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Un capricho para los sentidos
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PRUEBA BMW 435I CABRIO STEPTRONIC

Un capricho para los sentidos

La prueba de esta semana corresponde a un coche bonito, rápido y divertido con el que se puede disfrutar en todos los sentidos. Es un verdadero capricho porque igual se puede disfrutar de una carretera de montaña en verano, que circular con el techo abie

La prueba de esta semana corresponde a un coche bonito, rápido y divertido con el que se puede disfrutar en todos los sentidos. Es un verdadero capricho porque igual se puede disfrutar de una carretera de montaña en verano, que circular con el techo abierto en una mañana otoñal o desplazarse de una manera cómoda para llegar cada día al trabajo.

La última prueba que hice de un modelo de BMW me dejó un sabor un poco extraño, porque el tacto del motor era un poco tosco, porque su comportamiento en carretera no era tan fino como yo había previsto, y en general la percepción no fue muy buena. Pero solo con ver este 435i sabía que todo iba a ir mucho mejor.

El coche es espectacular se mire por donde se mire, y mucho más si como en nuestro caso se trata de una unidad de color blanco. La opción de poder descapotarlo y disfrutar de una mañana soleada, por ejemplo, es un importante valor añadido. Pero sobre todo es que el nuevo BMW Serie 4 combina en un mismo vehículo dos conceptos diferentes de automóvil y dos utilizaciones posibles.

Por un lado, en su modo cerrado, y gracias a contar con un techo rígido, se convierte en un coche ideal para el uso diario con el que poder ir todos los días al trabajo y para hacer todos los traslados habituales del día. Y en este tipo de utilización es un vehículo muy cómodo, siempre que no sea necesario llevar a cuatro personas en su interior. De lo contrario, si hay que estar todo el día plegando y desplegando el asiento delantero, las cosas irán un poco peor. Pero si lo que buscamos es un coche para ir una o dos personas, este Serie 4 Cabrio resulta perfecto para el uso continuado.

Este coche tiene un valor añadido en su techo descapotable. Y es que cuando se trata de poder disfrutar de una conducción más tranquila y relajada, de disfrutar del buen tiempo o de un entorno maravilloso, entonces es el vehículo perfecto porque no solo se disfruta del coche sino también del entorno. Solo hay que presionar un botón y el coche se convierte en un viajero ideal en estas condiciones.

Pero tiene muchos más argumentos a su favor. Por ejemplo, su buen espacio interior. Es un coupé de cuatro plazas por su homologación y las dos plazas traseras son bastante amplias en cuanto a espacio para las piernas pero muy buenas en su cota de anchura. Los dos ocupantes de estas plazas posteriores viajan muy confortablemente. Además, hay suficiente espacio para la cabeza de estos ocupantes cuando se va con el techo puesto. La única pega que se le puede poner al habitáculo es el acceso a dichas plazas traseras, algo complicado cuando tenemos el techo puesto.

Y en lo que sale razonablemente bien parado es en cuanto a maletero. Normalmente estos coches suelen tener muy poco espacio en su zona trasera, primero porque ya en las versiones coupé la zona de carga suele ser pequeña, pero es que además, al tener que llevar el techo guardado dentro cuando se viaja descapotado, entonces se reduce a la mínima expresión.

En el caso del modelo que nos ocupa, con el techo puesto el volumen de carga es de 370 litros, una cifra realmente buena para un vehículo coupé de este tipo. Cuando se descapota la cifra baja bastante, hasta los 220 litros, que creo que es algo justo. A su favor tiene otro detalle importante, y es que el asiento posterior se puede plegar en dos mitades, lo que permite ampliar el maletero a costa de perder una o las dos plazas, pero que sirve para solucionar una situación apurada.

Y el interior tiene la calidad propia de un vehículo bueno de BMW, con un interior similar al de sus hermanos grandes de gama y por ello muy bien pensado y en el que todo el salpicadero está enfocado hacia su conductor. Y es que para la marca BMW el conductor es siempre lo más importante.

Este vehículo es, por su mecánica, el mejor ejemplo de la máxima tecnología en el automóvil. Un motor de gasolina con doble turbocompresor que supone una maravilla de la técnica y que funciona exactamente igual que un propulsor de gasóleo muy potente, pero con la suavidad y la espectacular subida de vueltas en la parte más alta que solo puede ofrecer un vehículo de gasolina.

