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Citi se atraganta con las acciones de DIA en otra colocación acelerada envenenada
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Citi se atraganta con las acciones de DIA en otra colocación acelerada envenenada

El banco de inversión no ha encontrado demanda suficiente para vender un paquete del 8,48% y ha tenido que quedarse con parte de un modelo de OPV que ha dado muchos sustos este año

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Las colocaciones aceleradas de bloques o paquetes de acciones en bolsa se han convertido en un caramelo envenenado para los bancos de inversión. El último en pillarse los dedos ha sido Citi, que no pudo este miércoles vender en su totalidad los 55,20 millones de títulos de DIA, el 8,48% del capital del grupo de supermercados. Un error de cálculo que antes cometieron UBS con Abertis e Iberdrola y Deutsche Bank con Repsol.

Citi ganó el mandato para esa operación en la tarde del martes, haciendo una oferta agresiva ante Rothschild, el asesor de los fondos vendedores del citado 8,48%, que había convocado a la subasta a una decena de brokers internacionales. Se impuso el que se comprometió a vender el citado paquete cobrando la menor comisión y con el menor descuento sobre el precio en bolsa de la cotización. Pero a la hora de la verdad, el banco estadounidense no encontró inversores suficientes para colocar en apenas unas horas esa participación de DIA, valorado en 408 millones de euros. Un bocado muy grueso.

Al no captar demanda suficiente, Citi tuvo que quedarse con parte de los 55,20 millones de acciones para su propio balance, títulos que tratará de colocar en los próximos días. Para la entidad, comerse parte del accelerated bookbuilt supone un coste porque tiene que fondear esa participación y cubrirse con derivados para evitar las fluctuaciones del valor. La reacción de la cotización de DIA fue una caída del 3% en una jornada en la que el Ibex 35 subió un 1,3%.

Ocurrió lo mismo con Amadeus

Lo mismo le pasó a Citi en enero de este año con la colocación acelerada de 9,87 millones de acciones de Amadeus, el 2,2% del capital social en manos de Air France. La transacción se elevó a 326,76 millones de euros y el vendedor exigió poner en práctica el contrato de aseguramiento que obliga al bróker vendedor a quedarse con los títulos que no sea capaz de colocar entre inversores.

Citi consiguió días después desprenderse de ese remanente y salir airoso del envite, un charco en el que se metió UBS cuando en marzo trató de hacer una oferta acelerada sobre el 7,5% de Abertis propiedad del fondo CVC Capital Partners. El importe de esta operación ascendió a 1.104,9 millones de euros que la entidad suiza tuvo que comerse en una proporción muy elevada -no se detallan- al no levantar la demanda suficiente durante el periodo de prospección. Desde aquel 4 de marzo, la cotización de la compañía de autopistas no ha levantado cabeza y se cambian prácticamente al mismo precio al que UBS las trató de vender, 16,40 euros.

El pasado año, UBS, Citi y Beka Finance también se vieron en apuros cuando Bankia les contrató para colocar el 4,8% de Iberdrola, situación que se repitió cuando Pemex se desprendió del 7,8% de Repsol en otro bloque acelerado dirigido por Deutsche Bank y el propio Citi. Antes, Credit Suisse se comió parte del paquete de Prisa en Mediaset y Morgan Stanley, un trozo de Gamesa.

Aunque algunas de estas operaciones, como la reciente venta de una participación de Antena 3 y anteriormente de Abengoa, se completaron con éxito (Citi también fue el director), este tipo de colocaciones han dado más penas que gloria a la banca de inversión. Unos brokers que persiguen principalmente ganar volumen para situarse a la cabeza de los ranking (league tables) del sector con los que después tratan de conseguir mandatos como coordinadores globales en salidas a bolsa como las de Talgo, Cellnex, Euskaltel o Aena, entre otras. Unas OPV donde cobran unas comisiones que a algunos les compensa el riesgo de pillarse los dedos. BBVA y Santander se han retirado de este negocio.

Las colocaciones aceleradas de bloques o paquetes de acciones en bolsa se han convertido en un caramelo envenenado para los bancos de inversión. El último en pillarse los dedos ha sido Citi, que no pudo este miércoles vender en su totalidad los 55,20 millones de títulos de DIA, el 8,48% del capital del grupo de supermercados. Un error de cálculo que antes cometieron UBS con Abertis e Iberdrola y Deutsche Bank con Repsol.

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