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Un tres cilindros muy eficiente
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PRUEBA/PEUGEOT 208 VTI 82 CV ACTIVE

Un tres cilindros muy eficiente

El Peugeot 208 vuelve a las líneas más redondeadas de sus antecesores, el 205 y el 206, y abandona un poco las formas más rectilíneas del

El Peugeot 208 vuelve a las líneas más redondeadas de sus antecesores, el 205 y el 206, y abandona un poco las formas más rectilíneas del 207, reduciendo igualmente el tamaño de este último. El nuevo 208 incorpora, además, un interesante motor de gasolina de 3 cilindros en dos variantes de potencia, el de 68 y el de 82 caballos, del que en esta ocasión hemos probado la más potente. Un coche muy interesante para el tráfico urbano.  

Peugeot se hizo grande con el modelo 205, un vehículo del segmento B con el que llenó Europa a mediados de los años ochenta, que llegó a tener sus versiones GTi, descapotable e incluso la variante Turbo 16 con la que ganó algunos rallyes del Mundial. Su sucesor, el 206, también tuvo un gran éxito comercial mientras que el 207 pasó un poco más desapercibido. Ahora, el 208 vuelve con las cualidades necesarias para triunfar en un mercado complicado en el que cada día es más difícil vender un coche.

Tengo que reconocer que el Peugeot 207 no me dejó una buena impresión cuando lo probé en su momento, y por eso tenía cierto reparo por conducir el 208. Sin embargo, después de más de mil kilómetros con el coche, el nuevo modelo del segmento B de Peugeot me ha gustado bastante, salvo algunos detalles, y me ha recordado a sus ancestros, el 206 y sobre todo el 205.

Y es que este nuevo modelo representa un vehículo muy equilibrado, confortable, que se mueve con la suficiente soltura pero que al mismo tiempo consumo bastante poco. Es pequeño por fuera, con menos de cuatro metros, pero al mismo tiempo proporciona un habitáculo más que suficiente.

En el álbum que acompaña esta prueba pueden ver el espacio para las piernas de las plazas traseras y como hago en todos los coches que publicamos en esta sección, el asiento delantero está siempre en mi posición óptima de conducción. Esta creo que es la única forma de hacer que todos los coches sean comparables analizando esta foto de la zona trasera.

Por supuesto, el espacio en cuanto a anchura es algo justa, pero no se puede hacer mucho con un coche que mide 1,74 metros de anchura máxima exterior. Pero el espacio para las piernas de verdad que sorprende y parece el de un coche de un segmento superior, como un compacto (el Peugeot 308).

La posición al volante tiene un aspecto muy bueno y otro bastante malo. El bueno es el de sus asientos, ya que los delanteros del 208 proporcionan una sujeción lateral muy buena, por lo que se puede rodar deprisa, dentro de lo razonable, en zonas viradas sin que el cuerpo se nos mueva de un lado a otro. En un detalle adjunto pueden ver una imagen el asiento y de sus flancos laterales.

También bueno, al menos desde mi punto de vista, es el cuadro de instrumentos, con una forma muy alargada y estilizada y bastante moderno, con dos relojes en ambos extremos y con una zona central con diversas informaciones. Sería bueno para el conductor si no fuera por la posición del volante.

El volante tiene posibilidad de ajuste en sentido horizontal y vertical, algo que es muy de agradecer en cualquier coche. Sin embargo en este caso, ambos ajustes no son demasiado buenos. La posición más alta posible es muy baja, y hace que la posición de conducción sea muy forzada y que no se tenga un buen movimiento del volante. Y también en el ajuste en profundidad, donde la posición con el volante más pegado al cuadro está muy separado del mismo.

Con esta salvedad hecha, porque me ha llamado mucho la atención, el interior del 208 es bastante agradable. El tapizado en color negro de un material robusto y de aspecto agradable que incluye algunos toques en color azul resulta bonito y destila un toque juvenil, lógico por el tipo de cliente que será el público objetivo de este modelo.

