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Jeep Wrangler, el todoterreno más extremo y legendario
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CON MOTOR 200 CV Y TECHO Y PUERTAS DESMONTABLES

Jeep Wrangler, el todoterreno más extremo y legendario

El Jeep Wrangler es un vehículo diferente al resto de coches del mercado. Es un todoterreno de verdad, como los de antes, con sus virtudes y defectos

El Jeep Wrangler es un vehículo diferente al resto de coches del mercado. Es un todoterreno de verdad, como los de antes, con sus virtudes y defectos. Un coche cargado de detalles que lo hacen único, como su techo desmontable o su capota de lona que va guardada en la parte superior del maletero. Un coche para gente especial.

El Jeep Wrangler es un vehículo legendario del que se han vendido millones de unidades en Estados Unidos y que representa el concepto de máxima libertad en los terrenos más difíciles. Es el ejemplo más claro de un vehículo todoterreno de los de antes, con su tracción 4X4 y sus marchas reductoras seleccionables mediante una palanca. Pero al mismo tiempo se han añadido, con el paso de los años, algunos elementos de tecnología avanzada para hacer de él un coche algo más actual. Por eso tiene elementos como el ESP, o el control de crucero o el navegador, pero no deja de ser un coche para verdaderos expertos del mundo 4x4.

Un simple vistazo a su interior ya deja claro que se trata de un coche distinto. La unidad que hemos probado corresponde a la versión de 3 puertas, el Wrangler de verdad. La marca norteamericana ofrece desde hace años también una variante de cinco puertas, el Unlimited, con mayor habitabilidad interior y mejor acceso a las plazas traseras, pero no es el clásico Wrangler.

Volviendo a nuestro coche de pruebas de 3 puertas, ofrece solo cuatro plazas, pero que son muy amplias. Y el acceso al interior, en esas plazas posteriores es bastante complicado por la mayor altura del coche a lo que se suma el tener que echar el asiento delantero hacia delante. Pero una vez instalados las plazas son bastante amplias.

El salpicadero está terminado en tonos muy oscuros, lo que hace que el coche parezca más pequeño de lo que es en realidad. Tan solo los aireadores, terminados en color blanco, y una zona de la consola central le dan un toque más colorista. Lo mismo que el volante, con una zona acabada en blanco. En cuanto a los relojes del cuadro, no son negros o blancos, como en el resto de los coches, sino que en este caso tienen un acabado en un tono azul con unas montañas para dejar claro su carácter aventurero. Una terminación propia del acabado Polar.

Lo que hace realmente distinto a este modelo es su palanca de cambios, o mejor dicho la segunda palanca que hay junto a la de cambios, a la izquierda de ésta. Es la palanca para controlar el sistema de tracción elegido por el conductor en cada momento. Y son ya pocos los coches que ofrecen esta segunda palanca para manejar la tracción.

Pero sigamos con el interior. Lo que más sorprende es la posición de su parabrisas delantero, completamente vertical y de tamaño reducido. En el interior encontramos también unas barras antivuelco que están protegidas mediante fundas para evitar peligrosos golpes con la cabeza.

La razón de estas barras hay que buscarla en las particularidades únicas del Wrangler. Si miramos al techo vemos que está formado por varias piezas y que cuenta con una especie de palancas que permiten soltar de manera muy rápida las piezas que cubren la parte delantera del habitáculo, la de las dos plazas delanteras. Solo hay que soltar esas tres palancas de cada mitad y desenroscar una pieza en la parte central del techo y podremos quitar estas piezas.

Las posibilidades no acaban aquí pero el resto de la operación es bastante más complicada. Pero con las herramientas adecuadas se puede quitar toda la pieza trasera del techo y dejar un coche similar al mítico Jeep Willys. Incluso se pueden quitar las puertas y hasta el parabrisas para dejar un coche solo con la parte inferior de la carrocería. También con el coche descapotado se puede utilizar la capota de lona que va plegada con su estructura metálica en el maletero.

Es un coche realmente especial, que ofrece unas posibilidades únicas de personalización, con la opción de dejarlo totalmente descapotado y hasta sin puertas y parabrisas, pero no es un coche para el uso diario. Cuando se utiliza de manera regular entre el tráfico normal, resulta incómodo de conducir porque es un coche pensado para circular por zonas difíciles pero no para ir por buenas carreteras o por las calles de una ciudad.

