, que es el coste actual, a poco menos de 1.000 dólares. Y esto va a permitir que el coche autónomo pronto se popularice.

El futuro del automóvil pasa por la interconexión total a través de internet con los otros coches y con las infraestructuras, por la conducción autónoma y por el coche eléctrico con una autonomía de más de 500 kilómetros. Y el futuro está a la vuelta de la esquina.