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Los tiempos están cambiando en Mercedes
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PROBAMOS EL MERCEDES C220 BLUETEC 7 G-TRONIC

Los tiempos están cambiando en Mercedes

En Mercedes están viviendo tiempos de cambio y de renovación. La mítica marca de Stuttgart está dando, sin romper con sus señas de identidad, un giro

En Mercedes están viviendo tiempos de cambio y de renovación. La mítica marca de Stuttgart está dando, sin romper con sus señas de identidad, un giro de 180 grados al diseño de sus nuevos modelos. En la firma germana están apostando por una imagen mucho más dinámica para sus modelos y con ello su objetivo es atraer a nuevos clientes a sus concesionarios, sobre todo los más jóvenes, aquellos que antes nunca se habían planteado adquirir un coche con la estrella en el frontal.

La revolución de Mercedes se inició con el Clase A, un vehículo que rompía todos los vínculos con el modelo que lucía antes esta denominación. Siguió después con el CLA y más tarde con el todocamino GLA, unos modelos que comparten la misma plataforma y que han permitido a Mercedes competir en segmentos en los que antes no estaba representada.

De esta revolución forma parte también el nuevo Clase C, berlina de la que se comercializa ahora su quinta generación y que ha roto los moldes con respecto a sus predecesoras. Este modelo hereda los patrones de diseño que la marca ha introducido en su nueva gama de vehículos compactos, por lo que ahora muestra una imagen mucho más dinámica y atlética, que nada tiene que ver con los patrones de diseño de su anterior generación. Muestra una estética más deportiva, pero sin perder la elegancia que siempre ha distinguido a este modelo.

Para satisfacer a un mayor número de clientes, Mercedes ofrece el Clase C con dos frontales diferentes, que en el caso de la unidad de nuestra prueba, con la línea de acabado Avantgarde, luce una estética más agresiva. Su frontal está presidido por unas rejillas de aire más grandes y una estrella en relieve de buen tamaño, flanqueada por dos gruesas barras horizontales cromadas. Una imagen muy deportiva que redondea con unas estriberas laterales y con la doble salida del escape. Los más conservadores pueden optar por la línea Exclusive que ofrece una delantera más clásica.

Comparándolo siempre con su antecesor, este renovado Clase C emplea una nueva plataforma, que le permite crecer sensiblemente de tamaño y en la que debido a la utilización de unos materiales más ligeros en muchos de sus componentes es 100 kilos más ligero que antes. Con el metro en la mano, podemos comprobar también que esta berlina es más espaciosa por dentro, sobre todo en los asientos traseros, en los que se disfruta ahora de un mayor espacio longitudinal para las piernas.

Tal como suele ser habitual en los coches de estas características, en esos asientos traseros, con dos plazas laterales muy bien definidas, dejan una central mucho más estrecha y poco utilizable, por lo que en esos asientos posteriores lo recomendable es que se acomoden dos pasajeros.

También ha aumentado la capacidad de carga del maletero, que sube hasta los 480 litros, pero en el caso de las versiones diesel, como la C220 BlueTEC que probamos en esta ocasión, su capacidad se queda en 460 litros. Esto es debido a la incorporación del depósito de AdBlue, una solución acuosa de urea que se inyecta en los gases de escape para reducir al mínimo sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Para mejorar la versatilidad de uso del vehículo, la marca ofrece en opción por 386 euros el respaldo de los asientos traseros abatible en una proporción de 40/20/40, lo que posibilita la carga de objetos más largos y aporta versatilidad de uso.

Si la imagen exterior del Clase C ha cambiado notablemente, lo mismo sucede con el diseño de su interior. Su aspecto ha cambiado una enormidad y ahora recuerda mucho al del Clase A y CLA, con las salidas de la ventilación con forma esférica y como en esos modelos, con una pantalla TFT de buenas proporciones presidiendo el salpicadero. En el caso de la unidad de nuestra prueba al estar dotada con la opción “Comand Online” que tiene un precio de 3.328 euros, esta pantalla es de 8,5 pulgadas.

En ella se agrupan muchas funciones del coche, incluidas las de conectividad y se maneja por medio de un mando táctil denominado “Comand” que está ubicado entre los dos asientos delanteros, con el que podemos movernos por los diferentes menús e incluso escribir en él con el dedo direcciones o números de la agenda.

Un inconveniente de este dispositivo es que no es muy intuitivo y requiere de un periodo de adaptación. Creo que el uso de una pantalla táctil, como una “tablet”, habría sido más práctico. Algo que no cambia y que se sigue manteniendo como es norma en la marca son unos niveles de calidad muy elevados y un exquisito cuidado en todos sus detalles.