Vayamos con su mecánica. Un propulsor de tres cilindros de gasolina con 82 caballos que proporciona un funcionamiento bastante bueno. Con una cilindrada de 1,2 litros su potencia es limitada, pero permite una buena capacidad de aceleración a un vehículo que se sitúa en los mil kilos de peso.

No me ha gustado mucho el sonido de este motor. El soniquete típico de los tres cilindros, que en otros modelos queda enmascarado y solo se muestra cuando se pisa con decisión el acelerador, en este caso está más presente. Y es un sonido poco “gratificante”. Por ejemplo, el Renault Clio, que es de los últimos 3 cilindros que he conducido, es menos ruidoso pese a tener solo 0,9 litros de cilindrada.   

Los desplazamientos por la ciudad, que son sin duda los preferidos para este coche con este motor “pequeño”, son bastante agradables con este Peugeot. Si no se le exige una aceleración demasiado fuerte, algo absurdo cuando estamos en mitad del tráfico de la ciudad, no requiere usar mucho el cambio. Si aguantamos un poco la marcha el vehículo se recupera bastante bien, y conseguiremos, además, unos consumos ajustados.

Por el contrario si queremos salir los primeros del semáforo  tendremos que trabajar mucho más el cambio y nuestros consumos se dispararán. Este motor de 3 cilindros es muy bueno en cuanto al gasto de carburante si tenemos cuidado con el acelerador, pero es muy sensible ante la más mínima presión excesiva sobre éste.

Es decir, que si el punto de partida de esta versión es un valor homologado en el ciclo combinado de sólo 4,5 litros, esto significa que haciendo un 30% de ciudad y el resto en carretera pero a una velocidad de 90 o 100 km/h, podremos estar rodando en torno a los 5 litros. Y esto creo que es un valor muy bueno si tenemos en cuenta que es un gasolina.

Pero si vamos a rodar por carretera a 120 o 130 km/h, que lo permite igualmente, el sobre esfuerzo del motor supondrá un consumo adicional de al menos dos litros. Y lo mismo ocurre si lo que buscamos es rodar en ciudad. Si vamos tranquilos serán 6 litros y si vamos pisando y acelerando siempre estaremos por encima de 8 litros. Si lo que buscamos es este tipo de conducción más vale optar por una versión de 4 cilindros con más cilindrada.

La caja de cambios es de cinco marchas y ofrece un escalonamiento bastante bien calculado, con una tercera que sirve casi para todo. Y en cuanto al manejo de la palanca, aunque los desplazamientos son largos, pero es bastante preciso en su accionamiento. Y en cuanto a sus frenos, pese a montar tambores traseros el coche frena con potencia suficiente y aguanta bastante el exceso de trabajo por su peso reducido.

Teniendo en cuenta que es un coche de 13.000 euros diría que su equipamiento es bastante bueno. Por supuesto el ESP y el control de tracción son de serie, lo que supone una notable mejora en su seguridad, lo mismo que el aire acondicionado.

La pantalla de la consola central que pueden ver en las fotos de esta prueba es una opción en esta versión Active. Esta pantalla táctil ofrece tres alternativas diferentes. La primera en combinación con el lector de discos compactos y MP3 cuyo precio es de 110 euros. Por encima está la que combina pantalla y navegador, que por un precio de 490 euros me parece muy interesante.

Y el más completo es el que integra la pantalla con navegador y lector de CD, en cuyo caso hablamos de 600 euros, que también creo que es un precio razonable y que merece la pena adquirir con el coche.

El Peugeot 208 vuelve a las líneas más redondeadas de sus antecesores, el 205 y el 206, y abandona un poco las formas más rectilíneas del 207, reduciendo igualmente el tamaño de este último. El nuevo 208 incorpora, además, un interesante motor de gasolina de 3 cilindros en dos variantes de potencia, el de 68 y el de 82 caballos, del que en esta ocasión hemos probado la más potente. Un coche muy interesante para el tráfico urbano.