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El confort por estandarte
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PRUEBA HYUNDAI SANTA FE 2.2 AWD

El confort por estandarte

Es la tercera generación del todocamino coreano y ofrece un amplio habitáculo de siete plazas, con un interesante motor turbodiésel de 198 caballos y un completo

Es la tercera generación del todocamino coreano y ofrece un amplio habitáculo de siete plazas, con un interesante motor turbodiésel de 198 caballos y un completo equipamiento. Destaca por su gran confort de marcha, su buen equipamiento y la buena calidad de su terminación, y en el lado negativo destacar unas suspensiones que son demasiado blandas, precisamente por esa obsesión de conseguir el coche más confortable.

Sin duda la palabra que define más rápidamente esta tercera generación del todocamino coreano es la de confort. Es un coche en el que todo está pensado para ofrecer el máximo confort al conductor y a sus ocupantes. Y es por ello un magnífico coche, que resulta ideal para la mayor parte de los clientes.

El nuevo Santa Fe es un coche muy bonito.Al ser más bajo que su antecesor ofrece una estética más afilada en una vista lateral, y su frontal es realmente llamativo. Su gran parrilla con las tres bandas transversales y su gran escudo y los faros de luz diurna de led en la parte inferior en ambos extremos le dan una personalidad propia muy marcada.

Este nuevo modelo es más largo y más bajo que la anterior generación, lo que permite incorporar una tercera fila de asientos. Esta fila es opcional en las versiones equipadas con el motor pequeño, al de 150 caballos, mientras que todos los de 198 caballos llevan la tracción a las cuatro ruedas y las siete plazas de serie.

Estos dos asientos de la tercera fila van plegados en el suelo del maletero pero se sacan de una manera muy sencilla. Son dos plazas solo razonablemente buenas y digamos que son para solucionar una situación de emergencia, pero no sirven para plantear un largo viaje en ellas. Sin embargo, pronto esto será solucionado ya que se acaba de presentar en el Salón de Los Angeles una versión de carrocería larga del Santa Fe que llevará tres filas reales y la opción de una configuración de seis plazas y otra de siete, según las necesidades.

El hecho de llevar esta tercera fila de asientos hace que también incorpore una segunda fila de asientos ajustable, tanto en sentido longitudinal como vertical. Con ello, en función de las necesidades se puede buscar la posición ideal para viajar en cada momento.

Las plazas son cómodas. Muy buenas las delanteras, mientras que las de la fila central, aunque el coche es algo más estrecho que el anterior Santa Fe, son bastante buenas. Y la posibilidad de reclinar más o menos el asiento resulta un interesante valor añadido.

Su interior está plagado de detalles que hacen la vida a bordo muy agradable. Al entrar y salir del coche se emiten unos sonidos de bienvenida o de despedida que suponen un detalle diferenciador. En cuanto a su cuadro de instrumentos, es muy agradable. Tiene dos grandes relojes y en el centro una pequeña pantalla que ofrece muchas opciones de configuración y proporciona mucha información. Además, el volante incorpora muchas funciones, lo cual resulta agradable pero requiere un tiempo de acondicionamiento hasta aprendérselo todo bien. Esta versión del Santa Fe incorpora de serie un completo equipo de navegación con pantalla central en color que permite una utilización muy intuitiva.  

Llega el momento de hablar de su mecánica. Y como ocurre con todo lo demás en este modelo, nuevamente en su mecánica es un coche en el que el confort es el principal argumento. El motor es un 2.2 litros que proporciona una potencia de 198 caballos y que ofrece un funcionamiento muy suave. También en lo que a rumorosidad se refiere, ya que es un motor muy silencioso, lo que transmite una mayor sensación de confort a todos los ocupantes del vehículo.

El motor es potente pero lo más destacable de su utilización es que resulta muy suave. Desde pocas vueltas ofrece mucho par, sube de vueltas con alegría, pero no tiene un tirón de rotundidad. Es un motor para viajar de forma tranquila aunque se puede circular muy deprisa con él, pero sin acelerones bruscos, sin un toque de deportividad que ni tiene ni buscan sus clientes potenciales.

Su consumo es realmente bueno. Y es que el valor homologado es de 5,6 litros, una cifra espectacular si tenemos en cuenta que es un coche grande y pesado, con una aerodinámica un poco limitada y con tracción 4x4. Lo normal es rodar por carretera de una forma tranquila con poco más de seis litros de consumo, y es un dato a tener en cuenta. 

Y ya que hablamos de consumos, comentar uno de los pequeños fallos que desde mi punto de vista tiene este coche, y es el medidor del depósito de combustible, que resulta difícil de ver. Va situado en el centro de uno de los grandes relojes del cuadro y su visibilidad es un poco limitada.

La dirección es, una vez más, bastante suave. Hay que decir que como cosa curiosa este vehículo tiene la posibilidad de ajustar en tres modos diferentes la dureza de la dirección, que es asistida eléctrica. Ofrece un modo normal, uno sport y uno confort, pero yo diría que el más razonable para circular por carretera es el sport, al menos para mis gustos de conducción. Los otros se pueden usar en ciudad.

Y llegamos a las suspensiones, que nuevamente adolecen de ser algo blandas, aunque menos que las llevaba la anterior generación del Santa Fe. La verdad es que la estabilidad, salvo que intentemos rodar al límite, no se pone en peligro, pero su conductor y los ocupantes verán que cuando se rueda deprisa en una zona virada la carrocería se mueve más de la cuenta y en una curva más cerrada esta se inclina.

Sin embargo, el vehículo no pierde la compostura y sale airoso de cualquier situación. Además, sus reacciones cuando circulamos rápido son fácilmente predecibles, lo que favorece que su conductor se sienta más a gusto al volante pese a los movimientos de la carrocería.

El Santa Fe es un coche pensado para la carretera, un buen rutero con un motor muy potente pero de utilización tranquila y de bajo consumo, al que se suma otro valor importante su amplio habitáculo con hasta siete plazas, aunque es más interesante usarlo como un cinco plazas con un gran maletero.

Además, y mediante un botón a la izquierda del volante, se puede bloquear la tracción con un 50% del par sobre cada eje. Esta posición es ideal para superar una zona muy complicada, deslizante o con mucho barro o arena, por ejemplo. Este modelo también cuenta con ayuda al arranque en pendiente que siempre es un valor interesante para su uso fuera del asfalto, lo mismo que el control de descenso que también equipa este modelo coreano.

El Hyundai Santa Fe es un gran todocamino, un vehículo muy amplio y confortable que incluye un completo equipamiento de serie y que cuenta con un potente motor de bajo consumo. Es un coche que se define por encima de todo con la palabra confort, que es la clave para definir todo lo que tiene este modelo coreano.

Es la tercera generación del todocamino coreano y ofrece un amplio habitáculo de siete plazas, con un interesante motor turbodiésel de 198 caballos y un completo equipamiento. Destaca por su gran confort de marcha, su buen equipamiento y la buena calidad de su terminación, y en el lado negativo destacar unas suspensiones que son demasiado blandas, precisamente por esa obsesión de conseguir el coche más confortable.