El motor es muy potente, con 200 caballos, y mueve con fuerza al Wrangler, pero lo hace sobre todo pensando en circular por pistas o zonas más complicadas fuera del asfalto. Ahí es donde demuestra todo su potencial. Sin embargo, en carretera no es un vehículo con el que resulte muy agradable circular. Las suspensiones son duras y el coche además tiene muchos rebotes.

El comportamiento es muy nervioso, porque en esta versión con carrocería de tres puertas, los movimientos ante el más mínimo bache pasan factura en el habitáculo por su escasa distancia entre ejes y sus grandes ruedas. Y su consumo es muy elevado. Aunque su valor homologado es de 7,1 litros, en realidad no hemos bajado de los 9 litros en nuestra prueba, pese al stop/start y a conducir con suavidad. Y cuando se rueda fuera del asfalto, con la tracción 4x4 y más aún con las reductoras estaremos en los 10 o los 11 litros.

El sistema de tracción es el clásico empleado en los todoterreno de siempre. En condiciones normales el coche debe circular en asfalto con tracción trasera. En este caso del Wrangler se mueve bien sobre terreno seco y evoluciona con normalidad, siendo un coche bien asentado por el elevado peso y por sus ruedas de gran tamaño.

Pero circulando así debemos tener en cuenta que si llegamos a una zona con terreno deslizante, por lluvia o hielo o tierra suelta, estaremos llevando un tracción trasera muy nervioso, con una gran inercia por su elevado peso, y por ello nos veremos con el coche de lado en mitad de la carretera.

Cuando se circula por pistas o terrenos deslizantes, entonces deberemos seleccionar la tracción 4x4. Pero ojo, no es un sistema de tracción total que permita funcionar en modo 4x4 cuando se rueda sobre asfalto seco. No es como los sistemas modernos de tracción 4x4 en los que se gestiona de manera electrónica el reparto de par entre los dos ejes. En este caso no hay un diferencial central que reparta de forma variable el par entre ambos ejes y siempre llevaremos un 50:50 entre el eje delantero y trasero, con las limitaciones que esto conlleva.

Es un sistema bueno para rodar por pistas y terrenos complicados, pero no tanto para circular en asfalto. Y es que la posición de modo 4x4 hay que dosificarla y el conductor debe tomar la decisión de qué tracción poner en cada momento. Cuando las cosas se complican por un terreno más difícil, por una piedra o por algún obstáculo, entonces es cuando llega lo bueno para el Wrangler.

Y es que este coche es imparable en terrenos realmente difíciles. Solo deberemos seleccionar un tercer modo de tracción, el 4x4 con marchas reductoras, y entonces se acabarán todos los problemas. En este caso se suman todos los elementos necesarios para hacer del Wrangler el rey del off-road. Ángulos de ataque y salida insuperables, lo que permite salir de una zona o encarar una pendiente muy pronunciada sin romper nada. Un motor muy potente que con las marchas reductoras permite hacer de todo. Y una suspensión típica de un todoterreno, de ejes rígidos, que es lo ideal para la conducción off-road más extrema.

Aun así, si su conductor aún no se queda convencido de las posibilidades que tiene su Wrangler puede adquirir la versión más extrema, el Rubicón. Un nombre legendario porque es el de una de las pistas más complicadas y famosas en el mundo del todoterreno y esta versión ofrece lo máximo que puede tener un coche off-road. Unas marchas reductoras aún mucho más cortas, unos palieres reforzados para aguantar el máximo esfuerzo en condiciones extremas y diferenciales bloqueables para asegurar la mejor capacidad de tracción hasta en las condiciones más extremas.

El Wrangler es una gozada en el campo, pero todo lo bueno que tiene fuera de la carretera es menos bueno cuando se circula normalmente por carretera. Comportamiento más nervioso, suspensiones duras e incómodas y poco efectivas en carretera y sobre todo una dirección con la que se tiene la sensación de que hay que ir apuntando. Una dirección poco precisa en carretera y más aún cuando se circula rápido.

Si usted busca un todoterreno de verdad para utilizar siempre en una finca o un pueblo, para poder tenerlo desmontado o al menos descapotado y con el que poder superar lo más complicado de caminos o pistas, este Wrangler es el mejor coche y el más divertido que puede encontrar. Pero si busca un coche más polivalente, para poder usarlo a diario además de hacer off-road algunos fines de semana, entonces hay otras alternativas más lógicas.

El Jeep Wrangler es un vehículo diferente al resto de coches del mercado. Es un todoterreno de verdad, como los de antes, con sus virtudes y defectos. Un coche cargado de detalles que lo hacen único, como su techo desmontable o su capota de lona que va guardada en la parte superior del maletero. Un coche para gente especial.

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