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De Vigo a Madrid en un coche autónomo
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PRIMICIA DE PSA CON UN CITROEN C4 GRAND PICASSO

De Vigo a Madrid en un coche autónomo

Tras la aprobación por la DGT del nuevo protocolo que permite circular por España a los coches autónomos, el grupo PSA ha sido el primero en poner en marcha uno en una carretera abierta

Foto: Puesto de control del coche autónomo
Puesto de control del coche autónomo

Sólo han pasado siete días desde que la Dirección General de Tráfico aprobara el marco regulatorio sobre circulación de coches autónomos en las carreteras españolas y el Grupo PSA ha realizado el primer recorrido con un vehículo de este tipo entre sus dos centros productivos instalados en España, en Vigo y Madrid. Un recorrido de 600 kilómetros.

El coche elegido para realizar esta prueba es un Citroën C4 Grand Picasso, uno de los cuatro vehículos autónomos desarrollados por PSA Peugeot Citroën: La tecnología instalada en este vehículo le permite definir el recorrido, regular la velocidad y detectar obstáculos, peatones y vehículos. Y por supuesto, también realizar adelantamientos y cambios de carril cuando las circunstancias lo hacen necesario.

El Grupo PSA Peugeot Citroën lleva años colaborando con las administraciones europeas y española en el desarrollo de la conducción autónoma. Y la prueba es que tras la aprobación del marco regulatorio el Grupo PSA ha sido el primer fabricante que ha obtenido la autorización de la DGT.

Este vehículo supone un hito en la estrategia del Grupo PSA Peugeot Citroën que prevé iniciar, a partir de 2018, la introducción en sus automóviles de funciones que liberen a los conductores de parte de sus obligaciones al volante, hasta llegar a la de conducción totalmente autónoma en el horizonte 2020. El objetivo último de esta tecnología es el de optimizar la seguridad, la libertad y el confort de los usuarios que, en sólo unos años, podrán leer el periódico o tomar una taza de café mientras la tecnología se ocupa de la conducción.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, mueren cada año 1,2 millones de personas (3.500 al día) en accidentes de tráfico en todo el mundo. En el 90% de los casos la causa del accidente es un fallo del conductor. En el prototipo desarrollado por PSA, el tiempo de reacción de los sensores es más corto que el de un conductor. Pero sobre todo es que se evitan al 100% las distracciones, sin duda una de las causas fundamentales de los accidentes.

Por ello, una toma de decisión más rápida a la hora de activar un frenado de emergencia y otras situaciones extremas permitirá evitar accidentes. Además, en modo autónomo, el vehículo respeta los límites de velocidad, cumple con las normas de tráfico y con lo que indican las señales, y también anticipa el frenado. Se estima que, en 2050, y gracias al uso generalizado del coche autónomo, la siniestralidad puede reducirse en más de un 80%.

Y por si todo esto fuera poco, además la utilización en modo autónomo permite reducir el consumo y con ello las emisiones de gases contaminantes ya que esta tecnología permitirá gestionar la conducción y las aceleraciones y deceleraciones de un modo más eficiente.

Carlos Tavares, Presidente del Grupo PSA Peugeot Citroën, ha destacado que el trayecto realizado demuestra que ya no hablan de ciencia ficción cuando se refieren a la conducción autónoma. "Esta realidad nos introduce de lleno en una nueva era de la movilidad que, en mi opinión, va a ser apasionante”.

El vehículo que ha hecho el recorrido entre Vigo y Madrid incorpora un compendio de avanzadas tecnologías que permiten esa autonomía de su conductor.

La primera de todas ellas es un sistema de navegador por GPS, que permite delimitar el recorrido y con ello garantizar el respeto de sus parámetros, del recorrido, así como de los límites de velocidad establecidos.

Otro aspecto importante son los radares delanteros y traseros y los láseres escáner, que son los que en todo momento van controlando que no hay nada delante o detrás que impida el movimiento y que en el momento que detectan cualquier objeto detienen el vehículo, reducen su velocidad o buscan una alternativa como cambiar de carril.

Las cámaras digitales situadas a lo largo de toda la carrocería se encargan de analizar en tiempo real todo lo que rodea al vehículo para poder decidir un cambio de carril o para frenar el vehículo si la situación lo hace necesario.

Pero el alma de todo el sistema de conducción autónoma es la centralita de guiado, que es lo que podríamos llamar el cerebro del sistema de conducción autónoma. En este equipo se centralizan todos los datos captados por los diferentes sistemas de captura, las cámaras, los radares y escáneres y en base a todos estos datos el sistema toma las decisiones oportunas. De esta forma es esta centralita la que se encarga de gestionar el movimiento del vehículo, de girar el volante, de acelerar o de frenar en función de las situaciones.

La función de conducción automatizada maneja tanto el control longitudinal como el control lateral del vehículo. En esta situación el conductor ya no actúa ni sobre los pedales ni sobre el volante. Pero, en cualquier caso, éste puede desactivar la función y retomar, en todo momento, el control manual del vehículo. La velocidad del coche se adapta automáticamente en función de los límites en vigor (entre 0 y 120 Km/h) sin superarlos nunca, mientras que la dirección sigue las marcas de la carretera.

La tecnología que incorpora este Citroën Grand C4 Picasso autónomo, que supone el Nivel 2 de automatización, está pensada para funcionar en tramos de autopista, autovía o vía rápida con calzadas separadas para cada sentido. Su objetivo es mejorar el confort y la seguridad del conductor, ahorrarle la fatiga que supone la conducción por tramos monótonos.

PSA comenzará a introducir este tipo de tecnologías en el año 2018. Primero, estas tecnologías se encargarán de manejar el vehículo en atascos o mientras se circula en vías rápidas, autopistas y autovías, además de realizar las maniobras de estacionamiento. De este modo, el automóvil gestionará totalmente la conducción en fases propensas a las distracciones al volante. Con ello se evitarán una gran cantidad de accidentes ligados a los errores humanos.

En una segunda fase, a partir de 2020, entrarán en escena funciones que permitirán soltar el volante y dejar de mirar la carretera. El conductor podrá delegar cada vez más operaciones en el buen hacer de la tecnología de su vehículo, hasta llegar a un momento en el que será posible leer el periódico y viajar totalmente tranquilo sin necesidad de mirar la carretera. Es el futuro pero solo habrá que esperar unos cinco años.

Sólo han pasado siete días desde que la Dirección General de Tráfico aprobara el marco regulatorio sobre circulación de coches autónomos en las carreteras españolas y el Grupo PSA ha realizado el primer recorrido con un vehículo de este tipo entre sus dos centros productivos instalados en España, en Vigo y Madrid. Un recorrido de 600 kilómetros.