De las diferentes motorizaciones con las que está disponible la nueva Clase C, el C220 BlueTEC que probamos en esta ocasión es la versión diesel menos potente. Eroga 170 CV, que se muestran más que suficientes para mover con una buena agilidad a esta berlina, que dotada con la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus tiene un peso de 1.570 kilos. Es un motor que además destaca por mostrar una sensacional suavidad de funcionamiento y un buen empuje desde muy pocas revoluciones.

Su conducción, debido a sus buenas aceleraciones y recuperaciones, resulta muy agradable y también es responsable del buen tacto que transmite al volante la caja de cambios automática que emplea, con un funcionamiento rápido y eficaz. Una caja que por medio de las levas situadas tras el volante se puede manejar en posición manual, un modo este que además aporta un plus de deportividad a la conducción. Siendo un poco puntillosos hay que criticar que estas levas tienen un tamaño pequeño y al girar solidarias con el volante, en trazados virados no siempre las tenemos a mano y sabemos cuál es la que debemos utilizar.

Otro de los puntos fuertes del C220 BlueTEC son sus consumos, siempre muy ajustados, especialmente si utilizamos el modo ECO del Agility Control, en el que todo está pensado para lograr la máxima eficiencia energética. Esto junto al eficaz sistema “Stop/Start” ha permitido a la marca de la estrella homologar un consumo medio de unos increíbles 4,3 l/100 km y unas emisiones de CO2 de tan solo 109 g/km.

Una cifra que es muy difícil conseguir en una conducción real, pero siendo un poco cuidadoso con el acelerador no es complicado moverse en unos consumos medios de entorno a los 5,5 l/100 km, que tampoco están nada mal para una berlina como esta y se posiciona en este aspecto como una de las mejores de su segmento.

Además, es un motor muy respetuoso con el medio ambiente y a sus pocas emisiones de CO2 se unen unas emisiones prácticamente nulas de los peligrosos óxidos de nitrógeno (NOx). Para conseguir esto último dispone de un depósito de AdBlue, con la boca de llenado de color azul (junto al de llenado del depósito de combustible). Se trata de una solución acuosa de urea, que al inyectarse en los gases de escape libera amoniaco y transforma los NOx en nitrógeno y agua, ambos totalmente inocuos. Esta solución permite además a Mercedes cumplir con la exigente norma anticontaminación Euro 6. El depósito de AdBlue tiene una capacidad de 25 litros y se rellena coincidiendo con las revisiones habituales del coche.

Volviendo al Agility Control que es de serie en la línea Avantgarde, dispone de cuatro modos más de conducción además del modo ECO: Comfort, Sport, Sport+ e Individual, variando en cada una de ellas las respuesta del motor, de la caja de cambios, la dirección y las suspensiones neumáticas si las equipa el vehículo, que son opcionales y tienen un precio de 1.584 euros, y la de las ayudas electrónicas a la conducción. Podríamos decir que con estos distintos modos de uso podemos elegir una conducción a la carta para nuestro coche.

En el Mercedes C220 BlueTEC sorprende su sensacional aplomo sobre el asfalto, siempre obsequia con una elevada calidad de rodadura y además hace gala de una sensacional agilidad en todo tipo de trazados. El Agility Control también está patente en las suspensiones, que con este sistema son 15 mm más bajas. En la práctica, además de ser un vehículo muy confortable, también muestra un carácter muy dinámico con un elevado paso por curva, siempre sin descomponer la figura y fiel a la trazada marcada por el volante.

En el caso de que se insinúe el eje trasero, los eficaces sistemas electrónicos de ayuda a la conducción que equipa se encargan de que todo vuelva a su sitio de manera rápida y a que su conducción sea siempre muy fácil y placentera. Y también segura.

El Clase C que probamos en esta ocasión, el C220 BlueTEC dotado con la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus y con la línea de acabado Avantgarde, tiene un precio de 44.587 euros. Es una cifra que lo posiciona un poco por encima de sus rivales más directos. Una factura que aumenta de forma notable si recurrimos a una serie de opciones que están disponibles para este modelo.

En Mercedes están viviendo tiempos de cambio y de renovación. La mítica marca de Stuttgart está dando, sin romper con sus señas de identidad, un giro de 180 grados al diseño de sus nuevos modelos. En la firma germana están apostando por una imagen mucho más dinámica para sus modelos y con ello su objetivo es atraer a nuevos clientes a sus concesionarios, sobre todo los más jóvenes, aquellos que antes nunca se habían planteado adquirir un coche con la estrella en el frontal.