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El coche autónomo de Mercedes ya puede rodar en California
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EN 2013 HIZO UN RECORRIDO DE 100 KM EN ALEMANIA

El coche autónomo de Mercedes ya puede rodar en California

El coche autónomo, el que no necesita que su conductor esté sentado al volante y guiando el vehículo, sigue dando pasos adelante, pero siempre con una

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El coche autónomo, el que no necesita que su conductor esté sentado al volante y guiando el vehículo, sigue dando pasos adelante, pero siempre con una limitación que es la de decidir quién será el responsable cuando un vehículo de este tipo sufra un accidente.Por un lado, puede ser su conductor, pero también la empresa aseguradora, o el fabricante del vehículo o incluso el fabricante del sistema que maneja el vehículo, o el productor de los sensores o de las cámaras. Pero entre tanto, el coche autónomo sigue su rápida progresión.

Estados Unidos es el país más avanzado, junto con Alemania, en este terreno y de hecho ya son varios los estados que permiten circular este tipo de vehículos en sus carreteras a modo de pruebas. El último en apuntarse es el de California, que a principios de la semana pasada concedía la primera licencia de este tipo a un constructor, en concreto a la marca alemana Audi. Y solo unos días después ha sido Mercedes la que ha obtenido también dicha licencia.

Para conseguir este permiso, puesto en marcha solo para hacer pruebas con conductores profesionales de la marca con dicha licencia, se exige una póliza de seguro de al menos 5 millones de dólares por cada coche de pruebas para cubrir los posibles riesgos. Pero los vehículos tienen que cumplir además una serie de condicionantes, entre ellos la opción de que el conductor siempre puede tomar los mandos sobre el vehículo autónomo y que el coche puede ser completamente parado de forma manual por su conductor.

Mercedes es uno de los fabricantes que cuentan con una tecnología más avanzada en materia de conducción autónoma y de hecho el actual Clase S, el vehículo más avanzado del mercado, dispone de muchos sistemas para hacer posible la conducción sin conductor. Con esta licencia para probar sus coches en California la marca alemana da un importante paso adelante hacia la producción en serie de coches de conducción autónoma, al menos en ciertas condiciones.

Lo más importante es que además de en Alemania, donde ya se prueban este tipo de coches en unas condiciones de carreteras más estrechas y con los semáforos antes del cruce, en Estados Unidos las circunstancias son completamente distintas, con carreteras mucho más anchas y con semáforos instalados en el otro lado del cruce. Y los coches de conducción autónoma deben funcionar en todos los países con independencia de las normas vigentes.

En septiembre del año pasado la marca alemana realizó un recorrido de más de 100 kilómetros por Alemania, entre las localidades alemanas de Mannheim y Pforzheim con su conductor sin tocar ningún elemento del vehículo, ni motor, ni cambio ni pedales. Esta prueba se hizo como homenaje a la pionera del automóvil, Bertha Benz, que recorrió hace 125 años ese mismo recorrido en el que se considera como el primer viaje largo a bordo de un automóvil.

Las ventajas esenciales de la conducción autónoma son evidentes: llegar al destino relajado, con rapidez y seguridad. Un vehículo autónomo puede asistir al conductor y asumir molestas tareas repetitivas, especialmente en recorridos rutinarios, en retenciones, en autopistas llenas de coches. Pero esta conducción autónoma no significa renunciar totalmente al placer de conducir. Y es que estos sistemas autónomos de conducción se le ofrecen al conductor, le prestan asistencia y le facilitan el trabajo, pero quien desee conducir su vehículo puede hacerlo hoy y podrá hacerlo también en el futuro.

Hay tres niveles de conducción autónoma, definidos por un grupo de trabajo de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) en cooperación con la Oficina Federal Alemana de Circulación por Carretera: conducción semiautomatizada, altamente automatizada y completamente automatizada.

En la conducción semiautomatizada, el conductor debe supervisar permanentemente las funciones automáticas, y no puede dedicarse a actividades diferentes de la conducción.

En la altamente automatizada, el conductor no tiene que supervisar permanentemente el sistema. Por lo tanto, puede asumir actividades diferentes de la conducción, pero de forma restringida. El sistema reconoce por sí mismo sus límites, y devuelve en caso necesario la tarea de conducción al conductor con un margen de tiempo suficiente para que lo haga con seguridad.

En la conducción completamente automatizada, el sistema puede resolver con autonomía todas las situaciones; el conductor no tiene que supervisar el sistema y puede dedicarse plenamente a otras actividades diferentes de la conducción. En este nivel sería posible también una conducción sin que haya un conductor a bordo.

El coche autónomo, el que no necesita que su conductor esté sentado al volante y guiando el vehículo, sigue dando pasos adelante, pero siempre con una limitación que es la de decidir quién será el responsable cuando un vehículo de este tipo sufra un accidente.Por un lado, puede ser su conductor, pero también la empresa aseguradora, o el fabricante del vehículo o incluso el fabricante del sistema que maneja el vehículo, o el productor de los sensores o de las cámaras. Pero entre tanto, el coche autónomo sigue su rápida progresión.

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