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Conducción segura con Volvo
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CURSOS PARA CLIENTES CON EL RACE

Conducción segura con Volvo

La semana pasada Volvo ha organizado un nuevo curso de conducción segura, y lleva ya doce años haciéndolo, en el que han participado más de 500

Foto: Conducción segura con Volvo
Conducción segura con Volvo

La semana pasada Volvo ha organizado un nuevo curso de conducción segura, y lleva ya doce años haciéndolo, en el que han participado más de 500 clientes de la marca. Una buena experiencia en la que los propietarios de vehículos de Volvo aprenden a conocer y a sacar el máximo partido a los numerosos sistemas de seguridad que ofrecen los modelos de la marca sueca, pionera en el empleo de muchos de ellos. Y además, es una experiencia gratuita para estos clientes.

El curso comienza con una primera parte teórica en la que se explica a los conductores lo que son sistemas  como el ESP, para empezar por lo más sencillo, pero que incluyen otros más importantes y complejos como el control de peatones, el control de crucero adaptativo o el City Safety. Y también se dan algunas nociones básicas de cómo se deben tomar las curvas o cómo rodar en un circuito como el del Jarama.

Pero ojo, lo que se pretende no es enseñar una conducción deportiva, buscando los límites de los conductores, sino una conducción tranquila, pero buscando cómo trazar una curva y demás, y siempre detrás de un monitor que mantiene un ritmo tranquilo. Lo mejor es que estas pruebas se realizan en unas condiciones de máxima seguridad al ser un circuito cerrado al tráfico.

Otra de las pruebas que se hacen en el curso es circular por un circuito de todoterreno. Es una pista muy sencilla, sin riesgos, y que se hace a una velocidad muy lenta pero en la que los conductores comprueban el funcionamiento del control de descenso.

Se trata de un sistema muy importante y que aporta una gran seguridad, pero que resulta desconocido para muchos usuarios de vehículos todocamino. Para ello se afronta una pendiente muy pronunciada pero corta que no crea el más mínimo peligro, pero que enseña cómo se hace un descenso con el máximo de seguridad. Y se explica que si se pisa el freno cuando estamos usando el control de descenso éste se desconecta.

También se ponen los vehículos en unas condiciones complicadas, con zonas en las que se levanta alguna rueda, pero a una velocidad muy lenta y sin que haya el más mínimo riesgo de que pase nada. Con ello, los conductores pueden llegar a saber de lo que son capaces este tipo de vehículos.   

En ellas, al llegar a un muñeco del tamaño de una persona o a unas vallas, el conductor debe mantener el acelerador pisado en esa velocidad, para crear una situación similar a un despiste. Entonces, el coche avisa con señales luminosas y sonoras de la presencia de un obstáculo, pero si el conductor no hace nada para evitarlo, el coche frena por sí sólo y evitara el choque o el atropello.

En cuanto a la prueba de aparcamiento, solo hay que presionar un botón y pasar cerca de una plaza libre, y el coche nos lo indica. Una vez encontrada la plaza, sólo debemos poner la marcha atrás o la marcha hacia delante y pisar los pedales, pero el volante lo mueve el coche por si sólo. Y lo hace con la máxima eficacia.

Y la otra prueba se centra en el funcionamiento del ESP. Para ello, se realiza primero una prueba de frenado a fondo con esquiva en una zona muy deslizante. El conductor puede comprobar cómo el sistema de control de estabilidad se ocupa de frenar las ruedas necesarias para conseguir estabilizar el vehículo en el mínimo espacio posible y de la manera más segura.

Y también  una curva muy cerrada en la que si el conductor acelera fuerte puede apreciar como el sistema actúa para llevar el coche a su posición ideal pese al exceso sobre el pedal del acelerador. Otra prueba es llegar y hacer un par de curvas bastante cerradas con un suelo muy deslizante y poder apreciar como el coche por sí solo nos meterá en la curva.

Por lo que se refiere a las vueltas en el circuito del Jarama, se puede rodar en dicha pista y eso ya supone una alegría para los propietarios. Además, se pueden probar algunas cosas de estabilidad, de capacidad de tracción y demás, y se pueden hacer pruebas con el control de crucero adaptativo en unas instalaciones en las que se ofrece la máxima seguridad.

Creo que este tipo de pruebas deberían ser obligatorias para todos los conductores una vez sacado el carné de conducir, y serían muy recomendables cada vez que un cliente se compra un coche nuevo, porque la tecnología avanza de tal forma que solo unos pocos conocen todo lo que pueden hacer los coches. Cada día llega algo nuevo que aporta más seguridad pero que requiere que lo sepamos utilizar, y la mejor forma de hacerlo es practicarlo en las condiciones de seguridad óptimas, como las que ofrecen estas instalaciones de la escuela del RACE.    

Por supuesto Volvo no es la única marca que hace este tipo de cursos para sus clientes, y otras marcas como Mercedes, BMW, Audi o Porsche organizan otros similares en los que sus propietarios pueden aprender a sacar el máximo partido a sus vehículos y a los nuevos sistemas de seguridad.    

La semana pasada Volvo ha organizado un nuevo curso de conducción segura, y lleva ya doce años haciéndolo, en el que han participado más de 500 clientes de la marca. Una buena experiencia en la que los propietarios de vehículos de Volvo aprenden a conocer y a sacar el máximo partido a los numerosos sistemas de seguridad que ofrecen los modelos de la marca sueca, pionera en el empleo de muchos de ellos. Y además, es una experiencia gratuita para estos clientes.