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Fiat apuesta por Jeep y Alfa Romeo
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PREVÉ VENDER 6 MILLONES DE COCHES EN 2018

Fiat apuesta por Jeep y Alfa Romeo

Los mercados no se han tomado bien el plan que Sergio Marchionne, presidente del grupo Fiat-Chrysler, anunció la pasada madrugada para su grupo en los próximos

Foto: EFE_RENA LAVERTY
EFE_RENA LAVERTY

Los mercados no se han tomado bien el plan que Sergio Marchionne, presidente del grupo Fiat-Chrysler, anunció la pasada madrugada para su grupo en los próximos cinco años. La cotización de las acciones de Fiat en la Bolsa de Milán tuvo que ser suspendida cuando caía más del 9%. Esto ocurría tras anunciar la compañía unas pérdidas de 319 millones de euros en el primer trimestre del año.

El Plan anunciado por Marchionne en la sede de Chrysler prevé multiplicar por 7 el beneficio neto del grupo en un plazo de solo cuatro años. Y lograr ese año unas ventas cercanas a los seis millones de unidades. Para ello va a reestructurar varias de sus marcas, mejorar la calidad de sus productos y, sobre todo, lanzar nuevos modelos que vengan a competir en segmentos diferentes del mercado. Todo ello con el objetivo de aumentar de manera drástica sus ventas y beneficios.

Quizá los cambios más importantes de todo lo anunciado por Marchionne se refiere a dos marcas muy diferentes, Jeep y Alfa Romeo. La primera, un fabricante norteamericano de vehículos todoterreno y la segunda, la italiana de deportivos. En el caso de la compañía americana, el objetivo es que sea menos norteamericana y más global, ya que si en la actualidad todos los modelos se fabrican en territorio norteamericano, con el nuevo plan ya no será así.

De hecho este plan incluye fabricar coches de la legendaria marca en cuatro regiones del mundo. El año pasado Jeep vendió en torno a 800.000 unidades, fabricadas en Estados Unidos. Lo previsto para 2018 es que se hagan un millón de unidades en USA, otras 500.000 en China, 200.000 en Europa, que ya han comenzado su montaje en Italia, y otras 200.000 unidades en Brasil para abastecer básicamente aquel mercado. Es decir, una previsión de 1,9 millones de unidades fabricadas y vendidas en todo el mundo.

La otra marca importante en este plan es Alfa Romeo, una división que en estos momentos está en sus horas más bajas. Ya el año pasado varias veces se llegó a decir que Audi quería comprarla, pero finalmente sigue integrada en el grupo Fiat. Pero con unas ventas muy por debajo de su potencial, 75.000 unidades en 2013.

El objetivo es potenciar dos aspectos fundamentales de la marca, la deportividad y el estilo italiano. Y Marchionne pone el punto de mira en los modelos Premium alemanes. Para ello tendrá que luchar con esa imagen de poca fiabilidad que en los últimos años han tenido los Alfa. Pero sobre todo, habrá una gama completamente renovada y con vehículos en nuevos segmentos.

No habrá sucesor del Mito, pero de aquí a 2018 se lanzarán siete nuevos vehículos con la marca del biscione, entre ellos dos todocamino y una berlina deportiva media, que será el sucesor del 159 (Giulia). Y también podría llegar un deportivo en la línea del 4C pero un escalón por encima por precio y tamaño, un buque insignia para Alfa Romeo. En total, en 2018 lo previsto es que Alfa ofrezca en su gama ocho modelos completamente diferentes, lo que permitiría vender 400.000 coches al año, según Marchionne. Para ello la inversión prevista solo en Alfa Romeo es de 5.000 millones de euros en estos cuatro años.

La marca matriz Fiat también se verá afectada, pero menos que estas dos primeras, por el nuevo plan de cinco años. También cuenta con un ambicioso proyecto que le debe llevar a vender en 2018 cerca de 1,8 millones de unidades. Para ello, además de por supuesto el lanzamiento de nuevos modelos, Marchionne prevé la separación de la gama en dos variantes, los vehículos más racionales, modelos útiles y asequibles, y una segunda parte de la gama con modelos más emocionales.

La primera sería la de modelos como el Panda, el Punto o el Freemont que ofrecen la máxima utilidad, mientras que la otra división de modelos serían básicamente los 500 y su ya amplia gama de modelos a la que se sumará el nuevo 500X, la versión todocaminio, que llegará a finales de este mismo 2014.

La primera división, la de los coche útiles, tendrá en 2016 su año fuerte ya que ese mismo año está previsto el lanzamiento del nuevo compacto, el sucesor del Bravo que tendrá también una variante familiar. Y también llegará el nuevo Punto, mientras que para el nuevo Panda la fecha prevista inicialmente es la de 2018.

Para la marca Chrysler, que el pasado año vendió 300.000 unidades, Marchionne prevé un crecimiento hasta las 800.000 y todo ello basado en el lanzamiento de ocho nuevos modelos. De ellos dos incorporarán la nueva tecnología del vehículo híbrido enchufable.

En cuanto a Maserati, aunque dentro de sus cifras más limitadas también tiene un ambicioso plan. La marca del tridente, que vendía en 2012 solo 7.500 unidades, ya tenía previsto llegar en 2015 a cerca de 40.000 unidades por el nuevo Ghibli y por la llegada ese año del todocamino, el Levante. Ahora los planes son aún más agresivos con una cifra de 75.000 coches vendidos en 2018. Para ello, tras el Levante llegarán un vehículo basado en el concept Alfieri, un gran deportivo, en 2016 y la variante descapotable de éste en 2017.

Por lo que respecta a Ferrari, es la que menos cambios ofrece en este plan del grupo Fiat. Lo previsto es seguir en la misma cifra, en torno a las 7.000 unidades anuales, que permite una buena rentabilidad sin perder la obligada exclusividad. La marca del cavallino lanzará para ello un nuevo modelo cada año.

Y la gran olvidada es Lancia, para la que Marchionne no tuvo ninguna referencia. Seguirá comercializando, básicamente solo para Italia, el Ypsilon y poco más. Y es que en este plan las grandes favorecidas han sido Jeep y Alfa Romeo, mientras que la gran olvidada es Lancia que podría desparecer en los próximos años. Y en la vertiente americana otra poco agraciada en este plan es Dodge, sin muchos cambios de producto, pero para la que se prevén unas ventas en 2018 de 600.000 unidades.

Todo este ambicioso plan debería permitir, según las previsiones del grupo italiano, mejorar su beneficio operativo desde los 3.600 millones de euros previstos en 2014 a superar los 9.000 millones en 2018. En cuanto a la facturación, siempre según el plan, aumentaría en un 45% hasta alcanzar los 132.000 millones de euros en 2018.

Los mercados no se han tomado bien el plan que Sergio Marchionne, presidente del grupo Fiat-Chrysler, anunció la pasada madrugada para su grupo en los próximos cinco años. La cotización de las acciones de Fiat en la Bolsa de Milán tuvo que ser suspendida cuando caía más del 9%. Esto ocurría tras anunciar la compañía unas pérdidas de 319 millones de euros en el primer trimestre del año.