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Etiqueta del neumático, una buena ayuda para el comprador
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SE ANALIZA EFICIENCIA, FRENADO EN MOJADO Y RUIDO

Etiqueta del neumático, una buena ayuda para el comprador

Hoy se cumplen dos años de la puesta en marcha de la etiqueta del neumático, un buen sistema para ayudar a los ciudadanos en la compra

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Hoy se cumplen dos años de la puesta en marcha de la etiqueta del neumático, un buen sistema para ayudar a los ciudadanos en la compra de un elemento muy importante para la seguridad vial pero que al mismo tiempo es un gran desconocido. Ofrece información sobre tres parámetros diferentes del neumático, la eficiencia energética, la capacidad de frenado en mojado y el ruido que produce y es obligatoria en todos los centros de distribución, en los talleres y en las grandes superficies.

El neumático es un elemento muy importante, del que depende en última instancia nuestra seguridad cuando viajamos en coche, pero que para muchos usuarios es simplemente una cosa negra que llevamos en el coche. Pero es un elemento muy complejo, cuyo desarrollo y fabricación conlleva una avanzada tecnología.

No es lo mismo un neumático para rodar en asfalto o para circular por pistas forestales, tampoco es igual uno para utilizar en zonas lluviosas o en otras secas y por supuesto su duración es clave para la seguridad. Un neumático muy blando ofrece un muy buen agarre pero su duración se puede quedar en unos pocos miles de kilómetros. Incluso en competición se llegan a usar solo unas decenas de kilómetros.

Toda esa complicación del producto hacía interesante que los usuarios pudieran tener una referencia clara de lo que compran. No es lo mismo comprar una radio, o un cuaderno o una pelota que si no va bien se tira, que un neumático que si no agarra suficiente pondrá nuestra vida en peligro. Por eso se creó y se hizo obligatoria el 1 de noviembre de 2012 la etiqueta del neumático con dos objetivos claros, por un lado la ayuda al comprador y por otro obligar a los fabricantes del sector a un desarrollo tecnológico permanente de sus productos.

La etiqueta del neumático incluye tres conceptos diferentes que son los que se analizan. Por un lado la eficiencia, o lo que es lo mismo el mayor o menor consumo de carburante que permite en función de su rozamiento, por otro su agarre en suelo mojado y un tercer aspecto referido al ruido que produce.

Pero creo que el más importante para los usuarios es el de la eficiencia energética. Es un sistema similar al empleado en los electrodomésticos. Existen siete categorías diferentes homologadas, desde la A hasta la G, siendo la A la mejor de todas. Lógicamente, cuanto más cerca esté de la A será mejor el neumático en cuanto a eficiencia, permitirá ahorrar carburante, pero también será más caro. Desde el 1 de noviembre ya no se pueden homologar neumáticos con grado de eficiencia G, aunque si se pueden seguir vendiendo durante un plazo de 30 meses.

Lo que se mide realmente es el rozamiento del neumático, pero medido en unas condiciones muy concretas y fijas, lo que permite que los datos sean perfectamente comparables entre todos los neumáticos. Por ello, si lo que buscamos es la máxima eficiencia y, por ejemplo, vamos a un centro comercial a elegir nuestro neumático, podremos comparar entre los distintos neumáticos disponibles para elegir el que menos consume.

Un detalle importante, los neumáticos representan el 20% de las emisiones de CO2 y del consumo de un vehículo. La diferencia entre los dos extremos de los contemplados en la etiqueta, entre el nivel A y el nivel G, es en el caso de un vehículo compacto cerca de medio litro cada 100 kilómetros. Lógicamente, el rozamiento del neumático es directamente proporcional al consumo.

Otro de los aspectos analizados en la etiqueta se refiere al agarre del neumático en suelo mojado. En este caso son siete las categorías, igualmente definidas dese la A hasta la G, y también en este caso la mejor de todas es la categoría A. Si se toma como referencia el tipo A, el que mejor frena en mojado, un neumático de clase C alarga en 7 metros la distancia de frenado en las condiciones fijadas en el ensayo, mientras que en el nivel F esta distancia se alarga casi 20 metros.

El último de los aspectos que se analizan en la etiqueta es la sonoridad, que es un tema que afecta más al medioambiente que al propio usuario del vehículo, porque con este valor se mide no tanto el ruido que el neumático hace dentro del coche sino en el exterior, por lo que afecta más a las ciudades y al entorno que al propio conductor.

En este caso hay tres etapas diferentes, con una, dos o tres bandas marcadas, a lo que se acompaña el valor del ruido medido en decibelios. El nivel intermedio es el que será obligatorio en la próxima normativa comunitaria pero de momento se permiten los neumáticos con el nivel de 3 bandas.

Cuando una persona va a adquirir un neumático nuevo para cambiar por los suyos ya usados, debe buscar lo primero la medida exacta del neumático. Y luego, en función de que lo que se busque sea el mínimo consumo, o el máximo de agarre en mojado oel mínimo de sonoridad, podremos elegir entre uno u otro con la ayuda de esta etiqueta.

En este momento la presencia de la etiqueta es obligatoria en todos los neumáticos nuevos tanto en los talleres como en los centros de distribución o en las grandes superficies. Es una buena manera de aconsejar de alguna manera a los posibles compradores. Según un estudio de la Asociación Española del Caucho, que engloba a los fabricantes de neumáticos, 2 de cada 3 personas que van a comprar un neumático emplean la etiqueta para asesorarse y para tomar una decisión sobre el tipo de rueda a comprar.

Esta es la etiqueta obligatoria en estos momentos, pero perfectamente podría cambiar en el futuro y analizar en su lugar otros parámetros diferentes. Por ejemplo, quizá sería interesante poner el agarre en suelo seco en lugar de en terreno mojado, o también poner el dato de durabilidad del neumático, que en los tiempos que corren puede que interese mucho más a los usuarios que el ruido. Pero esta es la etiqueta que hay y conviene aprender a sacarle el máximo partido a la hora de comprar neumáticos.

Hoy se cumplen dos años de la puesta en marcha de la etiqueta del neumático, un buen sistema para ayudar a los ciudadanos en la compra de un elemento muy importante para la seguridad vial pero que al mismo tiempo es un gran desconocido. Ofrece información sobre tres parámetros diferentes del neumático, la eficiencia energética, la capacidad de frenado en mojado y el ruido que produce y es obligatoria en todos los centros de distribución, en los talleres y en las grandes superficies.

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