Este motor de tres litros de cilindrada proporciona 306 caballos pero lo más importante, sin duda, es su par motor, de 400 Nm. Y lo realmente destacable es el hecho de que esta cifra de par máximo tan elevada está disponible casi desde el ralentí. En realidad ese par máximo ya está disponible desde las 1.200 vueltas y se mantiene hasta las 5.000.

Nuestra unidad de pruebas incorporaba también el cambio Steptronic automático de ocho marchas, pero también está disponible en el mercado este mismo propulsor con un cambio manual de seis marchas y un menor coste. Siempre soy partidario de un cambio automático, porque teniendo en cuenta cómo hay que conducir hoy en día, con las carreteras llenas de coches y con unos límites de hace cuarenta años y muchos radares, llevar un manual es solo más trabajo para el conductor. Sin embargo en este caso, con un motor tan elástico como este, se puede usar muy poco el cambio y tampoco es tan necesario un automático.

Pero volvamos a nuestra unidad de pruebas, el 435i con Steptronic incluido. El conjunto funciona a la perfección, permite una conducción suave con un consumo de carburante muy razonable pero cuando se trata de conducir rápido se puede ir como con el buen deportivo que realmente es este coche.

El cambio funciona con una gran suavidad y las primeras veces sorprende cómo al poco de arrancar en un semáforo ya vamos circulando en quinta o sexta marcha. Y si subimos un poco la velocidad, en torno a los 90 km/h, ya rodaremos en octava. Eso permite ahorrar carburante y evitar emisiones contaminantes, pero también suavidad y ausencia de ruido. Lo mejor es que ante la más mínima presión sobre el acelerador se quita una, o dos o tres marchas de forma inmediata y el motor se pone a empujar muy fuerte.

Este BMW 435i, como sus hermanos, cuenta con varios modos de conducción diferentes. Por un lado el Sport, en el que prima la deportividad y que entre otros ajustes hace que la caja de cambios efectúe los cambios más arriba de vueltas. Se pierde en consumo pero se gana en agilidad y en placer de conducción. Un segundo modo es el Confort, para una conducción más relajada y tranquila, más suave y en la que se busca por encima de todo que los ocupantes, y no solo el conductor, disfruten del viaje.

Pero también hay un modo Eco-Pro para conseguir el mínimo consumo. En este caso el cambio se aprovecha al máximo, las marchas se estiran por la parte de abajo lo máximo posible y normalmente el coche va rodando siempre a poco más de mil vueltas. En esta forma de conducción, en la que prima el consumo más ajustado, cuando el conductor pisa el acelerador con fuerza el coche no responde como en los otros modos. Es más tranquilo, no cambia tanto de marcha. Esta es la única manera de conseguir un consumo razonable en un vehículo de 306 caballos que siempre va pidiendo guerra.

Su equipamiento es realmente completo y de serie ya tiene de todo. Algo por otra parte lógico si tenemos en cuenta que es un vehículo de más de 65.000 euros. Pero es de serie hasta la tapicería de cuero, el programador de velocidad o el navegador. Son pocas las opciones que se ofrecen y las más destacadas tienen que ver con el confort cuando se circula con el techo abierto.

Por ejemplo son opciones que pueden resultar interesantes, puestos a gastar 65.000 euros en un coche, los asientos delanteros calefactados y el calentador para la nuca, situado justo en la parte inferior del reposacabezas. Ambos permiten alargar un poco la temporada de rodar con el techo abierto hasta incluso el invierno, si hace un buen día. Y otro detalle interesante, el deflector de viento en la parte trasera, que también permite usar más el coche en modo abierto cuando se circula por carretera, siempre que la velocidad sea razonable.

Por lo demás es un coche realmente delicioso con el que poder disfrutar al volante, cuando las condiciones lo permiten o disfrutar del paisaje y de la conducción con el techo abierto en otros momentos. Los 65.000 euros que cuesta este 435i Cabrio, son sin duda un poco exagerados, pero hay un Serie 4 Cabrio menos potente y deportivo desde 49.900 euros, que también es caro pero al menos algo más accesible. Y ofrece casi lo mismo porque las posibilidades de sacar rendimiento a 306 caballos son cada día más pequeñas en nuestras carreteras.

La prueba de esta semana corresponde a un coche bonito, rápido y divertido con el que se puede disfrutar en todos los sentidos. Es un verdadero capricho porque igual se puede disfrutar de una carretera de montaña en verano, que circular con el techo abierto en una mañana otoñal o desplazarse de una manera cómoda para llegar cada día al trabajo.

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