Los vehículos sin papeles obligan a que los 'legales' paguen seguros un 18% más caros

Con la crisis se venden menos coches nuevos,los vehículos pasan menos por el taller, las ruedas se utilizan (desgastadas)hasta situaciones extremas...Pero hay un aspecto que no se tiene muy en cuentanormalmente:el impago del seguro. Hoy son ya 2,4 millones los vehículos que circulan sin él.

La crisis ha disparado la cifra, que ha crecido un 22% desde el año 2008 hasta ahora. Pero mucho más grave aún es el caso de las motos y ciclomotores cuyo número desde ese año se han incrementado en un 127% hasta llegar a las 486.000 máquinas, lo que supone un 16% del total, según un informe elaborado por la web www.kelisto.es. En total, si se tienen en cuenta coches más motos y ciclomotores, el incremento del número de vehículos sin seguro es de un 35% desde 2008 hasta ahora.

Cuando un conductor tiene un accidente con un coche sin seguro las cosas se le complican mucho. Si el seguro del vehículo propio es a todo riesgo, el accidente se saldará sin problemas para el propietario. Su compañía aseguradora pagará la reparación del coche y todos los gastos sin problemas. Será posteriormente la compañía de nuestro seguro la que se ocupará de reclamar a quien sea necesario, en principio al Consorcio de Compensación del Seguro, las cantidades debidas.

El problema vienecuando un conductor tiene su coche asegurado a terceros, con lo que se cubren los gastos de la reparación del otro coche pero no los del propio vehículo en caso de accidente. En este caso, si sufrimos un accidente contra un coche o moto sin seguro, nuestra compañía aseguradora no adelantará el dinero de la reparación. Con ello, aunque la culpa la haya tenido el otro conductor, tendremos que pagar nosotros nuestra reparación para posteriormente, y si hay un poco de suerte, cobrar al Consorcio la reparación al cabo de más de un año.

Cuando se tiene un accidente con otro vehículo siempre se debe recabar el máximo de información del siniestro, del lugar, del otro vehículo, de su conductor y de los ocupantes, si los hubiera. Y en el caso de que el otro vehículo no tenga seguro es muy importante llamar a la Policía para que haga el correspondiente atestado. Este trámite será imprescindible para poder reclamar el pago al Consorcio de Compensación.

Sin seguro por la crisis

El aumento del número de coches que circulan sin seguro es una consecuencia más de la crisis. Y como todo, supone un sobrecoste adicional para los conductores que sícumplen con el pago de sus seguros y que ven sus pólizas incrementadas de preciopor esta causa.

Según las estimaciones del sector asegurador, el problema de los vehículos sin seguro supone para los conductores que sí tienen sus coches legalmente un sobrecoste de 110 millones de euros cada año. Con ello, el coste de la póliza se encarece en torno a un 2% por tener que asumir los costes de los siniestros de vehículos sin asegurar, que los pagan los que sítienen asegurado su coche.

Las aseguradoras trasladan ese 2% del coste de la póliza al Consorcio de Compensación de Seguros (CSS). Este esel organismo público que se encarga de gestionar las indemnizaciones de los accidentes causados por coches sin seguro cuando el conductor no tiene recursos para asumir el coste. Y también de otras causas, como la climatología adversa, el terrorismo… En 2012 el CSS dedicó 43,6 millones de euros a cubrir los siniestros que ocasionaron estos coches no asegurados. Para una póliza media de 500 euros al año, el coste de los sin seguro supone 10 euros más adicionales para cada coche asegurado.

Fraudes y trampas

A esta circunstancia de los vehículos sin seguro se suma la del fraude. Estas prácticas ilegales también se han incrementado en los últimos años por la crisis. Y según el sector asegurador, en 2012 representó un sobrecoste de más de mil millones de euros, lo que hizo encarecer laspólizas en un 16%. Es decir, que para un seguro medio de 500 euros, el coste adicional por este tema del fraude es de otros 80 euros.

En este aspecto del fraude se incluyenmuchas "trampas". Por ejemplo, cuando un conductor tiene un coche a terceros y sufre un accidente, es una práctica habitual que otro amigo o familiar lejano presente un parte en un coche con seguro a todo riesgo para que se la paguen sus daños, cuando tendría que pagarlos el primer propietario. Igualmente daños a personas, atropellos, denuncia de lesiones inexistentes o de siniestros que no se han producido y demás. O robos de vehículos. Incluso reparaciones pactadas con un taller.

Es decir, que si no existiera el fraude del seguro, en sus distintas variantes, ni coches sin asegurar, nuestra póliza costaría un 18% más barata cada año. O lo que es lo mismo, que en lugar de pagar 500 euros de media, en realidad abonaríamos 410 euros.