Es noticia
KTM X-bow, un coche para disfrutar al volante
  1. Motor
HASTA EL 29 DE ABRIL SE EXHIBE EN EL CENTRO MORALEJA GREEN

KTM X-bow, un coche para disfrutar al volante

No es lo que habitualmente se conoce como un coche de calle sino que está más cerca de un vehículo de circuito. Sus ruedas poco carenadas

Foto: KTM X-bow, un coche para disfrutar al volante
KTM X-bow, un coche para disfrutar al volante

No es lo que habitualmente se conoce como un coche de calle sino que está más cerca de un vehículo de circuito. Sus ruedas poco carenadas le sitúan a mitad de camino entre un coche y un kart, pero al mismo tiempo incorpora dos asientos, lo que le aleja del concepto del kart. Y lo más importante es que se puede matricular y de esta forma circular con él por la calle normalmente.

Sin embargo, no creo que se vayan a ver muchos por las calles de nuestras ciudades. Por un lado su precio, de 64.500 euros, le hace un poco exclusivo para esa utilización. Pero sobre todo porque no es un vehículo agradable para el tráfico urbano.

El acceso a su interior es complicado y también lo es la vulnerabilidad que supone ir al aire libre o la altura tan baja a la que se circula. Pero también por el hecho de que al no llevar un cristal delantero tipo parabrisas, lo que la marca recomienda es que se lleve un casco para rodar más tranquilo con él. De lo contrario, puede resultar algo peligroso.

Por todo ello, no es un coche para ciudad ni para una carretera normal Su uso como un coche normal no creo que tenga mucho sentido, pero si resulta ideal como coche de capricho para disfrutar al volante de un automóvil. Salir una mañana con él para rodar por una carretera de montaña, o para dar un paseo por una urbanización de lujo o para simplemente organizarse unas vueltas a un circuito puede ser una magnífica diversión para un fin de semana.

He dejado para el final lo mejor. Este vehículo fabricado por la marca de motocicletas KTM incorpora un motor de gasolina de origen Volkswagen. Se trata del propulsor de la familia TFSi de 2 litros con 240 caballos. Este, situado en posición central trasera, va asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones también de origen Volkswagen.

Este modelo es un auténtico coche de carreras. Si al motor muy potente añadimos su peso muy reducido que se sitúa por debajo de los 800 kilos, tenemos un vehículo capaz de superar la barrera de los 215 km/h, aunque este dato de velocidad punta no es lo mejor. Su aerodinámica no está pensada para permitir velocidades muy elevadas.  Sin embargo, su aceleración es mucho más destacable, ya que hace el 0 a 100 km/h en sólo 3,9 segundos.

Sin duda una utilización lógica de este modelo es para rodar en un circuito. De hecho, la marca KTM lo ha desarrollado en colaboración con la compañía británica Dallara especializada en la construcción de chasis de monoplazas de competición, de Fórmula 3 y de otras categorías similares.

Para esta utilización más deportiva se ofrece una versión aún más exclusiva y rápida, pero también de una utilización mucho más radical denominada GT4. Esta versión cuesta 97.000 euros e incorpora algunos detalles propios de las carreras, el diferencial autoblocante para proporcionar una mayor eficacia de paso en curva o unos frenos reforzados.

El KTM es un coche para disfrutar de la conducción pero sin excesivos elementos de confort. El hecho de no llevar un parabrisas delantero (cuenta con un simple deflector) es una prueba de ello,  como también lo es el que sus asientos Recaro sean fijos y no tengan posibilidad de regulación. El acompañante quizá disfrute menos, pero su conductor irá en la gloria disfrutando con las evoluciones del vehículo sea por donde sea. Un capricho de cuatro ruedas.

El coche en su versión de calle podrá ser visto por primera vez en España en el Centro Comercial Moraleja Green de Madrid entre los días 24 y 29 de abril.

No es lo que habitualmente se conoce como un coche de calle sino que está más cerca de un vehículo de circuito. Sus ruedas poco carenadas le sitúan a mitad de camino entre un coche y un kart, pero al mismo tiempo incorpora dos asientos, lo que le aleja del concepto del kart. Y lo más importante es que se puede matricular y de esta forma circular con él por la calle normalmente.